"Tutti i miei pensier parlan d’amore (Todos mis pensamientos hablan de Amor)". Vita Nuova. Dante Alighieri.

viernes, 29 de octubre de 2010

Volver a Jesús, por José Antonio García, s.j.


Tomado de la revista Sal Terrae 97.

Cuando las «tradiciones» cristianas que en otro tiempo orientaron la vida de sociedades y sujetos han perdido ya ese poder –ejercido muchas veces indebida y abusivamente– y cuando, consiguientemente, se genera en quienes formamos la gran Iglesia el inevitable desconcierto de no saber cómo situarnos en la nueva coyuntura, es preciso volver a Jesús («fides retro oculata»), al origen y fuente de nuestra fe. Por más importante que sea mirar atentamente al hombre y la sociedad actuales («fides ante oculata»), no será suficiente. La fe cristiana está hecha de esas dos miradas: la segunda desde la primera, la primera en la segunda. Es claro: la primacía es de la primera, la que funda radicalmente nuestra fe.


La expresión «volver a Jesús» puede resultar ambigua, puesto que no se trata de ningún ejercicio histórico o arqueológico. Tal vez habría que decir, siguiendo en esto a San Ignacio de Loyola: «traer a Jesús» a nuestro presente (Ejercicios Espirituales, 102), pues de eso se trata. Ésa la misión que dio Jesús al Espíritu poco antes de morir: la de hacer que Cristo fuera contemporáneo nuestro (Jn 16,12-15) Ahora bien, en esta última perspectiva tampoco podríamos olvidar que Cristo es Jesús de Nazaret, resucitado pero el mismo. En tal sentido, las dos expresiones podrían ser perfectamente asumibles.

Pues bien, vayamos o traigamos a Jesús, siempre contemplaremos en él lo mismo: su Pasión por Dios, de la que deriva y en la que entronca su amor y entrega a la humanidad, especialmente a los pobres, a los enfermos y a todos los excomulgados de la vida. No deberíamos equivocarnos, por tanto. Si la Iglesia es (somos) prolongación histórica del cuerpo salvador de Cristo, su primer reto es Dios. Dios y su Reino. De Dios debe «recibirse» la Iglesia, no de sí mima ni de ningún otro. Al Reino de Dios ha de «consagrase» la Iglesia, y a nadie más. Dios y su reino ha de ser su Tesoro, sus Ojos, su Señor (Mt 6,19-24).

Prolongar históricamente a Jesucristo en su pasión por Dios va a suponer para la gran Iglesia en España y para todos nosotros en ella buscar más a Dios, dialogar más con él, discernir junto a él nuestra vida y acción: buscarlo y hallarlo en todas las cosas. Por lo general, hablamos mucho de él, pero demasiado poco con él. Va a suponer también acompañar a otros en esta misma búsqueda.


Prolongar históricamente a Jesucristo en su pasión por la humanidad, y especialmente por los pobres... Pido disculpas por centrarme en dos de esas pobrezas, consciente como soy de que la lista sería interminable:


– Se avecinan unos años socialmente duros para nuestro país, y mucho más para los terceros mundos. Los efectos de la crisis económica ya están ahí e irán a más. Todos sabemos a quiénes golpearán con más fuerza. La Iglesia de España está haciendo ya un esfuerzo inmenso (reconocido unas veces, otras no) por aliviar muchas necesidades materiales. Pero no bastará con eso en los próximos años.

¿Somos conscientes, o lo somos suficientemente, de que la respuesta de la fe a esta situación pasa necesariamente por los bolsillos de quienes sufrimos menos, poco, o nada, esa crisis? He ahí una primera derivación de que Dios sea realmente el primer «problema» de la Iglesia para todos: obispos, sacerdotes, religiosos y religiosas, clases medias, gentes que conservan su trabajo y gozan de una relativa estabilidad económica... Desde los más golpeados, Dios llama a su Iglesia a una mayor movilización en favor de quienes son sus predilectos por el simple hecho de necesitar más de su «reinado».

– Dentro de la gran Iglesia existen otras situaciones de pobreza que no podemos más que mencionar (las llamamos así por lo que tienen de exclusión real, coincida además o no con otro tipo de exclusiones sociales o económicas). Por ejemplo: parejas que conviven antes de casarse; divorciados vueltos a casar; miles y miles de parejas casadas que no viven su relación afectivo-sexual según las normas de la Iglesia; otros tantos que sólo se identifican «parcialmente» con ella; el mundo de los homosexuales; etc., etc. ¿Qué pensar de su situación actual ante la gran Iglesia? Pero ¿qué pensar también de la posición de nuestra Iglesia ante todos ellos?.


Hace años, leí un librito del teólogo alemán y ahora cardenal, Walter Kasper, al que me siento muy agradecido7. Al hablar de los fracasos matrimoniales y de la postura de la Iglesia con respecto a los divorciados, decía lo siguiente: con respecto a la indisolubilidad del matrimonio, la Iglesia no podrá renunciar a seguir predicando el ideal evangélico defendido por el propio Jesús: la del matrimonio para toda la vida, símbolo (sacramento) del amor inconmovible de Dios a la humanidad. No podría hacerlo.


Pero en Jesús no encontramos sólo ese dato. Encontramos también una infinita misericordia, com-pasión y acercamiento hacia los «fracasos humanos». ¿Por qué no podría la Iglesia, se preguntaba Kasper, conjugar mejor las dos actitudes de Jesús: el anuncio de un ideal al que prepararse y por el que luchar, y la com-pasión no excluyente hacia los fracasos o impotencias humanas, casi siempre tan condicionados? ¿No existe otra manera mejor que la actual de defender la sexualidad humana, el matrimonio, la fe débil, etc.?

Estas preguntas son extremadamente serias para nuestra Iglesia pues están en la base de una enorme sangría eclesial, producida sobre todo a partir de la Humanae vitae. No podemos cerrar los ojos ante este «éxodo silencioso» de muchos creyentes que ni entienden ni ven fundadas ni cumplen algunas disposiciones del magisterio en todos estos campos. Con un agravante añadido: el descrédito se extiende hacia otros terrenos en los que la Iglesia empeña su palabra de un modo mucho más comprometido y trascendente. Me refiero, por ejemplo, a los temas del aborto, la justicia social, etc. Ese creciente descrédito hace que todas sus palabras se arrojen indebidamente en el mismo saco roto, aunque en realidad tengan muy distinta fundamentación e importancia.


Urge, por tanto, un replanteamiento en este y otros campos que incorpore mucho más que hasta ahora el diálogo interno de la Iglesia y también el diálogo de la Iglesia con las Ciencias y la sociedad. Tenemos que aprender a vivir en una sociedad plural, no tutelada ya por la Iglesia. Tenemos que aceptar con humildad y paz que no poseemos «todas las palabras» sobre los problemas humanos y que, por tanto, ni podemos darlas por definitivamente encontradas ni, mucho menos, imponerlas. Sí buscarlas con otros; y, por supuesto, proponer sin imponer la que sí es nuestra: Jesucristo y su Evangelio.

jueves, 28 de octubre de 2010

La masonería, vehículo de una espiritualidad occidental: la tradición hermética.




El trabajo que presento y esta a vuestra consideración, lo he titulado “La Doctrina Hermética en la Masonería”.

Es bien sabido y profundamente explicado por los grandes autores, que la masonería es dentro de las ordenes iniciaticas, la que ha sobrevivido hasta nuestros días, es la mas pura heredera de la metafísica y simbología de la llamada “Tradición Hermética”.

La palabra Hermetismo se deriva de Hermes Trismegisto, el tres veces grande, personaje legendario que los Egipcios le dieron por nombre “Toht”, que fue quien transmitió la filosofía Perenne y la ciencia esotérica al Occidente. El pueblo Griego lo asimilo al Dios Hermes, el Mercurio Romano, mensajero de los dioses y transmisor de la enseñanza primordial, que se ha logrado mantener intacta hasta la actualidad gracias a las escuelas iniciaticas en los misterios de los que somos nosotros los Masones descendencia directa. La historia relata, que todos estos profundos conocimientos habían sido transmitidos y depositados en los antiguos Hierofantes, antiguos sacerdotes egipcios que en el interior de una caverna iniciaban, mediante ritos muy parecidos a los nuestros, a los Faraones y a los grandes sabios que debían ser los responsables de guardar y legar a futuras generaciones tan infinita sabiduría.

Según se relata en el antiguo testamento, en el libro del Génesis, capitulo 41 del versículo 1 al 57, José el hijo de Jacob logro ganar el aprecio del Faraón, por sus conocimientos y habilidades esotéricas; también los sabios sacerdotes de las doce tribus de Israel antes de la servidumbre o esclavitud, y posteriormente Moisés bebieron de la sagrada ciencia de los sacerdotes Egipcios, engrandeciendo y complementado de esta manera la tradición esotérica Hebrea. También se sabe que muchos sabios que formaron parte del llamado “Siglo de Oro” de la cultura Griega, incluyendo a Pitágoras, fueron también iniciados por los sacerdotes Egipcios. Este conocimiento Hermético, fue también adquirido y luego difundido, por los Pitagóricos posteriores como: Timeo, Sócrates, Platón y Apolonio de Tiana, construyendo de esa forma, la sólida base de la cultura y tradición occidental. Por lo tanto podemos decir que estas enseñanzas y tradiciones no se limitaron solo a Egipto, si no que se expresan en otras culturas antiguas, y que se puede afirmar que en estas civilizaciones hay personajes que se han sincretizado con la figura de Hermes, y los escritos que se le atribuyen a estos personajes mitológicos, forman parte también de los llamados libros Herméticos. En efecto el planeta Mercurio llamado por los Hindúes “Budha”, lo mismo que Odin, Woden o Wotan por los Nórdicos, tienen atributos similares a los de Hermes. En la tradición Islámica, el profeta Isdris, es comparado tanto con Hermes como con Enoch y Elías, ambos elevados a los cielos sin haber pasado por la muerte, también con los arcángeles Rafael y Miguel que en la Cabala Judía representan también a Mercurio y a el Sol.

Todas estas comparaciones, no son simples coincidencias, si no por el contrario son una prueba más de que todas las culturas toman sus símbolos y creencias de la Tradición Primordial, tronco común en todas ellas. Todos estos conocimientos ya habían sido manifestados, tomando otros ropajes y otros caminos, tanto en las antiguas civilizaciones del Oriente, como en las del viejo continente, así como también en nuestros pueblos precolombinos de América.

Es importante hacer notar que estas enseñanzas y conocimientos también se manifiestan en el Occidente en la ciencia expresada a través de los mitos y símbolos egipcios, judíos, griegos, romanos, cristianos y árabes, constituyendo una simbiosis, de la que se deriva propiamente la llamada tradición Hermética, y que es la forma que toma la tradición unánime y primaria, que en sus aspectos mas internos o esotéricos fue transmitida a través de los ritos y enseñanzas dados en las escuelas de iniciación precursoras de nuestra orden.

El siglo III de nuestra era, en la ciudad de Alejandría, es el lugar donde se produce la verdadera síntesis de todos estos conocimientos, allí confluyeron de manera asombrosa, ideas y personajes provenientes de diferentes tiempos y lugares; allí convivieron los primeros cristianos con los gnósticos, los pensadores griegos neoplatónicos, mezclándose a su vez con la tradición judía y hasta el hinduismo el budismo y el taoísmo chino, se encontraban en esa gran metrópolis. Esta afortunada convergencia hace posible que se conforme una verdadera doctrina sintética que se expandía hacia diferentes direcciones. También debemos mencionar la extraordinaria expansión del Islamismo que influiría de manera determinante en el pensamiento, la ciencia y el arte en la edad media, época durante la cual el hermetismo alcanza su mayor esplendor. En este periodo se desarrollan de manera muy importante las ciencias herméticas y esotéricas, tales como la numerología, la geometría, y la arquitectura, así como la cabala, la alquimia y la astrología, todas ellas conexiones entre el cielo y la tierra, vehículos de conocimiento o arte real y cosmológico. Cuando la edad media entra en decadencia y los sabios empiezan a ser perseguidos, todas estas ciencias se ocultan nuevamente en las órdenes iniciaticas tales como la de Los Místicos de Munich y la de Los Fieles de Amor, a la que pertenecieron los maestros Ekhart y Dante. En el renacimiento nuestras ciencias son participes de ese renacer, tomando nuevas formas, pero a partir allí, cuando se siembra la semilla del racionalismo posterior y del materialismo actual, todas estas ciencias van paulatinamente pasando al olvido, y sustituidas por ciencias técnicas y empíricas, aunque sin embargo siempre se conservaron intactas en esos centros de iniciación que con el tiempo serian la base de la Masonería como la conocemos.

Creemos que para comprender el verdadero sentido de la tradición Hermética y la razón de ser de nuestra Orden, es necesario superar los prejuicios de la mentalidad moderna. Se sabe que en sus orígenes, la Masonería fue esencialmente operativa, dándole mayor importancia al estudio y a la vivencia de estos conocimientos herméticos, lo que constituía su razón de ser y le dio la fuerza necesaria para cumplir con su objetivo.

Como nos dice Oswald Wirth, que la verdadera iniciación masónica es activa.”Nos hace copartícipes de una obra por excelencia de los Hermetistas. La iniciación no se busca para saber, sino para trabajar, para aprender a trabajar. Según el lenguaje simbólico empleado por cada escuela de iniciación, el trabajo tiene por objeto la transmutación del plomo al oro (Alquimia) o la construcción del Templo de la Concordia Universal (Francmasonería)”.

Afortunadamente, todavía existen dentro de nuestra Augusta Orden, verdaderos Masones estudiosos de los principios metafísicos y de la simbología Hermética, y lo que es mas importante es que han logrado mantener los rituales y la practica iniciatica, a través de los cuales se conserva ese influjo espiritual que hará que nuestra orden cumpla la noble y excelsa misión para la cual fue creada y a la que pertenecemos de corazón, en conformidad con la voluntad de G∴ A∴ D∴ U∴.

Luis E. Capecchi G.

miércoles, 27 de octubre de 2010

El miedo al otro, el mayor peligro para el cristianismo en la actualidad, por Slavoj Zizek.




"La oleada de rechazo del inmigrante en Europa es hoy la principal amenaza
para su legado cristiano. El miedo al extranjero empieza a impregnar también el
antaño tolerante multiculturalismo liberal ".




La reciente expulsión de Francia de los gitanos residentes en su territorio en situación ilegal, a los que se ha deportado a Rumanía, su país de origen, ha suscitado muchas protestas en toda Europa, en medios progresistas y también entre importantes políticos, y no solo de izquierdas.



Sin embargo, las expulsiones no se han detenido, y constituyen además la punta de un enorme iceberg que se alza dentro de la política europea. Hace un mes, un libro de Thilo Sarrazin, un directivo de banca considerado políticamente cercano a los socialdemócratas, causó escándalo en Alemania al plantear la tesis de que la nación alemana estaba amenazada por la presencia de demasiados inmigrantes a los que se permitía mantener su identidad cultural. Aunque el libro fue unánimemente censurado, su tremendo impacto pone de relieve que al gran público le dio donde le duele. Incidentes como estos han de evaluarse en el marco de una reorganización a largo plazo del espacio político en Europa occidental y oriental.

Hasta hace poco, el espacio político de los países europeos estaba dominado por dos grandes formaciones que se dirigían al conjunto del cuerpo electoral, es decir, por un partido de centro-derecha (cristianodemócrata, liberal-conservador, popular...) y por otro de centro-izquierda (socialista o socialdemócrata), a los que se añadían pequeñas formaciones (ecologistas o comunistas).


En el Oeste tanto como en el Este, los últimos resultados electorales apuntan a la paulatina aparición de otra polaridad. Hay un partido centrista predominante que defiende el capitalismo global, generalmente con un programa cultural liberal (tolerancia hacia el aborto, los derechos de los homosexuales, las minorías religiosas y étnicas, etcétera). A ese partido se opone cada vez con más fuerza alguna formación populista contraria a la inmigración que, en sus márgenes, va acompañada de grupos neofascistas abiertamente racistas. El caso más paradigmático es el de Polonia: tras la desaparición de los ex comunistas, las principales formaciones políticas son el partido liberal, centrista y "antiideológico" del primer ministro Donald Tusk y el partido cristiano conservador de los hermanos Kaczynski. Hay tendencias similares en Holanda, Noruega, Suecia, Hungría... ¿Cómo hemos llegado hasta aquí?


