"Tutti i miei pensier parlan d’amore (Todos mis pensamientos hablan de Amor)". Vita Nuova. Dante Alighieri.

sábado, 2 de mayo de 2009

Meditar para continuar avanzando


No sé si conoceréis una historia de los padres del monacato, que recuerda el monje Casiano, sobre la necesidad de no tener siempre tensa la cuerda del arco si queremos que éste esté a punto cuando tengamos que lanzar nuestras flechas. Es decir, la necesidad de hacer tiempos de descanso, de silencio y soledad, en el ajetreo la vida. Hoy que es día de puente, es un buen momento para ello.

Todas las tradiciones religiosas o filosóficas saben del valor del silencio y de la soledad como medios para llevarnos a una experiencia más plena de la realidad. Naturalmente no hablo aquí del aislamiento de aquel que no puede o no quiere contactar con los demás, o del que huye porque no puede sostener el esfuerzo que requiere resolver los problemas de la vida, tampoco del “refugio dorado” del que vive en la opulencia y se olvida del resto. Nada de esto produce vida sino tristeza, debilidad y egoísmo.

Me refiero a la necesidad de no perdernos en la superficialidad y en la visión negativa o cínica a la que suele conducir.

Ver la realidad en toda su plenitud exige ser capaz de conectar con lo más profundo nuestro, aquello que está incluso más allá de los razonamientos o juicios, que es atención amorosa, religación con todo, paz, amor y liberación.

Y el camino esencial para esto es la meditación o contemplación, sentarnos con la espalda recta en una postura cómoda, observando sosegadamente esa realidad aparentemente oscura que nos habita. No hay que buscar una experiencia de vacío emocional o mental, sino una experiencia de ternura más allá de imágenes o palabras. Un silencio amoroso, que sin darnos cuenta nos transforma y se apodera de nosotros, haciéndonos vivir situados en un lugar más amoroso, más humano y más libre.

No se trata de quedarnos extasiados en ese ensimismamiento que la práctica meditativa produce, hay que ir más allá de la Iluminación, volver a la vida con energías renovadas y viendo la realidad con más profundidad y más amor, pero también con más fortaleza para no dejarnos manipular ni manipular a nadie, sino ser canales de liberación y humanización allá por donde nos movamos.

Si la meditación no nos hace más flexibles, más dialogantes, más tolerantes, y también con más ánimos para trabajar por la justicia, la fraternidad, la humanidad, es un autoengaño peligroso.

Ahora bien, sin experiencias profundas ni las éticas ni las religiones irán más allá de ser meras ideologías parciales, sembradoras de división, dogmatismo, y de servir a los interese egoístas y parciales de clases o personas que buscan su propio beneficio económico o el control y el poder sobre los demás.

Meditación y compromiso son las dos piernas necesarias para avanzar.

2 comentarios:

  1. No quería dejar pasar el día sin dejarte esta nota. No sabes la inmensa alegría que me has proporcionado al dejar tu comentario en mi blog. Si no me equivoco ayer también entraste en el post "El Abad".

    Tu comentario me ha traído a este cuaderno donde creo que voy a sacar mucho provecho de tus escritos. Te voy a añadir a mi lista de blogs favoritos y espero seguir contanto con tu complicidad cuando lo encuentres conveniente.

    Saludos cordiales.

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  2. Hola nicolás:

    Pues bienvenido, también me alegra lo que me dices y me anima, así que muchas gracias y felicitaciones por tu Blog y tu compromiso progresista.
    Leí ayer el post pero no escribí comentario, no siempre tengo tiempo para escribir, pero suelo leer lo que vas comentando.
    Seguimos pues en contacto.
    Un abrazo.

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Este Blog quiere ser un lugar de encuentro para todos aquellos que queremos ayudar a transformar la sociedad para convertirla en un lugar más fraterno, más libre, más justo y, a la vez, somos conscientes de que todo cambio social sólo es posible si hay un cambio personal e interno y no se olvida lo que nos enseña la Tradición Espiritual de la Humanidad, intentándo actualizarla creativamente en cada época.


Mi camino...

el camino que sigo es el camino de la mística del amor, no un amor sentimental, sino un amor inteligente o consciente (amor iluminado decían los antiguos) y solidario, que no olvida el sufrimiento y la injusticia.
Guiado de la mano de de la mística monástica cisterciense (la primera mística moderna del amor), el esoterismo cristiano, la mística de san juan de la cruz y el zen... y animado por ideales progresistas y solidarios os invito a caminar juntos hacia un mundo y unos hombres y mujeres nuevos.