Tras décadas de Estado del bienestar -o de su promesa-, cuando los recortes financieros se limitaban a breves periodos y se aplicaban prometiendo que las cosas pronto volverían a la normalidad, entramos ahora en una nueva época en la que la crisis, o más bien cierto estado de emergencia económica que precisa de toda clase de medidas de austeridad, es permanente, se convierte en una constante, en pura y simplemente una forma de vida. Después de la desintegración de los regímenes comunistas en 1990, entramos en una nueva era en la que la forma predominante de ejercicio del poder estatal se ha convertido en una despolitizada administración técnica que se dedica a coordinar los intereses.


La única manera de introducir pasión en ese ámbito, de movilizar realmente a la gente, es mediante el miedo: a los inmigrantes, a la delincuencia, a la impía depravación sexual, al exceso de Estado (que abruma con unos impuestos y un control excesivos), a la catástrofe ecológica y, también, al acoso (la corrección política es el caso paradigmático de la política del miedo liberal).


Esa forma de hacer política siempre se basa en la manipulación de un ochlos paranoico, en la aterradora concentración de hombres y mujeres atemorizados. Esta es la razón de que el gran acontecimiento de la primera década del nuevo milenio fuera la entrada en la ortodoxia política del discurso contra la inmigración, que cortó por fin el cordón umbilical que lo unía a partidos marginales de extrema derecha. Desde Austria hasta Holanda, pasando por Francia o Alemania, y en virtud del nuevo orgullo que suscita la propia identidad cultural e histórica, los principales partidos ahora descubren que es aceptable insistir en la condición de invitados de unos inmigrantes que deben adaptarse a los valores culturales que definen la sociedad de acogida: "Es nuestro país, si no lo quieres, te vas". Es imprescindible señalar hasta qué punto la tolerancia progresista liberal comparte ciertas premisas fundamentales con esta actitud: su exigencia de respeto y de apertura hacia la otredad (étnica, religiosa o sexual), tiene su contrapunto en el miedo obsesivo al acoso. El Otro está bien siempre que su presencia no sea molesta, siempre que no sea realmente un Otro... En realidad, mi deber de tolerancia para con el otro significa que no debo acercarme demasiado a él, meterme en su espacio. En la sociedad capitalista tardía el derecho humano que va tornándose más esencial es el derecho a no ser acosado: a mantenerse a distancia prudencial de los demás.


No es extraño que el tema de los seres tóxicos haya ganado terreno últimamente. Aunque el concepto procede de la psicología de divulgación y nos previene contra los vampiros emocionales que andan por ahí al acecho, ahora está yendo mucho más allá de las relaciones interpersonales inmediatas: el calificativo tóxico alude a propiedades pertenecientes a niveles (naturales, culturales, psicológicos, políticos) totalmente distintos. Un ser tóxico puede ser un inmigrante con una enfermedad mortal al que hay que poner en cuarentena; un terrorista cuyos mortíferos planes deben evitarse y al que se debe encerrar en Guantánamo, esa zona vacía ajena al imperio de la ley; un ideólogo fundamentalista al que hay que silenciar porque difunde el odio; un padre, madre, profesor o sacerdote que abusa de los niños y los corrompe. Lo tóxico es el propio vecino extranjero, el abismo que hay, por ejemplo, en sus placeres o creencias. De manera que el objetivo final de cualquiera de las normas que rigen las relaciones personales es poner en cuarentena o por lo menos neutralizar y contener esa dimensión tóxica, reducir al vecino a la condición de prójimo.


En el mercado actual encontramos una amplia gama de productos carentes de su componente nocivo: café sin cafeína, nata sin grasa, cerveza sin alcohol... ¿Qué decir del sexo virtual, que es sexo sin sexo; de la doctrina de guerra sin víctimas (en nuestro bando, claro) de Colin Powell, que es una guerra sin guerra; de la redefinición actual de la política como arte de la administración técnica, que es una política sin política? Todo ello nos conduce al tolerante multiculturalismo liberal, que es una experiencia del Otro privado de su otredad: un Otro descafeinado que practica danzas fascinantes y que aborda la realidad desde un enfoque holístico ecológicamente sensato, mientras rasgos como el maltrato a la esposa quedan fuera de cámara.

Quien mejor planteó, allá por 1938, el mecanismo que activa esa neutralización fue Robert Brasillach, el intelectual fascista francés condenado y fusilado en 1945, que, considerándose un antisemita "moderado", inventó la fórmula del "antisemitismo razonable": "Nos permitimos aplaudir en el cine a Charlie Chaplin, un medio judío; admirar a Proust, un medio judío, y aplaudir a Yehudi Menuhin, un judío. Y la voz de Hitler viaja por las ondas radiofónicas a continuación del nombre del judío Hertz. (...) No queremos matar a nadie, no queremos organizar ningún pogromo. Pero también pensamos que la mejor manera de obstaculizar las siempre impredecibles acciones del antisemitismo instintivo es organizar un antisemitismo razonable".


¿Acaso no está presente esta misma actitud en la forma que tienen nuestros Gobiernos de abordar la "amenaza de la inmigración"? Después de rechazar con superioridad moral el descarado racismo populista tachándolo de "poco razonable" y de inaceptable para nuestras normas democráticas, avalan "razonablemente" medidas de protección racistas... o, como brasillachs de hoy en día, algunos de ellos incluso socialdemócratas, nos dicen: "Nos permitimos aplaudir a deportistas africanos y de Europa del Este, a doctores asiáticos o a programadores informáticos indios. No queremos matar a nadie, no queremos organizar ningún pogromo, pero también pensamos que la mejor manera de obstaculizar las siempre impredecibles y violentas medidas defensivas que suscita la inmigración es organizar una protección razonable frente a los inmigrantes".

Esta concepción de la desintoxicación del vecino supone un paso claro de la barbarie directa a la barbarie con rostro humano. Plasma un retroceso que va desde el amor cristiano al vecino a la práctica pagana de privilegiar a la propia tribu frente al Otro bárbaro. La idea, aunque se envuelva en la defensa de los valores cristianos, constituye en sí misma la principal amenaza para el legado cristiano.


Slavoj Zizek es filósofo esloveno.


Traducción de Jesús Cuéllar Menezo.

martes, 26 de octubre de 2010

¿Qué cristianismos en España? por Olegario González de Cardedal.





¿Dónde está el cristianismo hoy en España? ¿Cuáles son sus expresiones determinantes tal como ellas han ido construyéndose en los decenios siguientes al Concilio Vaticano II?. Yo veo cuatro formas de cristianismo explícito:


I. El primero es el que se ha configurado a lo largo de los siglos, con sus expresiones normativas en el dogma, la jerarquía apostólica, los sacramentos, el clero, las organizaciones parroquiales, bien de carácter estrictamente religioso o en su prolongación mediante asociaciones de seglares. Es el cristianismo implantado en el lugar, referido a demarcaciones concretas y atenidas a pie de tierra en lugar y tiempo.

II. Junto a esta primera expresión han ido surgiendo a lo largo de los siglos intentos de expresar el evangelio en una radicalidad mayor bien por una entrega incondicional de ciertas personas a su anuncio, bien por la voluntad de expresar comunitariamente alguna de sus exigencias o porque han ido apareciendo tareas universales que la iglesia parroquial y diocesana no podía cumplir. Primero fueron los monjes y luego San Benito, instrumento providencial en Europa para el cultivo de las tierras, la cultura del espíritu y el culto a Dios. Franciscanos y dominicos en el siglo XIII, jesuitas y carmelitas en el siglo XVI, las congregaciones de enseñanza, caridad y misión en el siglo XIX, han ido dando cuerpo histórico al evangelio, para ser vivido no sólo como tradición y norma colectiva sino desde la experiencia personal, confiriéndole credibilidad histórica. Los monjes, religiosos y religiosas en sus variadísimas formas deben ser la cabalgadura ligera de la iglesia, la presencia inmediata en las situaciones límite, la voz profética ante lo nuevo no atendido o frente a lo viejo necesario pero olvidado.

III. En los últimos decenios han surgido otras formas expresivas del cristianismo: movimientos, comunidades, grupos carismáticos... Son el reverso necesario de una iglesia ya dentro de una nueva sociedad, en la que tejido cristiano y tejido social no coinciden, en la que no basta la fe recibida en las anteriores formas tradicionales, en las que no es suficiente la participación anónima en la parroquia y menos todavía la realización individualista y solitaria de la existencia cristiana. La sociedad secular, las ideologías dominantes, la información derivada de otros intereses económicos o políticos, ideológicos y sociales, para los que la dimensión religiosa no cuenta: todo ello orientó a una reconstrucción de la fe desde bases estrictamente personales, desde una nueva inserción en la iglesia, desde unas articulaciones grupales con cuya ayuda la fe del individuo pudiera formarse y consolidarse, purificarse y defenderse. Estos grupos, legítimos y necesarios, pueden convertirse en minorías acendradoras de una fe más experiencial y misionera, o pueden degradarse en sectas.


IV. Hay todavía una cuarta expresión de este cristianismo católico, despuntando como brizna de nuevas floraciones, todavía apenas perceptibles, pero que llevan dentro de sí una nueva primavera. Me refiero a los bautismos y conversiones de adultos. No pocas madres y padres formados universitariamente entre los años sesenta y los noventa rompieron con su tradición católica, no bautizaron a sus hijos ni les legaron en familia oraciones, signos, experiencia religiosa alguna. Han pasado los años y esos hijos creciendo en la no fe se encontraron con las preguntas inevitables, con los interrogantes que inexorablemente exigen respuestas, con la propia vida por hacer, con el testimonio de creyentes ejemplares. Pidieron cuenta a sus padres de esa negligencia religiosa y estos, aturdidos y ya desilusionados de las revoluciones soñadas, no saben responderles. De estos que descubren la fe como un universo de valor, dignidad humana y promesa divina, los que antes no habían recibido el bautismo ahora lo piden y quienes ya estaban bautizados se integran para una nueva formación e inmembración personalizada en la Iglesia. Ellos ya no saben del nacionalcatolicismo, ni de Franco, ni de las disputas en torno al Concilio Vaticano II, ni de integristas y progresistas. Sencilla y radicalmente preguntan por Dios, se asombran ante Cristo, reconocen lo que ha sido la gran tradición de santos, mártires y escritores en la Iglesia. Más allá de sus padres y de su contexto en esta España convulsa se abren a Dios, se convierten a Cristo e integran en la Iglesia, porque saben que sólo desde dentro de ella la llama de la fe tiene pabilo y cera para seguir ardiendo sin consumirse.


Estas son las cuatro formas primordiales que veo en el cristianismo español. Cada una de ellas tiene sus acentos y establece sus primacías. Una pone en primer plano la dimensión institucional de autoridad y fidelidad a una tradición apostólica que hay que prolongar; otra la atención social y la innovación misionera; otra la experiencia sacramental y la identidad eclesial; la última subraya la dimensión de gracia y el valor humanizador propio de la fe. Estos últimos venidos a la fe explicitada saben lo que pueden y deben esperar de la ciencia, la técnica y la política, pero no las consideran un absoluto suficiente para su vida; y saben sobre todo que este mundo no es la última patria de las almas. Cada una de estas formas de cristianismo eclesial está ante un doble imperativo: cultivar con amor ilusionado y explicitud cotidiana su propio carisma, pero sin absolutizarlo. La afirmación de lo propio, la abertura y comunión con los demás, la remisión a los fundamentos constituyentes y a los criterios de autoridad son esenciales para ser católicos. Del apoyo recíproco, comunión y coordinación entre estas formas de iglesia depende hoy y en el futuro la presencia del cristianismo en España.

Junto a este cristianismo explícito yo quisiera reconocer a esa masa considerable de españoles que nacieron a la fe y crecieron en la iglesia, pero a los que los vendavales de la historia colectiva, los dramas y atajos de la vida personal, los han arrojado a costas extrañas. Ya no se sienten ni dentro ni fuera de la Iglesia, sino más bien como pecios de un súbito naufragio. Generaciones de universitarios y profesionales por un lado, y por otro de gente sencilla que fue trasterrada de sus aldeas a los barrios marginales de las grandes ciudades. Arrancados a los medios en que recibieron la fe y cambiadas las fórmulas de catecismo en que la aprendieron, ya no saben por qué han cambiado tantas cosas, qué es verdad, qué no se puede creer y qué se debe creer hoy con dignidad. Esa masa tiene el derecho a esperar de la Iglesia instituida una atención especial y un cariñoso cuidado pastoral. No se debe quebrar la caña cascada ni apagar la mecha humeante. Se trata de un cristianismo implícito, que no logra una explicitud coherente con las nuevas formas de vida; cristianismo perplejo, que puede desembocar en la gozosa explicitud renovadora de la fe o en el simple ateismo desilusionado. Hay otra expresión del cristianismo entre nosotros. Se trata de aquellos que habiendo nacido y crecido como cristianos han roto decididamente con el cristianismo por no reconocerle verdad teórica, por considerar que se ha degradado en la historia, que la Iglesia no responde a las necesidades últimas de la vida humana o que su propuesta moral no concuerda con las evidencias de la conciencia contemporánea. Sin embargo, valoran su legado cultural, social y humanitario, pero quisieran heredarlo desde otras claves, transfiriéndolo a interpretación secular y a propiedad civil. Es el cristianismo cultural o poscristianismo, ya sin fe y sin Iglesia, que en algunos casos se traduce como anticristianismo. La Iglesia tiene que ser consciente de ello intentando comprender esas trayectorias y proponiendo a todos el evangelio, también a este último grupo.

Tal es la complejidad de la presencia católica en la sociedad española, en la que a su vez desde su perspectiva propia y la correspondiente libertad religiosa colaboran otras expresiones del cristianismo y las de otras religiones. El diálogo en libertad hacia la verdad es el imperativo exigido tanto por la dignidad humana como por la dignidad de la religión y del cristianismo.

¿Estamos ante el fin del cristianismo? por Rafael González Martín.





Durante este fin de semana, me he encontrado con varias personas por las calles de mi ciudad, que me han comentado en relación al post del viernes. ¿ POR QUÉ HOY LA IGLESIA INTERESA POCO A A TAN POCA GENTE ?. Ellos creen que el motivo, es que se está llegando al final del cristianismo.

Lógicamente, es un error, desde mi punto de vista de conceptos y de ideas, cuando afirmamos, que se está llegando al final del cristianismo. En tal caso, tendremos que afirmar, que se está llegando al final del cristianismo que se vive en la Iglesia Católica.

Me explico. Yo creo que los estudios y explicaciones teológicas de hoy en día, deben de ir encaminados, a distinguir dentro del cristianismo católico, lo que son los evangelios y lo que es una religión. Ya que el evangelio viene de Jesucristo. Pero la religión no viene de Jesucristo.

Jesús no ha fundado ninguna religión. No ha fundado ritos; no ha enseñado doctrinas; no creó ninguna Iglesia; nada de eso.

Jesús se dedicó a anunciar y a promover el reino de Dios, tal como nos dice el Evangelio de la liturgia de hoy. Jesús lo que nos enseña, nos propone y nos llama, es a un cambio radical de toda la humanidad en todos sus aspectos. Un cambio, cuyos autores serán los pobres. Se dirige a los pobres pensando que solamente ellos son capaces de actuar con esa sinceridad, con esa autenticidad para promover un mundo nuevo. Y estos nos enseña los Evangelios.

La religión nace después de la muerte de Jesús, es decir, la religión es una creación humana. En el caso del Catolicismo, de los Discípulos de Jesús y los Apóstoles y los Padres de la Iglesia. Que fueron los que establecen los dogmas, ritos y doctrinas de los que seguimos a Cristo, según sus enseñanzas.

Por eso creo yo, que el cristianismo, no podrá desaparecer, ya que es una filosofia de entender la vida y construir un estilo de vida en este mundo, basado en las enseñanzas de Cristo, que fueron recogida por sus Apóstoles en los Evangelios. Lo que sí puede desaparecer es la religión, que interpreta esa filosofía de vivida en un momento determinado de la humanidad.

Y esto queda muy claro en el Evangelio de hoy : " En aquel tiempo, Jesús decía: " ¿ A qué se parece el Reino de Dios ? ¿ A qué lo compararé ? Se parece a un grano de mostaza que un hombre toma y siembra en su huerto; crece, se hace un arbusto y los pájaros anidan en sus ramas ". Y añadió: " ¿ A qué compararé el Reino de Dios ? Se parece a la levadura que una mujer toma y mete entres medidas de harina, hasta que todo fermenta ".

Jesús nos enseña que el Reino de Dios, es la FUERZA DE LA TRANSFORMACIÓN. Cuando el grano de mostaza se funde con la tierra; y cuando la levadura se funde con la masa, entonces es cuando producen su fruto y causan su efecto. Que quiero decir con esto, que las religiones, tienen la tendencia a destacar su presencia en la sociedad, queriendose situar por encima de las demás instituciones civiles, dictando sus normas. por que consideran que lo " sagrado " como la última referencia a la que se tiene que subordinar " lo profano, lo civil, lo laico ". Lo que así se consigue, es lo que hemos conseguido, que las personas y las instituciones se separen de la religión, por que no consiente la dominación. En cambio, el mensaje evangélico lo que transmite es una transformación del ser humano en el amor de Dios.

POR ESO JESÚS QUIERE QUE EL CRISTIANISMO, SEA UN PRINCIPIO DE TRANSFORMACIÓN DESDE LA LIBERTAD, Y NO UN PRINCIPIO DE DOMINACION. POR ESTO LOS EVANGELIOS SIEMPRE EXISTIRAN, PORQUE ACTÚAN COMO FUERZA TRANSFORMADORA. Y ESTA FUERZA, ES LO QUE PERMITIRÁ LA EXISTENCIA DEL CRISTIANISMO. POR ESTO, LA IGLESIA CATÓLICA DEBE DE VOLVER A LOS EVANGELIOS.

viernes, 22 de octubre de 2010

LA PARROQUIA ¿ASPERSIÓN O INMERSIÓN? por Florencio Salvador.





“[…]hoy la entendemos como comunidad de creyentes que se reúnen en asamblea y se dispersan en misión para vivir y testimoniar la vida cristiana.” (Casiano Floristán)

Antes que nada, despejemos la duda sobre las definiciones del titulo. Aspersión: esparcir o rociar. Inmersión: acción de introducir o introducirse en un ambiente determinado. (R.A.E.)
Hace unas semanas pude asistir a la conferencia inaugural de la Escuela de Teología de Écija, de la que formo parte. Un joven y afable sacerdote recién llegado a la ciudad de Écija, fue en encargado de impartirla y el tema de la misma fue “La Parroquia”. Sin lugar a dudas aseguro que fue muy interesante, sobre todo para un servidor que ha leído profusamente al añorado Casiano Floristán, concretamente el estudio que sobre la parroquia, realizo en su diccionario de Pastoral editado en San Pablo. Y es que el sacerdote ponente se refirió en varias ocasiones al teólogo Casiano, así como a la apuesta que este realiza sobre la posible teología de la parroquia y la aplicación de las conclusiones del Vaticano II respecto de la parroquia de hoy en día.

Benedicto XVI nos advierte que en la parroquia -territorialmente definida- se centra todo el grueso de la pastoral de la comunidad cristiana, “la parroquia esta llamada a ser cada vez más, signo e instrumento de actuación”. Advierte de la significación de la parroquia en los barrios de ciudades o pueblos, en los cuales por sus dimensiones y singularidades la parroquia es la “casa de las casas”, ya que está edificada en medio de ellas. Por ello, varios planes pastorales entre los que se encuentra el de nuestra archidiócesis de Sevilla, se centran en el titulo “La Parroquia, casa de la familia cristiana”. Otrora tiempos pasados, sabemos que la creación de la parroquia y su terminología radica más en la reunión de personas bajo cualquier circunstancia que en el aspecto únicamente religioso, aunque terminó por denominarse parroquia exclusivamente a la comunidad cristiana de un lugar concreto. El sacerdote, antiguamente era habilitado por el obispo para la cura de almas, y llevar a los fieles a la salvación, sea cual fuere el método a utilizar.


Pero, vueltos al siglo XXI en el que nos encontramos, y con los pies puestos en el suelo, responsablemente podemos hacer varias lecturas de lo que es y debe ser para cada uno la parroquia. Dejo claro que admito que esto no es un plato que se escoge a la carta, pues cada comunidad tiene su idiosincrasia, sus peros y sus contras. Quizás uno de los denominadores comunes de cada parroquia, es el gran esfuerzo que pastoralmente se realiza para llenar el templo o congregar en sí misma a un considerable número de personas. Repito, congregar en sí misma.

Congelamos esta frase y analizamos las características sociales de nuestros barrios en la actualidad, y nos podemos preguntar el porqué del desinterés de las personas en acudir voluntariamente a la parroquia. Los sacerdotes en gran medida, quizás por el peso del nombramiento están exentos de oír las expresiones cotidianas de las personas, que generalmente utilizan para referirse al concepto que tienen de la iglesia. Es real y doloroso en muchos casos y es lamentable en otros, pues igualmente se habla en casos sin un necesario conocimiento de causa. Pero sí existe el detonante de que por todos lados se espera un aparecer de los notables de la comunidad parroquial por los cabos de los barrios. Puedo decir aquí que se añora la época en la que el cura y responsables de la pastoral, caminaban junto a la gente.


Para muchas familias que viven a una distancia considerable de la parroquia, les supone un trastorno una vez en semana ir con el niño a catequesis. Otra vez en semana llevarle a misa y si es tiempo litúrgico fuerte, el acudir nuevamente a la iglesia a tal o cual celebración. ¿Comodidad innecesaria o pereza?. Cada cual tiene su razón, pero debemos preguntarnos nuevamente si esta absoluta centralización de la pastoral en el templo parroquial –con la soterrada intención de llenar el templo-, no lleva consigo el dejar de lado sectores de nuestros barrios que necesitan que se les lleve la palabra o se actúe cerca de sus vidas. Por ello lo de la inmersión. En muchos sentidos veo a nuestra iglesia demasiado afanada en la supervivencia más que en la expansión, cueste lo que cueste o cueste lo que le cueste. Digamos que actuara cual submarino que por su periscopio, mira hacia un lado y a otro, y por si las aguas estuvieran agitadas baja hasta las profundidades donde se encuentra su propia seguridad.

Desde esta perspectiva eclesial de la inmersión a la que me refiero, considero erróneo el principio de obligatoriedad, para hacer que las personas acudan a la iglesia. Me explico. Todo sacerdote, catequista o persona que desarrolle una vocación cristiana –yo incluido-, en alguna ocasión ha criticado el sentido mercantilizado y consumista de que se ha dotado al sacramento de la eucaristía o primera comunión. Pero quizás, la iglesia igualmente ha colaborado en esta dotación sacramental tan peculiar, al montarse en el carro de exceder la importancia del sacramento respecto de otros, y por el abusivo interés de los padres y familiares, obligar a estos a realizar actividades determinadas. Para los niños funciona la pedagogía de la obligatoriedad para crear hábito, pero esto es obsoleto en el caso de los demás miembros de la familia.

¿A cuantos actos parroquiales acuden los miembros de la comunidad con un sentido puramente voluntario, exonerando bodas y entierros?. No podemos olvidar que “la parroquia es comunidad de fieles […] no por la decisión de la familia, la costumbre o el sentido de la obligatoriedad”(C.F). Lejos de esto, hay que presentar atractivamente el mensaje evangélico, para que todos los miembros de la sociedad libremente lo tomen o lo dejen. Sobre todo aquellos jóvenes a los que la iglesia no les dice absolutamente nada al oído.


¡La gente que asistió!, manifiesta cualquiera ante un aforo completo y regocijándose del nivel de convocatoria. ¿Quién se pregunta por la calidad de los asistentes?. Entiéndaseme calidad respecto de la intención personal por el acto, lejos de mi calibrar la dignidad humana. Acaso, ¿no sería mejor, mantener una actitud de expansión dejando de lado cifras de asistencia deslumbrantes, huir de sensacionalismos y dar vida parroquial a esa otras vidas que viven lejos de la parroquia, y que ante esta se encuentran inamovibles?. Esto sería principio para la pastoral de aspersión. Una aspersión que llevara la actividad pastoral a iglesias filiales, casas de hermandad o locales y casas de personas particulares que situadas en la periferia de los barrios o núcleos concretos, verían –valga el termino- una pequeña sucursal de la parroquia que extiende sus brazos hasta la misma casa de la familia concreta. Una pastoral que se implique activamente en la vida de los otros, disponiendo cualquier medio para llegarse a testimoniar un cristianismo de actuación, responsable y humano, que lleve a los que nos desconocen a decir como aquellos de Antioquia: “mirad como se quieren los cristianos”.

No me considero pesimista, pero creo que el futuro de la iglesia radica en el pueblo y en las pequeñas comunidades de cristianos que se reúnen para celebrar y poner cosas en común. El redentorista Prudencio López Arróniz, escribió en este sentido en su libro “Es la hora de la experiencia de Dios”. El Padre Arróniz manifiesta en él, que generalmente los cristianos seguimos acudiendo a la iglesia sin llegarnos a tener una autentica experiencia de Dios. Lejos de esto, más bien acudimos por un sentido cultual o cultural. Digamos por una expresión únicamente ritual de la manifestación de la fe, dejando de lado la experiencia interior sin la cual el rito carece de sentido. Experiencia que llegará, cuando la comunidad, por circunstancias concretas y actuales se reduzca hasta una pequeña presencia cristiana, que por ser reducida será más íntima y más significativa, mas urbana, menos jerarquizada y más experimentadora de todas las posibilidades de Dios.


Por ello mismo quizás la iglesia desde los que somos miembros de ella, antes que esperar con, debemos de esperar en…; y mantener los oídos abiertos pues otros con sus testimonios nos llevan a buen seguro la delantera. No puedo estar mas en desacuerdo con nuestro actual papa respecto de la máxima de que «La Iglesia católica es la única que puede interpretar la Biblia». Lejos de esto, creo que de la misma manera que nuestra vida cristiana es el único evangelio que mucha gente leerá, igualmente hay otros que son legión, y que con sus vidas nos enseñan cada día de lo que es una interpretación de la sagrada Palabra, hecha humanidad y hecha amor. Colaboremos pues a este sentido de la autenticidad. Así sea

miércoles, 20 de octubre de 2010

Los aspectos internos de la crisis, por Jiddu Krishnamurti


¿Puede cada quien, que es responsable del conflicto y miseria dentro de sí mismo y por ende en el mundo, permitir que su mente-corazón esté embotado por erróneas filosofías e ideas? Si vos que habéis creado esta lucha y sufrimiento no cambiáis fundamentalmente, los sistemas, conferencias, tratados ¿producirán orden y buena voluntad? ¿No es imperativo que vos mismo os transforméis, puesto que lo que vos sois es el mundo? Vuestros internos conflictos tienen expresión en desastres externos.


Vuestro problema es el problema del mundo y únicamente vos podéis solucionarlo, no otro; no podéis dejarlo a los otros. El político, el economista, el reformador, es, como vos, un oportunista, un astuto urdidor de planes: pero nuestro problema, este humano conflicto y miseria, esta existencia vacía que produce desastres tan angustiosos, requiere algo más que maquinaciones astutas, más que las superficiales reformas del político y el propagandista. Requiere un cambio radical de la mente humana y ninguno puede hacer que esta transformación se efectúe, salvo vos mismo. Porque lo que vos sois, eso es vuestro grupo, vuestra sociedad, vuestro líder. Sin vos el mundo no es; en vos está el principio y el fin de todas las cosas. Ningún grupo, ningún líder puede establecer el valor eterno, excepto vos mismo.

Las catástrofes y la miseria vienen cuando los valores temporales sensorios predominan sobre el valor eterno. El valor permanente, eterno, no es resultado de creencia; vuestra creencia en Dios no significa que estéis experimentando el valor eterno, tan sólo la forma de vuestro vivir mostrará su realidad. La opresión y la explotación, la agresividad y la dureza económica, inevitablemente se suceden cuando la Realidad se ha perdido. La habéis perdido cuando profesando el amor a Dios, disculpáis y justificáis la matanza de vuestros semejantes, cuando justificáis el asesinato en masa en nombre de la paz, y la libertad. Mientras deis importancia suprema a los valores sensorios, existirá conflicto, confusión y dolor. El matar a otro nunca puede ser justificado y perdemos la significación inmensa del hombre cuando los valores sensorios quedan predominantes.

Tendremos miseria y tribulación en tanto que la religión esté organizada de modo que sea parte del Estado, el instrumento del Estado. Eso contribuye a tolerar la fuerza organizada como política del Estado; y así alienta la opresión, la ignorancia y la intolerancia. ¿Cómo puede entonces la religión, aliada con el Estado, cumplir su sola función verdadera, o sea la de revelar y mantener el valor eterno? Cuando la Realidad se pierde y no se la busca, hay desunión y el hombre estará en contra del hombre. La confusión y la miseria no pueden desterrarse por el proceso de olvido a través del tiempo, por la idea consoladora de evolución, que sólo engendra pereza, aceptación cómoda y el deslizamiento continuo hacia la catástrofe; no deberíais permitir que el curso de vuestras vidas sea dirigido por otros, para otros o en aras del futuro. Nosotros somos responsables de nuestra vida, no otro; somos responsables de nuestra conducta, no otro; ningún otro puede transformarnos. Cada uno debe descubrir y tener la experiencia de la Realidad, que es lo único en lo cual hay alegría, serenidad y la sabiduría suprema.

¿Cómo podemos, entonces, llegar a esta experiencia, a través del cambio de las circunstancias externas, o mediante la transformación desde dentro? El cambio exterior implica el dominio del medio ambiente a través de la legislación, la reforma económica y social, a través del conocimiento de hechos y mejoramientos inestables, ya sea por medios violentos o graduales. Pero ¿podrá la modificación de las circunstancias exteriores llegar a producir una fundamental transformación interna? ¿No es necesaria primero esta transformación interna para producir un resultado externo? Podréis, mediante la legislación, prohibir la ambición, ya que ella engendra la crueldad, la afirmación de sí mismo, la competencia y el conflicto; pero, ¿puede desarraigarse la ambición desde fuera? Suprimida en una forma, ¿no se afirmará ella en otra distinta? El motivo interno, el pensamiento-sentimiento privado, ¿no determina siempre lo exterior? Para producirse una pacífica transformación externa, ¿no debería primero efectuarse un profundo cambio psicológico? ¿Puede lo exterior, por más agradable que sea, producir contento duradero? El vehemente anhelo interno siempre modifica lo exterior. Lo que sois psicológicamente, eso es vuestra sociedad, vuestro estado, vuestra religión; si sois concupiscente, envidioso, ignorante, entonces vuestro ambiente será eso que vos sois. Nosotros creamos el mundo en que vivimos. Para que tenga lugar un cambio radical y pacífico, debe haber voluntaria e inteligente transformación interna; este cambio psicológico seguramente no ha de producirse a través de la coacción y si lo fuera, habría entonces tal conflicto interno y confusión, que de nuevo precipitaría a la sociedad al desastre. La regeneración interna debe ser voluntaria, inteligente, no obligada. Debemos buscar primero la Realidad y entonces solamente podrá haber paz y orden en torno nuestro.

Cuando abordáis el problema de la existencia desde fuera, se pone desde luego en marcha el proceso dual; en la dualidad hay conflicto interminable y ese conflicto no hace sino embotar la mente-corazón. Cuando abordáis el problema de la existencia desde el interior no hay división entre lo interno y lo externo, la división cesa porque lo interno es lo externo; el pensador y sus pensamientos son uno, inseparable. Pero nosotros falsamente separamos el pensamiento del pensador y procuramos de ese modo tratar tan sólo con la parte, educar y modificar la parte, esperando que en tal forma transformaremos el total. La parte va haciéndose más y más dividida y así, cada vez existe mayor conflicto, por tanto, debemos preocuparnos con el pensador desde dentro y no con la modificación de la parte, su pensamiento. Pero desgraciadamente la mayoría de nosotros nos encontramos atrapados entre la incertidumbre de lo exterior y la incertidumbre del interior. Esta incertidumbre es lo que debe comprenderse. La falta de certeza de los valores es lo que produce conflicto, confusión y dolor, e impide que sigamos un curso claro de acción bien sea del exterior o de lo interior. Si siguiéramos lo externo dándonos plena cuenta, percibiendo su significación total, entonces ese curso inevitablemente nos llevaría a lo interno; pero desgraciadamente quedamos perdidos en lo exterior por no ser suficientemente flexibles en la indagación de sí mismo. Al examinar los valores sensorios por los cuales son dominados nuestros pensamientos-sentimientos y al volverse conscientes de ellos, sin que haya selección, percibiréis que lo interno se aclara. Este descubrimiento traerá libertad y alegría creadora. Pero este descubrimiento y su experiencia no puede hacerlo otro por vos. ¿Quedaría vuestra hambre satisfecha por presenciar que otro comiera? A través de la propia autopercepción debéis despertar a los falsos valores y descubrir así el valor eterno. Puede haber cambio fundamental interno y externo sólo cuando el pensamiento-sentimiento se desenreda de los valores sensorios causantes del conflicto y dolor.

sábado, 16 de octubre de 2010

A una cristiana divorciada, por José Arregui





NO te conozco, pero tu rostro sufriente es el de muchas, y con eso me basta. También a Jesús le bastaría, pero él además conoce tu rostro y tu nombre, y si tú se lo permites, posará dulcemente sus labios en tu frente, y le contarás tus penas. Tú le harás feliz y él aliviará tus penas. Nada sé de ti sino el dolor de un amor frustrado (¿a quién le importan las razones?) y el doble dolor de no poder comulgar porque compartes tu vida con otro compañero; el Derecho Canónico te llama adúltera, y te prohibe acercarte a la mesa de Jesús.


Así de inhumano puede ser el Derecho Canónico cuando pone cualquier ley por encima de la carne que goza y sufre; cuanto más sagrada se considere, más perversa es la ley. Así de inhumana puede ser la Iglesia cuando alza los cánones por encima de las personas con sus penas y su dicha.


Yo te aseguro, amiga, que Jesús te besa en la frente y te dice: "¿Cómo puedes dudar en venir a recibirme, amiga mía, si soy yo quien siempre está deseando recibirte? ¿Por qué vacilas en compartir mi pan, si lo que más me gustó siempre fue comer con gente tachada de pecadora por leyes hipócritas, y por ello fui yo también condenado? Un día me sentí especialmente seguro del Dios de la vida, y me brotó del alma una sentencia redonda que los canonistas puntillosos jamás han entendido: El sábado es para el ser humano y no el ser humano para el sábado (Mc 2,27) (decir el sábado era para nosotros, los judíos, como decir la ley más sagrada e inviolable, ¡imagínate!).


Creo que, vagamente, tenía tu rostro ante mí cuando pronuncié esa máxima rotunda y feliz. Y fueron historias como la tuya las que inspiraron al profeta Isaías aquel oráculo divino que siempre llevé grabado en las entrañas: Misericordia quiero y no sacrificios (Mt 9,13). Yo no quise decir otra cosa en las parábolas de mis días más inspirados. No hagas caso, pues, de normas inhumanas, déjate llevar libremente adonde el corazón te guíe. Invítame, por favor, a tu mesa, y saborearemos juntos el pan y el vino santos de Dios".

Así te habla Jesús, amiga. Así hablaba a todas las personas heridas: Venid a mí, todas las que estáis fatigadas y agobiadas, y yo os aliviaré (Mt 11,18). Claro que no faltará quien te recuerde, con mejor o peor intención, que Jesús prohibió a un hombre separarse de su mujer e irse con otra, y a una mujer separarse del marido e irse con otro: Lo que Dios unió, que no lo separe el hombre (Mc 10,9).

Sí, es probable que Jesús hablara así, y no dejará de recordártelo cualquier canonista severo, y puede que algún clérigo sin entrañas te niegue ostensiblemente la comunión, cuando te acerques a la mesa de Jesús, hambrienta del cuerpo de Dios. No te aflijas por ello, no se lo tomes a mal, y busca en paz a alguien -serán innumerables- que te dé la comunión tan gustosamente como te la daría Jesús, porque él nunca se la negó a nadie, a nadie se negó, eso sí que no. Es más, el pan y el vino que compartes en casa con tu compañero, consagrados por vuestro amor, ya son para ti el mismo Jesús.

Y si te encuentras de frente con el clérigo o el teólogo inflexible, dile sin acritud y con firmeza: "Amigo, Jesús te ordenó solemnemente que, si te abofetean en una mejilla, presentes la otra (Mt 5,39). ¿Acaso lo cumples? Y si no lo cumples, ¿cómo es que vas a comulgar? Jesús te ordenó que, cuando un hermano tenga algo contra ti, no te acerques al altar sin haberte reconciliado primero (Mt 5,23-24). Yo tengo algo contra ti, porque tú me señalas con el dedo y me niegas la comunión y me hieres el alma. ¿Cómo te atreves a presentar tu ofrenda en el altar y a tomar el pan consagrado? ¿Te parece acaso que esos mandatos de Jesús son menos importantes que la indisolubilidad del matrimonio? Recuerda, amigo: Misericordia quiero, y no sacrificios. Y recuerda que el sábado se hizo para el ser humano y no el ser humano para el sábado.


Y comprende que si Jesús quiso que marido y mujer no rompieran, no fue para cumplir ningún mandato divino, menos aún para aumentar dolores en el mundo, sino en todo caso para ahorrarlos. Yo creo que Jesús nunca quiso salvar el amor en abstracto -¿tú quieres acaso defender los derechos del amor abstracto, del amor en general, o del amor por decreto? Un amor así yo no me lo puedo ni imaginar, ni puedo concebir que le guste a Dios-. Yo creo que a Jesús le interesaba solamente el amor de carne y nombre propio. Y creo que el dolor y la dicha fueron siempre su razón y su criterio".

Amiga, no te garantizo que con estos argumentos vayas a persuadir al canonista o al clérigo. Entonces, puedes decirles que si Jesús insistió en que la pareja -en aquel tiempo no había todavía "matrimonio canónico"- no se ha de romper, fue ante todo para que la parte más débil -entonces ciertamente la mujer- no se quedara tirada en el camino, pues aún no existían ni las calles. O puedes simplemente refrescarles la memoria, recordarles la historia, ante la que no resiste ninguna norma absoluta.


Puedes decirle, por ejemplo, que ya en los orígenes San Pablo y San Mateo, ellos al menos, admitieron excepciones para la supuesta "indisolubilidad" impuesta por Jesús: Pablo en el caso de parejas mixtas que no pueden vivir en paz (1 Cor 7,15), Mateo en el caso de "unión ilegítima" (Mt 19,9). Si ellos se permitieron esas excepciones -sobre cuyo alcance concreto no cesan de discutir los expertos-, ¿por qué nosotros no podremos permitirnos hoy las nuestras? Siguiendo su mismo lenguaje, ¿hay alguna unión más ilegítima que aquella en que el amor ya no existe y que no permite vivir en paz? Ésa es la pregunta decisiva, más allá de todos los cánones sagrados. Ése es el criterio evangélico, y por haberlo olvidado -y para salvar el cánon de la indisolubilidad-, nos hemos enredado en disquisiciones sobre la "nulidad" y en complejos procesos eclesiásticos cuyo desenlace depende directamente de las habilidades del abogado, las recomendaciones que uno tenga y los dineros que pueda uno gastar.

No, amiga. Es más sencillo. Dios nos llama a vivir en paz. Cuida el amor cuanto puedas, y cuando lleguen borrascas, procura salvarlo por tantas razones. Si amas y vives en paz con tu compañero o tu compañera, aun en medio de los conflictos cotidianos, eres sacramento de Dios. Pero si en tu primera pareja, por lo que fuera, han desaparecido el amor y la paz, habéis dejado de ser sacramento de Dios. Y si, en el incierto camino de la vida, has encontrado un nuevo compañero (o compañera, no lo sé), y se van curando tus heridas, y vuelves a amar y reencuentras la paz compartiendo el cuerpo y la vida, entonces eres de nuevo, sois de nuevo sacramento de Dios, aunque el Derecho Canónico te diga lo contrario.

Comulga en paz, amiga. Mastica despacio el pan en tu boca. Saborea a Jesús, a Dios, saborea la vida.

jueves, 14 de octubre de 2010

Entrevista a José Antonio Pagola, por Matías Vallés.





Por Matías Vallés
La Nueva España

- ¿Se considera una víctima?

- No. En mi libro presento a Jesús como conflictivo y peligroso, ahora he comprobado en mi propia carne que lo fue y lo será siempre. Cuando se conocen sus palabras de fuego, su libertad para defender a las personas, su proyecto de una sociedad al servicio de los últimos o su crítica a una religión vacía de compasión, Jesús genera reacciones encontradas de atracción o de rechazo. Creo que, en buena parte, mi libro ha suscitado inquietud cuando se ha captado que Jesús puede ser un desafío demasiado peligroso para la Iglesia actual.

- ¿El nombramiento de Munilla es un desafío de Rouco a la Iglesia nacional vasca?

- Es un error analizar lo ocurrido en San Sebastián desde claves exclusivamente políticas. Pienso, más bien, que lo que se vive en mi diócesis es, sobre todo, un conflicto eclesial que se está produciendo también en otras partes, como consecuencia de una confrontación entre dos modelos de Iglesia o dos sensibilidades sobre el contenido y significado del Vaticano II o sobre el quehacer de la Iglesia en la sociedad secularizada. Lo lamentable es que, por lo general, nuestras mutuas descalificaciones no nos están conduciendo hacia una Iglesia más fiel a Jesús y a su proyecto.

- ¿Tomaría Jesús las mismas decisiones que el Vaticano sobre la mujer?

- Jesús critica una sociedad patriarcal que establece el dominio y el poder del varón sobre la mujer. Esta actuación de Jesús nos está exigiendo hoy una revisión profunda de la situación injusta de la mujer en la Iglesia y en la sociedad, una toma de conciencia más viva de nuestra infidelidad a Jesús y un proceso valiente de renovación orientado a que la mujer pueda disfrutar de su dignidad, sus derechos y su protagonismo.

- ¿Jesucristo expulsaría a los mercaderes del Vaticano?

- No hay que esperar a que vuelva Jesús. Desde los millones de hambrientos y desnutridos de la tierra, desde los pobres olvidados por las religiones, desde las mujeres humilladas en todos los pueblos, Jesús nos está gritando ahora mismo a los dirigentes del Vaticano y a todos los que nos decimos cristianos que expulsemos de la Iglesia riquezas, poderes, grandezas o intereses que ocultan su mensaje de esperanza.

- ¿Jesucristo acabó en una fosa común como los desaparecidos de la Guerra Civil?

- No, históricamente es muy poco probable. Esta hipótesis del norteamericano John Dominic Crossan no encuentra apenas aceptación entre los especialistas.

- ¿Se puede seguir a Jesús sin seguir a su Iglesia?

- En estos momentos yo no encuentro otra manera mejor de seguir a Jesús que viviendo en esta Iglesia, pero esforzándome por convertirme yo mismo al Evangelio y trabajando por alentar en ella un clima de conversión a Jesús.

- ¿La crisis económica que tanto nos ocupa provocará un renacimiento de la espiritualidad?

- Observo que el deseo de espiritualidad se despierta sobre todo en personas que experimentan con fuerza el vacío existencial, el sinsentido de su vida, el hartazgo de bienestar. No es fácil vivir una vida que no apunta hacia ninguna meta.

- ¿Leerá el libro de Hawking que niega la existencia de Dios?

- No. Siempre me han interesado los trabajos de Stephen Hawking sobre astronomía, pero no sus conjeturas sobre Dios. Los expertos en el diálogo ciencia-fe afirman que ni las religiones pueden probar la existencia de Dios ni las ciencias su no existencia. Parece que el hombre moderno ha decidido que lo que el ser humano no puede probar científicamente, no existe.

- ¿Dios es necesario?

- Dios no es necesario para ganar dinero, adquirir poder o lograr bienestar. Tampoco para librarnos del mal, del sufrimiento o las desgracias de la vida. Dios nos sirve a los creyentes para enfrentarnos con una luz, un estímulo y un horizonte nuevo a la dureza de la vida y al misterio de la muerte.

- ¿Le gustaría mantener un debate abierto con Benedicto XVI sobre los contenidos de su libro?

- Me gustaría que en Roma se escucharan las diversas corrientes teológicas existentes en el seno de la Iglesia - no sólo en Europa- pero, sobre todo, me alegraría que la jerarquía liderara un movimiento de conversión a Jesucristo. Nada hay más urgente.

- Incluso sus críticos más acerbos se han rendido ante el brillante estilo literario de «Jesús».

- Lo que a mí me llena de alegría es comprobar que muchas personas que leen mi libro sienten a Jesús más vivo y cercano, encuentran un sentido diferente a su vida, se despierta en ellos el deseo de una vida más humana. Encuentran en mi libro algo que yo no he puesto.

- ¿Pensó alguna vez que se convertiría en un superventas?

- Nunca. De ordinario, el éxito de un libro se mide en esta sociedad por el número de ejemplares vendidos. Yo no lo creo así. De «El código da Vinci» de Dan Brown se han vendido millones de copias, pero yo lo considero un fracaso, pues no introduce verdad ni esperanza, no acerca al misterio de Jesús, no ayuda a vivir de manera más humana.

- ¿Qué saca un no creyente de la lectura de su libro?

- He recibido muchos cientos de cartas y escritos de lectores no creyentes. La mayoría me dicen que se han encontrado con un Jesús que ni siquiera sospechaban, algunos se han sentido llamados a replantearse su vida con más verdad y honestidad, bastantes se han sentido liberados de miedos y fantasmas religiosos que les han hecho sufrir mucho a pesar de haberse distanciado de la Iglesia, bastantes quedan conmovidos por un Dios amigo que ama con amor increíble e inmerecido a todos sus hijos. Algunos dicen: Ojalá exista ese Dios. Otros se animan a trabajar por un mundo más humano y justo.

miércoles, 13 de octubre de 2010

La Derecha extrema tiene hoy voz en muchos periódicos y televisiones españolas. Jose María Izquierdo repasa la prensa.




Hombre, qué les voy a decir a ustedes. ¿Se sorprenden de que mande en los periódicos el abucheo al presidente del Gobierno? Está bien y es natural. Ese es el juego democrático. Los asistentes a cualquier acto público pueden expresar en libertad su opinión sobre los gobernantes. Podríamos insinuar un poco de respeto para algunos momentos especiales, máxime si los asistentes, como es de suponer, son amantes de las Fuerzas Armadas, y por ello acuden a una parada militar. Pero no parece que vaya a tener el menor éxito una llamada a la educación cuando están en juego los hooligans. Alguno de nuestros chicos, hoy del regimiento, profetiza, haciéndose el listo o curándose en salud, que los periódicos afines al Gobierno –ya me contarán ustedes dónde está esa batería de periódicos venga y venga a alabar a Zapatero- dirán que quienes pitaban eran de derechas. ¿Y qué otra cosa van a ser? No es creíble para nadie con dos dedos de frente que los militantes de la izquierda, desde IU hasta el extremo del PSOE, amén de otras formaciones de izquierda, incluso sindicalistas enrabietados, fueran quienes ayer se acercaron al madrileño Paseo de la Castellana para aprovechar el desfile y pitar al presidente del Gobierno. Insisto: está bien, es natural y es el juego democrático. La derecha pita al gobierno, que es del PSOE. Tan lógico como si hubiera sido a la inversa. Y si además entran en liza los jóvenes leones del partido de la oposición, más la ultraderecha organizada, pues aún más natural. Como lo es que se lance algún puntapié a Chávez por la ausencia de la bandera venezolana.

¿Pasa algo?, se dirá algún miembro chulo del equipo de Zapatero. Peor sería que los coroneles de la Legión nos cruzaran la cara con las fustas. Ya verán, ya.

La Razón: “Otra fiesta amarga para Zapatero: pitada antes, durante y después del desfile”. Sumarios: “Los gritos de ‘dimisión’ empañaron el homenaje a los caídos”; “El Rey y el Príncipe lamentan los abucheos”; “Para evitar las pitadas se alejó al público y se subió el volumen de la megafonía”. La foto es para la bronca –ya sería menos- que al parecer tuvieron en público Alberto Ruiz Gallardón y Zapatero por las financiación de los Ayuntamientos. La Razón dice primero no y después sí: en el editorial se lamentan las pitadas, pero también ese choque que les contamos, por no ser el lugar ni el día adecuados. Aunque, claro, no faltaría más y es el alcalde de Madrid quien “tiene razón en las causas de su malestar”. Tendrá razón pero a lo mejor es que está un poco nervioso porque la deuda de su consistorio era a finales de 2009 de 6.762 millones de euros, que se dice pronto, el 23,5% de toda la deuda de los ayuntamientos españoles, 4,25 veces lo que deben Barcelona y Valencia juntas. Como para no discutir...

Alfonso Ussía, miren ustedes por dónde, no tiene ni una palabra de condena para quienes con esas protestas deslucieron ayer el homenaje a quienes desfilan “al paso de la decencia y el honor”. Ni tan siquiera le molestaron, o al menos nada dice de ellos, los gamberros que no guardaron silencio cuando el protocolo lo exigía en recuerdo a los caídos, que todo vale si hablamos de chillar a Zapatero. Ussía es de los que advertía al tiempo que justificaba: “¡Qué zipizape, qué marimonera, qué pelotera, qué trapatiesta, qué ridículo! Sus medios afines dirán hoy que el público era de derechas. Era el pueblo, monines. Todo consecuencia de las mentiras, del desgobierno, de la errática y funesta política social y económica. Bronca a la inutilidad, a la incompetencia, a la falsedad y al resentimiento”. ¿Sería don Alfonso de los que pitaban? También le suelta zapatazo a Chávez con su acostumbrada educación: “Se dice que el abanderado venezolano se puso malito (...) Mejor.Ya desfilará [la bandera] por la Castellana cuando Venezuela y los venezolanos se libren del millonario primate. No millonario de nacimiento o trabajo sino como consecuencia de su sentido de la distribución marxista del dinero del petróleo. Casi todo para mí y un poquito para los que estén de mi lado”.

Y sin irnos de La Razón, sólo advertirles que no se les ocurra pasarse por Sevilla, que su vida corre peligro: “La Junta de Andalucía convierte a Sevilla en la capital del aborto y la eutanasia”. ¿Y eso?, se preguntarán ustedes. ¿Llenarán de tremendo instrumental quirúrgico e innúmeras guillotinas el Parque de María Luisa? No se me alarmen, no se me alarmen. Pasa que el día 23 se inaugura en aquella capital un Congreso Internacional de Profesionales del Aborto y la Contracepción. ¿Han leído que son profesionales? Trece días después, habrá un acto en la Facultad de Derecho con el siguiente título: “Derechos en conflicto: aborto, eutanasia y objeción de conciencia”. ¿Capital de qué? Ya les digo que nos hemos vuelto o, mejor, se han vuelto locos.

El Mundo reserva menos espacio en primera a la pitada –“Defensa acusa del abucheo contra Zapatero a ‘grupos organizados’”- porque necesita las cuatro columnas para otro titular: “EEUU constata que su ‘presión’ cambió la política de Zapatero”. Y en un sumario añade que “junto a la UE y el FMI le llevaron al plan de ajuste”. O sea, lo que ya sabíamos todos pero dicho meses después. Bueno. Dentro, columna de Federico Jiménez Losantos, hoy tan retorcida que parece obra de Bernini: “La verdad es que yo no sé si son de extrema derecha, de extrema izquierda o de extremo centro [quienes pitaron a Zapatero]. Lo que son es extremadamente zapateristas, sin respeto a los difuntos. Porque no respetar el toque de oración, la evocación silenciosa de los muertos por España, es muy parecido a lo que hace el Gobierno saqueando las tumbas del Valle de los Caídos. ¿Cómo van a respetar a los vivos quienes no respetan a los muertos? Hasta los que le abroncan son ya fruto político de Zapatero”. Les digo el título del editorial de El Mundo y ya se imaginan el resto: “Un presidente tutelado, burlado y abucheado”. Por si tienen un mal día o han tenido una mala noche: tutelado por Obama, la UE y el FMI; burlado por Chávez y abucheado por el público asistente al desfile.


Abc titula “Otro desfile deslucido por la bronca a Zapatero”. Del editorial, “Otra fiesta del 12-O con bronca”, nos quedamos con el sumario: “Los gritos de ‘Zapatero, dimisión’ ni son nuevos ni plantean nada diferente a lo que las encuestas configuran hoy como un deseo mayoritario”. Martín Ferrand se decanta por comentar el ofrecimiento, según él, que ha hecho Carmen Chacón de su persona para suceder a Zapatero. Si él lo dice... Ignacio Camacho, miren por dónde, quita importancia a las pitadas de ayer al presidente: “De todos los abucheos que puede recibir Zapatero, el que menos le importa es del desfile del Pilar, tan tradicional que pronto habrá que incluirlo en el programa de actos. Esa bronca molesta al Rey, incomoda al Príncipe y pone en aprietos a las Fuerzas Armadas, testigos forzosos de un maleducado ajuste de cuentas que no va con ellos, pero al presidente lo reafirma en el papel que más le gusta, el de líder progre y pacifista repudiado por la derecha radical; desde su punto de vista es un ingrato gaje de oficio que no le compromete un solo voto y en cambio lo retrata por el perfil amable de víctima de los exaltados (...) Lo que de verdad inquieta a Zapatero no es que le silben en la Castellana sino que lo hagan en Rodiezmo, y eso ya le ha empezado a suceder hasta el punto de haber tenido que quitarse de en medio”. Se me olvidaba decirles que Abc también lleva en primera el anuncio de un nuevo capítulo de la serie sobre Regeneración. : “El PP incluirá en su programa un capítulo sobre la regeneración”. Y añade: “Rajoy retoma la antorcha regeneracionista y llevará a los comicios de 2011 las propuestas del pacto anticorrupción que lleva meses congelado”. ¿Se acuerdan lo que les decíamos de la regeneración de Aznar el lunes? ¿Sabemos ahora a qué ha venido la serie de Abc?


¿Y qué les voy a decir de La Gaceta? Título: “Monumental bronca a Zapatero”. Y el parte diario de su director, Carlos Dávila: “Ni siquiera la burda manipulación de TVE logró tapar el rechazo brutal a Zapatero. Cuando ya se despedía, cuando iba a subir a su coche oficial, instante en que arreció la bronca, TVE se puso unos instantes en verde, como una carta de ajuste de las antiguas. Pero fue inútil. Este hombre, aún presidente, notó por quinta vez consecutiva, pero en esta ocasión de modo más espectacular que nunca, la repulsa general de las gentes que ya no le soportan. El desfile de ayer pareció más una Cabalgata de Reyes, una parada casi circense, que una marcha militar. Un desastre de organización con el público literalmente entre rejas. Fue un día de la Fiesta Nacional pasado entre broncas. Un horror”.

Por cierto que el vídeo de hoy de Pedro J. Ramírez -¿les gustó el de ayer?- comienza de la siguiente manera: “Es posible, en efecto, que hubiera grupos organizados a través de Internet para abuchear a Zapatero (...) no tanto vinculados a las nuevas generaciones del PP, la mayoría de cuyos miembros son jóvenes demócratas respetuosos con los demás, sino tal vez próximos a la extrema derecha que renace, y no hay más que ver cómo en el quiosco ya hay quien llega marcando el paso a dar satisfacción a los nostálgicos de El Alcázar”. Curioso, ¿verdad? Pero sí, hoy le damos la razón a Pedro J.: “No hay más que ver cómo en el quiosco ya hay quien llega marcando el paso a dar satisfacción a los nostálgicos de El Alcázar”.


Y vamos a terminar con dos apuntes breves referidos a los grandes historiadores que tanto hacen por sacarnos del muladar de nuestra indigencia intelectual. César Vidal y Federico Jiménez Losantos siguen dando, impertérritos, sus clases de historia en es.Radio. Hablaron de la reunión entre Franco y Hitler en Hendaya y cómo pudo influir en la posición del dictador durante la Segunda Guerra Mundial. Nada añaden a lo sabido, claro, ¿qué podían añadir?, pero les cuento, por graciosa, la recomendación final a los oyentes: “Para los que quieran ahondar en el asunto, César Vidal recomienda uno de sus libros: 'Intrépidos y sucios: los españoles vistos por Hitler', que aunque el autor advierte que está descatalogado, “éste es el único estudio donde se recoge lo que Hitler pensaba de España y de los españoles y cómo esa peculiar visión influyó en su política". Para que nadie se equivoque.


Y para conmemorar el Día de la Fiesta Nacional, aun en la retina los legionarios que ayer desfilaron por la Castellana, les voy a transcribir un pedacito del blog de Pío Moa. Concretamente el que recoge una carta dirigida a la ministra de Defensa, Carmen Chacón y enviada a la prensa, según Moa, de Mariano Cañas, Coronel Infantería, Tercio Gran Capitán, que damos por obvio, aunque vaya usted a saber, que debe estar en la reserva. Éste es un párrafo de la carta que publica, íntegra, el apóstol del franquismo: “Está usted constantemente ofendiendo a las Fuerzas Armadas, prohibiendo honores que han sido tradicionales en Toledo, que tenían a gala los cadetes escoltar el Santísimo en la procesión del Corpus, ofendiendo y ocultando a los que solamente en un bando fueron héroes como es el caso del General Moscardó, la que según se dice, quiere prohibir la Salve Marinera, la que quiere que los legionarios no hagan honores al Cristo de la Buena Muerte. Si en mis tiempos de oficial de la Legión, se hubiera alguien atrevido a insinuar cosa semejantes todos los oficiales legionarios y jefes que ostentaban la medalla militar individual, le hubiéramos cruzado la cara con las fustas, porque con la mano hubiera sido un deshonor el hacerlo”.


Estas cosas publican los insignes historiadores.

viernes, 8 de octubre de 2010

VIII Jornadas Integrales, 16 y 17 de Octubre de 2010, Universidad de Murcia.



VIII Jornadas Integrales
Murcia 2010


Evolución de la Consciencia y Política




Sábado 16 de Octubre de 2010


9:00 - 9:30 Entrega de acreditaciones
9:30 - 10:15 Bienvenida, introducción y meditación (Raquel Torrent)
10:15 - 12:00 Práctica Integral de Vida (Terry Patten via teleconferencia)
12:00 - 12:30 World Cafe
12:30 - 13:30 Teoría de sistemas, Gaia y el holismo reduccionista (Alejandro Villar)
13:30 - 14:30 Espiritualidad y Política (Cristobal Cervantes)
14:30 - 16:00 Comida
16:00 - 17: 00 Medicina Integral (Leontino García)
17: 00 - 17:10 Meditación
17:10 - 18:10 Creación y desarrollo de las Comunidades Integrales (Paloma Zamora)
18:10 - 18:20 Streching
18:20 - 19:50 Sesión de Preguntas y Respuestas con Ken Wilber. Traducción: Raquel Torrent. (Ken Wilber via teleconferencia)
19:50 - 20:00 Descanso
20:00 - 20:30 Acto musical (Luis Paniagua)

Domingo 17 de Octubre de 2010

8:30 - 9:00 Meditación
9:00 - 10:00 Matemáticas Integrales (Felix Belzunce)
10:00 - 10:10 Streching
10:10 - 11:10 Con-padecer. Nuevos enfoques de la Investigación Histórica (Alejandro García García)
11:10 - 11:40 World Cafe
11:40 - 12:40 Debate (Todos los ponentes)
12:40 - 13:00 Descanso
13:00 - 13:30 Acto musical (Luis Paniagua)
13:30 - 14:30 Rueda Final: ¿que hemos aprendido?
14:30 Clausura de las VIII Jornadas


Raquel Torrent Psicóloga. Terapeuta Integral, consultora transpersonal, creadora y profesora de la Formación Integral, escritora y Presidenta de honor de la Asociación Integral Española.
Terry Patten (teleconferencia) Coach, profesor y autor de cuatro libros que investigan fórmulas para integrar prácticas antiguas y modernas con el objetivo del desarrollo de la conciencia.
Alejandro Villar Doctor en Biología y profesor de Yoga. Autorizado para usar el proceso Big Mind de Genpo Roshi en sus talleres.
Cristobal Cervantes Director de Oficina del SPEE (ex INEM) y participante durante casi 30 años en movimientos sociales, sindicales y políticos. Editor del blog Espiritualidad y Política.
Leontino García Médico Hematólogo del Hospital “Virgen de la Arrixaca” de Murcia
Paloma Zamora Psicóloga Clínica, psicoterapeuta gestalt, formadora de profesores de Yoga de la Asociación Internacional yoga Yoghismo. Promotora de Comunidades Integrales en la red COPLANET
Ken Wilber (teleconferencia) Ensayista americano de gran producción intelectual sobre temas de psicología, filosofía y religión. Creador e inspirador del movimiento integral.
Luis Paniagua Músico, compositor y productor
Felix Belzunce Catedrático de Estadística e Investigación Operativa de la Universidad de Murcia y Profesor de Yoga
Alejandro García García Profesor de Historia. Universidad de Murcia.


Dónde:
Paraninfo Campus de La Merced, Murcia, España

Entradas:

•25 € en taquilla
•15 € anticipada
•5€ alumnos/as Universidad de Murcia

jueves, 7 de octubre de 2010

Etty Hillesum, una de las más conmovedoras místicas modernas, influida por el pensamiento de Jung. Texto de Leandro Siqueiros.



Mucha gente ha oído hablar de Anna Frank. Pero pocos conocen a Esther "Etty" Hillesum. Etty, como era llamada por sus amigos, nació en Middelburg (Holanda) el 15 de enero de 1914. Escribió un diario íntimo y extenso entre 1941 y 1943, durante la segunda guerra mundial. En este diario manifiesta sus sentimientos durante su cautiverio en el campo de concentración de Auschwitz, en Polonia, donde falleció. El diario de Etty muestra una experiencia religiosa impresionante vivida desde una experiencia dramática de sufrimiento en las tormentosas circunstancias de la persecución nazi a los judíos. Por Leandro Sequeiros.



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Tomado de
http://www.tendencias21.net/El-diario-de-Etty-Hillesum-buscar-a-Dios-en-el-Holocausto_a4060.html

El diario de Etty Hillesum se asemeja al de Anna Frank, pero escrito por una joven de 27 años. Sus escritos se publicaron en Holanda, donde tuvieron gran resonancia. En estos años se han publicado muchos de sus escritos y se han traducido al castellano. La mayor parte de sus escritos componen el Diario escrito entre 1941 y 1843 que se había publicado parcialmente. En fecha reciente, ha visto la luz en Canadá una edición de todos sus textos completos y traducidos al inglés. De este hecho acaba de publicar un extenso comentario el teólogo José Ignacio González Faus en Actualidad Bibliográfica de filosofía y teología (Selecciones de Libros) [julio-diciembre de 2009, núm. 92, pág. 159-166].

Faus es uno de los mayores conocedores del pensamiento de Etty. Pero, ¿por qué recogemos aquí esta síntesis explicativa de la experiencia religiosa de Etty? La verdad es que los sentimientos religiosos constituyen un portentoso enigma en que se muestra el enigma metafísico último del universo. La ciencia, la filosofía, la neurología, se han preguntado lo que se esconde detrás de la experiencia religiosa. Sin embargo, ¿qué es la experiencia religiosa? La apertura de Etty, desde el dramatismo de su vida, a las experiencias religiosas profundas que aquí relatamos, permiten que nos acerquemos a la intuición de qué hablamos cuando hablamos del papel que la experiencia religiosa juega en la existencia humana.

Su nombre era Esther Hillesum y había nacido el 15 de enero de 1914 en Middelburg, en Holanda. Allí, su padre, el doctor Louis Hillesum, enseñaba lenguas clásicas. Luego la familia se trasladó a Tiel, luego a Winschoten y finalmente, en 1924, se establecieron en Deventer, una pequeña ciudad de la Holanda oriental. Esther tenía dos hermanos varones, Mischa (nacido en 1920) y Jaap (nacido en 1916).

El padre de Etty era un gran estudioso. Su esposa, Rebecca Bernstein, había nacido en Rusia y desde aquí escapó a Holanda tras en llamado enésimo pogrom (exterminio, en ruso). Según su hija Esther, era una mujer pasional, muy desordenada y distinta del marido en casi todo.
En los años en que vivieron en Deventer, la orientación personal de Etty no estaba todavía bien definida. Era una muchacha brillante, intensa, que tenía la pasión de la lectura y del estudio de la filosofía. Su hermano Mischa era un gran músico que a los 6 años tocaba a Beethoven en público. Para muchos era considerado uno de los pianistas más prometedores de Europa. El más joven de la casa, Jaap, era estudiante de medicina.

El drama del nazismo y de la guerra mundial

Etty obtuvo su primer diploma en Derecho en la Universidad de Ámsterdam; después se matriculó en la facultad de Letras para el estudio de las lenguas eslavas. Más tarde, cuando comenzó a estudiar la carrera de psicología, estalló la guerra.

El día 15 de julio de 1942, gracias al interés de algunos amigos, Etty encontró trabajo como mecanógrafa en una de las secciones del Consejo Hebraico. Como en otros territorios ocupados, esta organización había nacido bajo la presión de los alemanes y actuaba de puente entre los nazis y la población judía.

Desde agosto de 1942 hasta el fin de septiembre de 1943, Etty Hillesum se ofreció voluntaria para trabajar como asistenta y enfermera en el campo de concentración de Westerbork, como enviada del Consejo Hebraico. Gracias a un permiso especial de viaje, pudo volver una docena de veces a Amsterdam. Actuó como correo de la resistencia y llevaba consigo cartas y mensajes de los prisioneros, además de recoger medicinas para llevar al campo.

Etty se sentía muy afectada por la persecución sufrida por los demás judíos. Es la época en la que comienza un camino de interiorización personal que expresa con gran profundidad en sus diarios:

«Viernes (…) Y ahora parece que los judíos no podrán más entrar en los negocios de fruta y verdura, que deberán entregar sus bicicletas, que no podrán subir más a los tranvías ni salir de la casa después de las 8 de la noche. Sí, me siento deprimida por estas disposiciones; esta mañana, por un momento, he percibido estas normas como una amenaza plomiza, que buscaba sofocarme, pero no es por la disposición en sí. Me siento simplemente muy triste, y entonces esta tristeza busca confirmación. No son nunca las circunstancias exteriores, es siempre el sentimiento interior –depresión, inseguridad, etc.– que da a estas circunstancias una apariencia triste o amenazante. En mi caso, funciona siempre del interior al exterior, nunca viceversa. A menudo las disposiciones más amenazadoras –y son muchas actualmente- van a quebrarse contra mi seguridad y confianza interior, y una vez resuelta dentro de mí, perdono mucho de su carga temerosa.» (Diario, 12 de junio de 1942).

La salud de Etty se resintió mucho a sus 27 años por lo que tuvo que ser ingresada en el hospital de Amsterdam. Ante la barbarie que percibía a su alrededor en una Europa enloquecida, Etty se refugia en la experiencia religiosa interior y especialmente en la oración íntima e intensa. Escribe:

«(…) Las amenazas y el terror crecen día a día. Me refugio en la oración como un muro oscuro que ofrece seguridad, me refugio en la oración como si fuera la celda de un convento; ni salgo, tan recogida, concentrada y fuerte estoy. Este retirarme en la celda cerrada de la oración, se vuelve para mí una realidad siempre más grande, y también un hecho siempre más objetivo. La concentración interna construye altos muros entre los cuales me reencuentro yo misma y mi totalidad, lejos de todas las distracciones. Y podré imaginarme un tiempo en el cual estaré arrodillada por días y días, hasta no sentir los muros alrededor, lo que me impedirá destruirme, perderme y arruinarme.» (Diario, 18 de mayo de 1942)

Etty Hillesum, en Auschwitz y ejecutada

Mientras, seguía aumentando el número de deportaciones de civiles judíos. En el año 1943, Etty llegó a la conclusión de que la prisión era inevitable y se negó a aceptar los escondites que se le ofrecieron para no ser capturada por la Gestapo. Después de meditarlo, Etty se entregó a las SS el día 6 de junio de 1943, junto a sus padres y a sus hermanos.

La última parte del diario fue escrita después del primer mes en prisión en el campo de Westerbork. Algunas de las últimas frases dicen:

«Quisiera vivir muchos años, para poder explicarlo posteriormente. Mas si no se me concede este deseo, otro lo hará, otro continuará viviendo mi vida, desde donde terminó» (...) «Si llegase a sobrevivir esta etapa, surgiré como un ser más sabio y profundo. Más si sucumbo, moriré como un ser más sabio y profundo».

Etty dejó sus diarios a unos amigos, con los que también mantuvo una larga correspondencia durante su encarcelamiento en Westerbork. En una de las cartas afirma:

«Jopie, Klaas, mis queridos amigos: desde mi litera, que es la tercera hacia lo alto, quiero desencadenar sin demora una verdadera catarata de cartas. Dentro de pocos días tendremos un límite a toda nuestra correspondencia; yo me volveré oficialmente "residente en el campo" y podré mandar sólo una carta cada dos semanas y deberé entregarla abierta. Y hay todavía algunas cosas de las cuales quiero hablar con vosotros. ¿Es cierto que he escrito una carta tan desalentadora? Casi no llego a creerlo. Es cierto que hay momentos en que uno cree verdaderamente no poder seguir más adelante. Pero después siempre se va adelante, también esto se aprende con el tiempo; pero el paisaje que tenemos alrededor aparece de improviso mutado, el cielo se vuelve bajo y negro, nuestro modo de sentir la vida sufre grandes mutaciones y nuestro corazón se vuelve completamente gris y milenario. Pero no es siempre así. Un ser humano es una cosa bien singular. La miseria que reina aquí es verdaderamente indescriptible. En las grandes barracas se vive como topos en una cloaca.» (Carta de 3 de julio de 1943)

Este intercambio epistolar terminó con una tarjeta postal con fecha 7 de septiembre de 1943, arrojada desde un camión de ganado. Describe la repentina inclusión de ella y su familia en un transporte hacia Auschwitz que salió con 987 reclusos, incluidos 170 niños. La postal se despide con estas palabras: «Me esperaréis, ¿verdad?».
Se conoce el testimonio de ocho personas que sobrevivieron a este transporte hacia la muerte en Auschwitz. Todos coinciden en que los padres de Etty fueron gaseados a su llegada, el 10 de septiembre de 1943. La muerte de Etty está registrada en un informe de la Cruz Roja el 30 de noviembre de 1943, y la de su hermano Mischa el 31 de marzo de 1944. Jaap, que había sobrevivido al holocausto, falleció el 17 de abril de 1945 en Lubben, mientras retornaba a Holanda.

Los diarios de Etty Hillesum


Después de la violenta muerte de Etty Hillesum se editaron diversas ediciones de sus escritos, en especial de sus diarios. En castellano existen diversas traducciones, por lo general parciales y que han permitido llevar su pensamiento y su espiritualidad al público de habla hispana.

Uno de los autores que más han contribuido a la difusión de sus escritos es el teólogo José Ignacio González Faus. Últimamente ha publicado una amplia recensión en la revista “Actualidad Bibliográfica”, de la edición completa de sus diarios [“The letters and diaries of Etty Hillesum. Completed and unabridged”. Novalis, St. Paul University, Ottawa 2002. Pgs. 788. ISBN 2-89507-343-0].

Fuera de la primera edición holandesa, -según Faus - no existe otra edición íntegra del diario de Etty, salvo ésta que merece mil parabienes por su buena factura y la cantidad de notas (un total de 671). Estas notas sitúan e identifican a casi todos los personajes, parajes y citas que aparecen en el diario. Se supone que estas notas están transcritas de la edición holandesa, porque alguna de ellas la cita también P. Lebeau en su libro sobre Etty.

La edición habitual -y oficial- que circula en más de 20 lenguas (“Una vida conmocionada”) sólo representa la mitad del diario completo. La necesidad de reducir su extensión era comprensible porque se trata de un texto larguísimo, lleno de inevitables repeticiones. Por otra parte, puede ser discutible que la selección de textos para la edición "oficial" sea la más acertada.

En opinión de Faus, el texto íntegro que aquí comentamos aporta informaciones importantes sobre la figura y la vida de Etty. Sobre todo en lo que afecta a su relación con el psicólogo Julius Spier (al que llama simplemente “S” para ocultar su identidad) y a la primera parte del diario, que es la que ha sido más recortada, en la que el problema no es sólo su relación con Spier, sino ella misma. Se percibe mejor cuán complicada era aquella muchacha, así como también el enorme influjo positivo de Rilke, sobre todo en la primera parte de su proceso.

Hay también en esta edición completa de su diario, algunas referencias nuevas al tema religioso que acabará ocupando todo el final del diario, y también más alusiones a las primeras tentaciones de suicidio. Pese a ello, la sensación de que la vida no deja de tener sentido sólo porque ella se encuentre mal, la acompañó siempre y fue, seguramente, una de sus anclas de salvación. También se percibe mejor el influjo de lo que leía y las citas de pasajes que copia, varios de los cuales son fragmentos de cartas a Spier o de frases de éste. Y se expresan y analizan mejor sus primeras dificultades para escribir.

Aflora también su problema por la doble relación (con Han y con Spier), que en la edición oficial casi no se percibía: Etty constata que siente una verdadera pasión por éste y una tierna compasión por aquel. Aflora igualmente el problema del tabaco: en la fotografía más repetida, Etty aparece con un cigarrillo en la mano; aquí sabemos que hacia el 16 de abril de 1942 decidió dejar de fumar, porque comprendió que no tenía sentido estar esperando para construir un mundo mejor después de la guerra, y ser esclava de ese veneno destructor (Etty fumaba varios paquetes al día).

De todos modos el problema fundamental y la mayor aportación de esta edición completa, reside – en opinión de González Faus - en su relación con Spier, que fue mucho más complicada. Esta relación no quedó resuelta en el primer año -como permite sospechar la edición reducida-, sino que duró casi hasta la muerte del psicólogo que, en medio del dolor, supuso una verdadera liberación para ella.

Los primeros días de marzo del 42 fueron decisivos en su proceso: en ellos llegó a escribir en el diario tres o cuatro veces al día. Además de estar enamorada, Etty tuvo una verdadera dependencia de él que la impulsaba a llamarle o escribirle varias veces al día. De Spier recibió las Confesiones de Agustín, un Nuevo Testamento, el Kempis... y el Decamerón. Como suele ocurrir en este tipo de relaciones, pasó por momentos de cólera cuando -según ella- Spier se estaba “volviendo un santo” y ella le deseaba más que nunca. Una ira que, como también suele ser habitual, terminaba al llegar la noche. Y con alguna frase prototípica de esta clase de relaciones: “I am very angry with him. I so want to be in his arms”.

Etty, buscadora de Dios

La evolución espiritual y religiosa del Etty ocupa el primer plano en su diario. Se inicia con una Etty que es una mujer laica y que no practica ninguna religión. En esta etapa de su vida, el nombre de Dios aparece en el diario más como una expresión literaria o como un factor sociológico que con un sentido de fe religiosa, como dice González Faus.

Poco a poco la espiritualidad de Etty va presentando una serie de tonalidades, colores y acentos propios. Pero a la vez, están muy cercanos a nuestra realidad actual.

En primer lugar, Etty se mostrará cada vez más sensible a la presencia de Dios. Es una presencia en todas las cosas y en todos los seres. Una presencia que unifica totalmente su ser. Una presencia que le hace sospechar que Dios tiene que ver con la búsqueda de la liberación interior y con la sensación que tantas veces ha sentido de que la vida merece la pena a pesar de todo.

Tratando de encontrarse a sí misma, se convierte en Buscadora de Dios.
Un rasgo que destaca en su camino espiritual es que va descubriendo a Dios en su interior.

Se va sintiendo habitada por Dios. Escribe:

“Dentro de mí hay un pozo muy profundo. Y ahí dentro está Dios. A veces me es accesible. Pero a menudo hay piedras y escombros taponando ese pozo y entonces Dios está enterrado. Hay que desenterrarlo de nuevo. Me imagino que hay gente que reza con los ojos dirigidos hacia arriba. Ellos buscan a Dios fuera de sí mismos. También hay otras personas que agachan la cabeza profundamente y que la esconden entre sus manos; creo que esa gente busca a Dios dentro de sí misma” (26 de agosto de 1941)

Un paso decisivo en esa búsqueda se da cuando ella misma se queda sorprendida de ser
“La chica que no sabía arrodillarse y que aún así lo aprendió sobre una áspera alfombra de coco en un baño desordenado” (22 de noviembre de 1941)

Distintas expresiones de su diario hablan de una oración inmensa en lo cotidiano, y que se dirige a Dios de una forma coloquial y confiada. Así el 25 de octubre de 1941 recoge una impresionante oración que le brota en una de las tantas ocasiones en las que iba en bicicleta por la calle:

“Dios, cógeme de tu mano, te acompaño obedientemente, sin resistirme. No rehuiré nada de lo que me llegue en la vida, lo asimilaré con todas mis fuerzas. Pero dame de vez en cuando un breve instante de tranquilidad. Tampoco pensaré, en toda mi inocencia, que la paz, en caso de que me llegue, vaya a ser eterna. También aceptaré la intranquilidad y la lucha que volverán a continuación. Me gusta estar protegida por el calor y la seguridad, pero tampoco me rebelaré si entro en el frío, siempre y cuando sea de tu mano. Iré a todas partes de tu mano y quiero procurar no tener miedo .Intentaré irradiar algo del amor, del verdadero amor humano que hay en mí, en cualquier parte que esté”.

Y volverá aún sobre este tema en el último cuaderno de su diario:

“Amo tanto al prójimo, porque amo en cada persona un poco de ti, Dios. Te busco por todas partes en los seres humanos, y a menudo encuentro un trozo de ti. Intento desenterrarte de los corazones de los demás”. (15 de septiembre de 1942).

Y el mismo día en el que moría J. Spier, es capaz de recordarlo de esta manera:

“…Tú, gran persona comprensiva, buscador de Dios, que encontraste a Dios. Has buscado a Dios por todas partes, en cada corazón que se abría a ti –y cuántos han sido-, y en todas partes encontraste un pequeño fragmento de Dios. Nunca te has rendido” (15 de septiembre de 1942).

Ayudar a Dios

Etty elabora su propio lenguaje simbólico y místico. En esos tiempos de terror, como ella los califica, “ayudar a Dios, para Etty, es encontrarle un resguardo dentro de sí, ofrecerle hospitalidad, buscarle un cobijo en las personas sufrientes que encuentra, salvar un pedacito de Dios en los seres humanos…Salvar la existencia de Dios en la desventura. Ser huésped y amiga” (W. Tommasi); “Ayudar a Dios es ayudar al amor que no tiene más fuerza que su misma oferta” (González Faus).

En este sentido, es estremecedora esta oración:

“Corren malos tiempos, Dios mío. Esta noche me ocurrió algo por primera vez: estaba desvelada, con los ojos ardientes en la oscuridad, y veía imágenes del sufrimiento humano. Dios, te prometo una cosa: no haré que mis preocupaciones por el futuro pesen como un lastre en el día de hoy, aunque para eso se necesite cierta práctica… Te ayudaré, Dios mío, para que no me abandones, pero no puedo asegurarte nada por anticipado. Sólo una cosa es para mí cada vez más evidente: que tú no puedes ayudarnos, que debemos ayudarte a ti, y así nos ayudaremos a nosotros mismos. Es lo único que tiene importancia en estos tiempos, Dios: salvar un fragmento de ti en nosotros. Tal vez así podamos hacer algo por resucitarte en los corazones desolados de la gente. Sí, mi Señor, parece ser que tú tampoco puedes cambiar mucho las circunstancias; al fin y al cabo, pertenecen a esta vida…Y con cada latido del corazón tengo más claro que tú no nos puedes ayudar, sino que debemos ayudarte nosotros a ti y que tenemos que defender hasta el final el lugar que ocupas en nuestro interior…Mantendré en un futuro próximo muchísimas más conversaciones contigo y de esta manera impediré que huyas de mí. Tú también vivirás pobres tiempos en mí, Señor, en los que no estarás alimentado por mi confianza. Pero, créeme, seguiré trabajando por ti y te seré fiel y no te echaré de mi interior“ (12 de julio de 1942)

La actitud y vivencia de Etty ante el sufrimiento

Es otro acento muy personal y para algunos/as de sus comentaristas (como Evelyne Frank ), motivo de interpelación e incluso de acusación de cierto “masoquismo” y de excesiva resignación.


“La trayectoria de Etty – expresa González Faus- va de una obsesión por sus problemas personales, descuidando la situación social, a una aceptación radical, valiente y lúcida del drama que se le viene encima”. Etty parece creer que la dignidad humana no se pierde por el hecho de sufrir, sino por el modo en que sufrimos.

“Quieren nuestra completa destrucción. Ahora sí que lo sé. No molestaré a los demás con mis temores, no estaré amargada si los otros no entienden qué es lo que nos importa a los judíos…A pesar de todo, la vida está llena de sentido, aunque apenas me atrevo a comentar eso ante los demás. La vida y la muerte, el sufrimiento y la alegría, las ampollas en mis destrozados pies y el jazmín detrás de mi casa, la persecución, las innumerables crueldades sin sentido…: todo eso está dentro de mi como una fuerte unidad, y lo acepto como un todo, y empiezo a comprenderlo cada vez mejor, sólo para mí misma, sin ser capaz hasta ahora de explicarle a nadie cómo está todo interrelacionado…No estoy amargada y no me rebelo. Tampoco estoy desanimada, ni estoy resignada en absoluto…Suena casi paradójico: cuando uno deja fuera de su vida la muerte, la vida nunca es plena; y cuando se incluye la muerte en la vida, uno la amplía y enriquece” (3 de julio de 1942)

Quisiera ser un bálsamo derramado sobre tantas heridas (13 de octubre de 1942)

Las cartas de Etty están llenas de actuaciones que hacen de “bálsamo” en la vida de cada día de esas personas hacinadas en barracones, pasando hambre, frío, enfermedad, miedo humillación…

“El día anterior acudí a la barraca hospitalaria, y fui de lecho en lecho. ¿Cuáles estarían vacíos al día siguiente?...Una chica me llama. Está sentada en su cama, con sus grandes ojos abiertos… Padece una parálisis parcial y acaba de aprender a caminar… “¿Te lo han dicho? Me tengo que ir”…Nos miramos en silencio. No tiene rostro, sólo ojos…” (24 de agosto de 1943)

Etty va sintiendo y viviendo una solidaria compasión, va haciendo real esa frase que escribió a final de su Diario: “He partido mi cuerpo como el pan y lo he repartido entre los hombres” (13 de octubre de 1942)

Sus cartas se van convirtiendo cada vez más insistentemente en oración. En la última carta que pudo hacer llegar a su amiga más íntima Henny Tideman, que era cristiana, escribe esta oración:

“Esta tarde estaba descansando en mi camastro y he tenido el impulso repentino de escribir en mi diario el fragmento que te incluyo: “Tú que me diste tanto, Dios mío, permíteme también dar a manos llenas. Mi vida se ha convertido en un diálogo ininterrumpido contigo, en una larga conversación. Cuando estoy en algún rincón del campamento, con los pies en la tierra y los ojos apuntando al cielo, siento el rostro anegado en lágrimas, única salida de la intensa emoción y de la gratitud. A veces, por la noche, tendida en el lecho y en Paz contigo, también me embargan las lágrimas de gratitud, que constituyen mi plegaria”… (18 de agosto de 1943)

Diecinueve días después, el 7 de septiembre de 1943 fue deportada a Auschwitz con toda su familia y otras novecientas personas más (entre ellas, 170 niños). Y según la Cruz Roja, su muerte ocurrió el 30 de noviembre de ese mismo año.

Etty Hillersum y su relación con Julius Spier

En la vida de Etty hay un encuentro que le va a conducir hacia la unificación interna y señala el inicio de una gran maduración humana y espiritual. Se trata de un personaje especial y fascinante: el “quirólogo” berlinés Julius Ph. Spier. Era un judío, antiguo comerciante, que se retiró de los negocios atraído por la psicología y concretamente por su aptitud para el diagnóstico psicológico a través del examen de las manos (quirología).

Había trabajado dos años con C. G. Jung que le había animado a seguir su carrera como quirólogo. Vuelto a Berlín abrió una consulta terapéutica y tuvo éxito especialmente entre las mujeres e incluso llegó a tener entre sus pacientes a algunos altos funcionarios nazis. Emigró a Amsterdam, donde tenía una hermana, huyendo del nazismo y previo pago de una fuerte cantidad de dinero.

J. Spier abrió una consulta en Amsterdam y no tardó en tener un círculo de íntimos. Su “personalidad mágica” atraía especialmente a las mujeres y también a Etty. Será en adelante el “señor S.” de su Diario. Las visitas casi diarias al apartamento de J. Spier a partir de febrero de 1941 hacen milagros en poco tiempo.

Como Etty dice en su diario, “de repente, tenía una vida diferente, más libre, más fluida. Se borraba la sensación de bloqueo, se instalaba dentro de mí un poco de paz y de orden” (9 de marzo de 1941).

Etty había comenzado a aprender de J. Spier toda una serie de orientaciones para ordenar la vida, desde recogerse diez minutos al terminar el día para ver todo lo bueno y malo de la jornada, hasta abrirse al “conocimiento original” que se revela en el corazón del hombre.

Etty comienza a colaborar con Spier como secretaria y redactora de informes, al mismo tiempo que es su dirigida. Etty llamará a Spier “el gran amigo, el partero de su alma”, una suerte de director psicológico y espiritual que le va ayudando a reunificar la vida. Spier le da a conocer a Etty la Biblia, especialmente el Nuevo Testamento, y a testigos de la tradición cristiana como S. Agustin, S. Francisco de Asís, Tomás de Kempis,...Pero el verano de 1942 Julius Spier cae enfermo y muere el 15 de septiembre antes de ser deportado.

Sentimientos de Etty hacia Spier

Prácticamente desde el principio, Etty y Spier se implican en una relación terapéutica sentimental y erótica. Etty experimenta ilusiones y regresiones obstinadamente recurrentes; sensaciones contrapuestas…

“No estoy enamorada de él en absoluto, ni tampoco lo quiero. Me cautiva y me fascina como persona y aprendo lo indecible de él. Desde que lo conozco estoy pasando por un proceso de madurez con él que a esta edad, nunca hubiera podido soñar” (8 de mayo de 1941)

Spier fue, al mismo tiempo, el catalizador que ayudó a Etty a encauzar sus energías psíquicas bloqueadas, en una dirección creativa y a emprender un camino espiritual extraordinario. Fue un verdadero “iniciador” (Lebeau), un mediador entre ella y Dios.

“Tal vez fue éste el momento en el que ayer tuvo lugar para siempre un gran cambio en nosotros…Hemos entrado en una nueva realidad en la que todo tiene otros colores y otros acentos…Cada encuentro es también una despedida…Le amo con todo el desinterés que he llegado a descubrir en mí misma, y no quiero transmitirle el más mínimo peso de mis temores y mis deseos. Incluso renunciaré al deseo de poder quedarme con él hasta el último instante”. (6 de julio de 1942)

Y unos días más tarde: “Y lo extraño es que no me siento en absoluto atrapada en sus garras, tanto si me quedo como si me deportan…. No me siento atrapada en las garras de nadie, sólo me siento en los brazos de Dios, por decirlo de una forma hermosa” (11 de julio de 1942).

Nuevos datos sobre las relaciones entre Etty y Spier

El volumen que presenta González Faus en su artículo en Actualidad Bibliográfica mucha información sobre estos sentimientos. Faus traduce al castellano (a veces de forma libre) algunas páginas del diario de Etty referentes a su relación con Spier. Su lectura será de ayuda para sus muchos lectores de Etty para que puedan seguir mejor su camino interior. Vale la pena su atenta lectura por cuanto revelan la notable capacidad de introspección y autoanálisis que Etty poseía.

Estos textos están acompañados de la fecha para poder detectar la evolución de sus sentimientos:

1.- A pesar de mi incapacidad para entregarme totalmente en lo físico (porque soy de tal manera que en lo más profundo de mí no lo deseo), sin embargo, de vez en cuando recurro a pequeños trucos y tretas eróticas que no se adaptan a mí y por eso no encuentran eco en mí. Esta es la razón por la que sigo sintiéndome tan sola (8 mayo de 1941).


2.- Realmente estoy confundida; pero también voy entendiendo las cosas un poco mejor. En los dos últimos meses me he agotado queriéndole, y su corazón ha estado siempre abierto y dispuesto para mí. Pero él se ha olvidado de tender sus manos y su boca (to hold out his hands and his mouth as well). Ahora bien: tiene que haber un equilibrio entre cuerpo y mente. Y cuando has estado añorando desesperadamente que alguien te tome en sus brazos y él sistemáticamente no lo hace, entonces, al final, acabas teniendo una terrible sensación de extrañamiento y de abandono, seguida de rabia y odio hacia esa persona. Esta tarde, de repente, me sentía tan furiosa e infeliz que ahora una depresión se ha instalado en mí sin avisar... Y lo que me irrita y me deja tan resentida en estas circunstancias es que él continúa exactamente igual, y es lo suficientemente inocente como para decir: “¡qué bonito es encontrar una muchacha como tú, que vive su vida como tú lo haces y que da a cada cosa una dimensión espiritual!”... Pero me queda esto claro: el equilibrio entre cuerpo y mente se ha trastornado en nuestra relación, al menos para mí; y el cuerpo está ahora incordiando (playing up) y me agota... Estoy muy furiosa con él y a la vez deseo estar en sus brazos. Creo que es una tacañería por su parte el dejarme tan marchita, eso me hace sentir rebelde y, a la vez, apática. Ahora no soy capaz de decir que le amo: todo me parece muy confuso. El deseo se ha instalado en mí extendiéndose, apoderándose de toda mi vida interior y haciéndome pesada como el plomo.

Todo esto me pesa ahora y me causa dolor; pero nunca habría que descargar esas cosas sobre los otros: eso es inmaduro. No hay que hacer que los demás sufran con nuestra propia tristeza (1 marzo de 1942).


3.- Ya no estoy enfadada con él, le quiero con predilección... Esta noche, ya en cama, me dije de repente: tendría que dar gracias a Dios por darme unos sentimientos tan intensos y apasionados, y por haber traído a mi vida un hombre capaz de responder a todos esos sentimientos incluso cuando ha dejado de poner sus manos en mí durante varias semanas... Me había dicho que iba a odiarle hasta que se hubiese restablecido el equilibrio entre cuerpo y alma en nuestra relación. Ayer todos mis sentimientos hacia él estaban bien confusos, y pensaba que siempre estarían así. Pero ahora está bien cerca de mí y le amo sin el más mínimo sentimiento de confusión... Hay una cosa innegable, y es lo que me sucedió la noche pasada: en esta especie de fiebres primaverales, una se siente inclinada a mirar hacia el propio deseo erótico-sexual como si fuese el centro de nuestro ser. Pero de pronto he vuelto a caer en la cuenta: por dominante que parezca ser, es sólo una parte y nada más que una parte... Una breve redacción o una conversación sobre los temas fundamentales de la vida y la muerte, con otro ser humano amigo, me darán siempre una satisfacción más grande y duradera que una cama de matrimonio. Y por tener esto tan claro en mi mente, y a pesar de lo atormentado de mi deseo, mi armonía se restableció casi del todo...

¿Qué es lo que esperaba yo? ¿Que él se hubiese enardecido con mi propia pasión una y otra vez? Quizá no fue más que una vanidad herida cuando él, en vez de echarse sobre mí, intentó distraerme con historias de pacientes. Y yo escondí mi cabeza entre sus rodillas y luego le atraje hacia el suelo encima de mí: francamente de mal gusto. No, mi niña, ya puedes copiar todos los espléndidos pasajes de Rilke que quieras sobre la paciencia; pero lo que tienes que hacer es vivirla ¿me entiendes? Vivirla. Si no, lo demás es totalmente inútil. Lo que temes es que él pueda de veras volverse un santo y, si es así, ya no habrá más gestos apasionados ni más caricias a tu ego ¿no es eso?...

También le dije que es enormemente difícil mantener el propio deseo fuerte, puro y sin nubes, y que uno tiende a ser muy poco amable con los demás cuando lo está pasando mal. Y me contestó: acabo de escribir a Hertha (La novia alemana de Spier, que le esperaba en Londres) diciéndole que si uno tiene un deseo tan ardiente, lo mejor es intentar convertirlo en amor hacia los demás. Yo dije: sí, pero hay momentos en que cualquier cosa puede parecerte excesiva porque estás al límite de tu respiración. Y él, por supuesto. (2 marzo 1942, en tres momentos distintos).


4.- Siempre la misma vacilante autoestima: tienes miedo de que te considere simplemente como un caso de tantos, sólo como todos los demás que acuden a él con sus deseos y añoranzas insatisfechas; no acabas de creer que entre él y tú se da una relación real y auténtica; y cuando sucede que no se comporta de la manera que tú querías, o hay alguna diferencia en vuestros ritmos, te sientes insegura y herida, y prefieres retirarte en seguida y hacerte la interesante, llevándote a ti misma y tus intensos sentimientos a otro rincón...

Rilke dice que llegará un tiempo en que hombre y mujer ya no estarán uno frente al otro sino uno junto al otro para compartir la pesada carga de su sexualidad. Y ayer se me hizo claro que, justamente ahora, estoy caminando con él por esa senda: he convertido mi Deseo en nuestra común ventura (3 marzo 1942). [En estas páginas Etty escribe siempre su Deseo con mayúscula, como criticando irónicamente su egotismo].


5.- Pocos días después, Etty anota unas reflexiones sobre la unidad de cuerpo y alma, y que el goce corporal sea expresión del alma en lugar de valer por sí mismo. Y continúa:

Y cuando él subió escaleras arriba y se recostó sobre mí, fue para él el comienzo de un juego sensual, cuando todo lo que yo deseaba era dejar que mi cuerpo expresase lo que estaba sucediendo en mi alma. Luego fue retirándose de mí y, de repente, dijo: “¿estás de acuerdo en que es mucho más difícil controlarse que dejarse ir; y, sin embargo es mucho más bonito lo primero?”. Todo fue un juego y, con él allí, fue también la lucha contra su propia sensualidad. Y más tarde: “eres una chiquilla peligrosa” (27 marzo 1942).


6.- Me sentía como si estuviera sentada junto a una fuente de vida, una fuente que fluye poderosamente dentro de mí. ¡Le quiero tanto! Esta tarde, cuando estaba sentada en el suelo, apoyada contra sus piernas, me miró reflexivo y dijo: “¿pero como consigues arreglarte? ¿No es muy duro para alguien como tú, acostumbrada a vivir con hombres?” Dijo también: “hace sólo dieciocho meses no habría sido capaz de dejar sola a una muchacha como tú. Me habría parecido un pecado (o algo así) no llevármela a la cama”. Y añadió: “estoy asombrado de lo mucho que he cambiado; y, por otra parte, nunca he sido capaz de trabajar tanto como lo hago ahora”. Yo dije: “siento un respeto profundo por la manera como vives y la tengo en alta consideración”. Y, al cabo de un rato: “una aprende a adquirir paciencia; creo que la intimidad física es demasiadas veces forzada; puedo vivir mucho tiempo con una sencilla caricia tuya”. Y así más o menos.

Y ahora, estoy en la cama al lado de Han, con mis piernas desnudas entre sus muslos, mirando su perfil y sus ojos cerrados. Hay en su rostro una expresión expectante; también él me es tan familiar y tan cercano. Y también sé que ahora tengo paciencia para aguardar la caricia amorosa de S que se ha convertido en algo tan esencial para mí, y esta paciencia se la debo a Han. La vida con él en estos años me ha ayudado a apaciguar mi apetito; la vida con él y sus manos cariñosas siempre en torno a mí...

¿Y S? he sorbido su aliento del vaso de su boca, y quizás ha sido la primera vez en mi vida que he besado de veras a un hombre (15 abril 1942).

Al día siguiente anotará que quizás no era toda la verdad lo que había escrito la víspera. Pero reafirmará que: quizá la única manera de besar a un hombre es cuando no brota simplemente de la sensualidad sino también del deseo de respirar por un momento con una sola boca, de modo que un mismo hálito pase a través de los dos. Y fue con S cuando tuve esa experiencia por primera vez (16 abril 42).


7.- Nos creemos que las cosas están obligadas a suceder a nuestro gusto. Me refiero a su fidelidad a Hertha. Él piensa: “le soy fiel, está seguro de la fortaleza de sus sentimientos hacia ella. Y entre tanto me permite jugar en su vida un papel que no cuadra con su fidelidad. Y yo también: sé que Hertha existe y, en mis mejores momentos, estoy dispuesta a comportarme de acuerdo con eso. Y encima está mi propia fidelidad a Han. Pero ambos, él y yo, tiramos por nuestro camino propio y creemos que somos fieles de todos modos, que tenemos en nuestro interior espacios suficientemente amplios para permitirnos muchas libertades no pequeñas, algo que no sería llevadero para una persona normal (30 abril 1842).


8.- Ese deseo de completa rendición física, que a veces siento tan intenso ¿es un corolario indispensable de mis fuertes sentimientos hacia él? Ese deseo aparece a ratos y luego desaparece... ¿No puede una cumplir ese deseo simplemente con un abrazo ocasional, simplemente con un gesto de entrega total? ¿No sería esto suficiente? ¿No estoy exagerando en mi imaginación la importancia de ese pequeño momento sexual? Pues, aunque el factor sexual pueda jugar en mi vida un rol de particular importancia ¿no será que me influye mucho porque tengo cierta imagen convencional de estos asuntos?... Es bueno haber cogido por los cuernos por una vez estos puntos oscuros y difíciles que, de otro modo, pueden desbocarse contigo como un toro loco...

La fórmula matemática de ayer, me vino violentamente con este sentido: si tuviera que meterme en una relación completa con él, el daño y los conflictos que de ello surgirían en su relación con Hertha serían más grandes que toda la riqueza que podría ganar nuestra relación. Y los conflictos en su relación con Hertha pueden tener efectos devastadores en nuestra relación. Si la línea que traza el límite, el punto en que él cree que está siendo infiel, consiste en pasar juntos una noche de amor en el mismo lecho, es decisión suya y tengo que respetarla (23 y 24 mayo 1942).


9.- Una y otra vez se me va haciendo claro por todas partes que todavía no soy independiente de él, que no soy una persona libre, capaz de sostenerme con mis dos pies. Cuando me siento tan enferma como me he sentido hoy, todo lo refiero a él. Quiero decir que me siento totalmente débil y temerosa de que mi debilidad esté en fallarle a él. Probablemente tengo un miedo inconsciente de que pueda pensar que soy una pelmaza, todas las veces en que me siento infeliz, los momentos en que no estoy llena de entusiasmo por hacer algo con él, y temo que nuestra relación puede perder algo de intensidad... Tendría que ser capaz de decirle: “hoy me siento fatal, por dentro, en mi cabeza, por todas partes; por tanto déjame sola un rato”...

No olvides nunca la diferencia entre subyugación y CONJUGACIÓN (29 de mayo de 1942, después de cenar) . La misma Etty escribe esta palabra con mayúsculas para marcar la diferencia en el juego de palabras.


10.- Mi aprendizaje progresa y voy poco a poco convirtiéndome en persona adulta. Ayer fui a verle pedaleando, pasadas las nueve de la noche, y a pesar de no sentirme con ánimos para eso. Me encontraba vacía y sin brillo; y a su clásico: “¡hombre! ¿qué hace usted aquí señorita Hillesum?” (qué chorrada: ¡ésa soy yo!), le dije: me siento imbécil y aburrida esta noche, de modo que me vuelvo derechito a casa”. Él me contó toda clase de cosas que le habían ocurrido ese día, me dejó leer notas de algunos pacientes y casi me quedé dormida sobre el bolsillo de su chaleco. En un momento dijo irónicamente: estas un poco histérica hoy ¿no es así?”. Hice los imposibles para manejar mi indignación: “¿qué quiere decir exactamente eso de histérica?”. Él hizo un gesto vago y dijo: “tan taciturna e insegura; quizá sería mejor que volvieras a casa”. Y me senté mirándole a la cara, muy tranquila y controlada, muy cerca de él, y supe que, en el pasado, una hora como esa me habría resultado totalmente insoportable y oscura. Entonces me volvía en seguida histérica y desesperada; y me hubiera sentido traicionada y hundida por su fracaso en consolarme en mi tristeza y mi vacío. Pero ahora, estaba sentada allí, totalmente tranquila, diciéndome que no debo ser tan ambiciosa como para creer que tengo que inspirar a un hombre en cada minuto de su vida; que tenía que aceptar que puedo estar vacía y cansada y tener ganas simplemente de marcharme de su lado; y que eso puede pasar en la mejor relación. En el pasado me hubiese negado a reconocer ese vacío en mí, y hubiese hecho intentos desesperados en todos los campos, desde el intelectual hasta el erótico y sexual, para restablecer el contacto a cualquier precio; y si eso fallaba hubiera tenido después orgías de soledad por mi cuenta. Y ahora estaba sentada allí, tan tranquila y modosita, también vagamente triste por supuesto, pensando: “bien, esta es una de esas cosas que un alma amable no puede remediar”.. (11 junio 1942).


11.- ¡Cuántas concepciones equivocadas convierten la vida un laberinto! ¿No será que le quiero más como a un maestro que como a un amante? Y ¿me doy cuenta de que lo segundo no es esencial en alguien como él? Mis sentimientos de que nuestra relación es en cierto sentido incompleta y bloqueada ¿no brotarán de una determinada tradición, de la creencia que nos ha sido transmitida, de que la suprema unión entre un hombre y una mujer consiste en dormir juntos? En cualquier caso, en mis momentos menos consistentes, ese sentimiento está presente. La pasada noche hubo un momento en que pensé que había superado lo peor...

Estoy en mi cama y miro la noche a través de mi ventana abierta, noche nueva una y otra vez, y sé que no necesito viajar para tener todos los paisajes del mundo, que me visitan en este cielo siempre cambiante fuera de mi ventana, en la noche. Serían las cuatro de la mañana: y mientras estaba pensando que he recobrado mi paz, mi claridad, mi espacio, una pequeña marea de soledad creció hasta mi interior, inundándome y extendiéndose desolada a cuantos pequeños pasos he dado en mi interior durante los últimos días. Mi cama iba escurriéndose humedecida por mis lágrimas y me dije; “je je, pues sí que estamos bien”. Otra vez ese sentimiento desesperado de estar encerrada en un espacio clausurado, y sacudiendo mis alas contra una pared de hierro levantada por él. Sé y tengo por cierto que ese muro es una ilusión, y que sólo existe en mi imaginación configurada por la tradición. En fin de cuentas, uno tiene las alas que necesita para volar a través de cualesquiera murallas, hacia un cielo en el que sabe que no existen esos compartimentos artificiales. Es como si, por no sé qué necesidad de castigarme, estuviera dándome adrede contra una pared ¿no es así? Es una pena que todavía tenga que luchar contra este tipo de problemas en tiempos como estos, cuando todos hemos de empujar juntos lo más fuerte posible, si es que queremos sobrevivir.

Acababa de telefonear él para decirme que Hulle ha sido trasladado al campo de Amersfoort, y corre el rumor de que es posible escuchar la corriente de gentes golpeadas hacia allí... en medio del calor. Y nadie sabe por dónde anda... la madre de Hulle. Pero no son ellos solos: son miles y miles por los que habría que estar rezando en cada minuto y no olvidar ni un instante. Y es vergonzoso que tú, Etty, estés otra vez enredada en deseos y añoranzas que no son aspiraciones genuinas. He de alcanzar claridad sobre este punto antes de que pueda considerarme otra vez parte de la gran comunidad; y esto implica liberarse del propio egocentrismo... ¿Por qué he de tener a veces ese sentimiento desesperado de que nuestra relación está bloqueada? ¿De que no puedo entregarme a él del todo porque siempre está poniendo un “alto” en todas partes? Ese alto es su fidelidad, que atraviesa el Canal (de la Mancha) y regresa... Y, una vez dicho esto, -déjame ser sincera de una vez sobre ello-: ¿no es por una especie de orgullo femenino herido, por lo que no puedo quebrantar esa fidelidad (that i can’t break that faithfulness down)? Tide reza cada día por Hertha y para que los dos puedan reunirse, y yo la admiro y la quiero por ello. Pero ese “quebrantar la fidelidad de alguien” ¿no es una parte integrante de las ideas fijas pequeño-burguesas que recibimos a través de novelas baratas? (15 junio 1942).


12.- ¿Sabes lo que me parece nauseabundo en ti, pequeña? Ese semicandor y esa semigrandilociencia... A veces tengo miedo de llamar al pan pan y al vino vino. ¿Porque entonces no dejamos nada para la imaginación? Pues no: hay que llamar a las cosas por su nombre: si no pueden soportar ese nombre, es que no tienen derecho a existir. Intentamos conservar muchas cosas en la vida a base de un vago misticismo; pero la mística debe descansar en una honestidad tan clara como el cristal, y sólo puede sobrevenir cuando las cosas han sido desnudadas hasta su desnuda realidad. ¡Dios mío! ¡Qué claro resultaría entonces todo!...

Muchas noches, cuando regreso a casa me pasa que deseo recordar las maravillosas experiencias que he tenido. Pero no con las palabras llanas y necesariamente toscas de un diario, no: lo que más me gustaría es ser capaz de producir aforismos directos y verdades eternas, a partir de las más simples experiencias. Menos que eso ya no me valdría. Y de ahí brotan todas mis vaguedades y generalizaciones: me parece muy por debajo de mi dignidad escribir acerca de mi vientre (¡vaya palabra plúmbea y cruda para una parte tan importante del cuerpo!)...

La noche pasada, cuando le dije adiós, acarició mi pecho casi con indiferencia, y luego dijo más o menos (refiriéndose al diario de Netty que contiene varios pasajes apasionados sobre caricias en los pechos): “este tipo de cosas no le impresionan mucho a usted” (y usó el formal ‘usted’ que resultaba más bien titilante en aquella situación) “¿y ahora? ¿No irá usted a sentirse excitada después por un largo rato?” Y, por supuesto no voy. En fin de cuentas, sus manos que acarician no son más que una parte y una parcela de nuestro diálogo cotidiano: incluso cuando está dictándome una carta de negocios, sus manos, esos conductores constantes de calor y ternura, acarician mis muslos o mis pechos o mi cabello o mis pestañas. Este es nuestro diálogo cotidiano, y no sería honrada pretendiendo que me pone en un estado de excitación constante. Pero a veces, me imagino que me excita y me estimula y luego me deja en seco y no se atreve a asumir las consecuencias...

En realidad, y en profundidad, no deseo tener una relación sexual con él. Mi cuerpo solicita ternura continua, y esto lo recibo de él una y otra vez y, por lo que hace a mis demandas sexuales, la verdad es que no son tan apremiantes y, en las pocas ocasiones en que levantan la cabeza, por lo general, puedo sacar de ellas lo mejor...

Dicho honestamente, más de uno se preguntará si es realmente un ser humano normal y completo, una vez que el factor sexual ha sido dejado aparte. Y quizá ésta es la razón por la que, a veces, siento que nuestra relación es como aturdida e inadecuada: simplemente porque falta ese factor. Y ¿no es también ese sentimiento tan trillado (en nuestra relación casi un cliché) de que si no me desea totalmente entonces es que no me quiere tanto en realidad?...

“En los hombres todo es casi mecánico, en las mujeres es un proceso” dijo él no hace mucho. “Por eso la mujer debe tomar la dirección en asuntos amorosos”. Y a veces, como ayer, mi boca puede estar presta para la entrega, pero mi cuerpo esta todavía lejos de ella; realmente es un proceso. En un hombre es diferente: el factor sexual no se esparce por todo su ser de ese modo, sino que simplemente le aprieta, y luego lo olvida de nuevo: todo sucede mucho más de prisa... Con las mujeres, si se me permite generalizar, el momento de la entrega llega al final de un proceso gradual en el que todo el psiquismo juega un papel tan grande al menos como el cuerpo. Por eso no hay que dar mucha importancia a la toma de una mujer por un hombre; para nosotras es un acto que corona y completa una relación, para ellos casi no es ni una parte orgánica del todo. No debemos juzgar su amor a nosotras por su deseo hacia nosotras: pues éste obedece sus propias leyes mecánicas; su amor debemos buscarlo en otro lugar...

El respeto a nuestra propia feminidad no debe basarse en si y cuántas veces su cuerpo nos desea... y creo que aquí yace la fuente de tantos malentendidos entre hombre y mujer. Las mujeres ponen mucho acento en un factor que los hombres no se toman tan en serio o, al menos, un factor del que las mujeres no pueden aprender mucho sobre los sentimientos del hombre. Sé que estoy escribiendo esto un poco atontada, pero cada vez me va resultando más y más claro que puedo liberarme de una cantidad de peso muerto, y que mi camino puede abrirse más y más a un trabajo productivo y vivificante. Y espero de una vez para todas llegar a sujetar las cosas y no tener que ir arrastrándolas como un lastre pesado... (19 junio 1942).


Sede del Etty Hillesum Research Centre (EHOC), Ghent University, Holanda.

Conclusiones

El lector juzgará. Pero González Faus cree que estos textos, aunque no son todos los posibles, arrojan datos de interés. Por ejemplo: Spier murió el 15 de julio. Un mes antes Etty aún se debatía de ese modo. Por tanto, se debe corregir lo que Faus escribió en su comentario a la edición habitual de su diario [Etty Hillesum. Una vida que interpela; Santander 2008]. La relación no se “arregló” varios meses antes, dejándola preparada para su evolución y crecimiento posterior. Fue la muerte del maestro y semiamante la que potenció ese proceso.

Además de esto, alguien podrá pensar que las cosas no son hoy exactamente como hace sesenta años en el tema sexual, aunque la Holanda de los cuarenta no era la España de los cuarenta, y menos quizá entre gentes no cristianas. Pero lo decisivo, y lo importante para hoy, es la capacidad de introspección y la brutal sinceridad de esta muchacha que quizás hemos perdido. Quizás así, a través de tantas vueltas y reflexiones, acabó descubriendo algo fundamental. Por ejemplo:

- que la sexualidad es algo más, mucho, más que placer. La sexualidad es “poder” y autoafirmación; puede ser también entrega. Y todo el intríngulis de su ética reside en convertir el poder en entrega. Más allá de los mecanismos físicos que son muy diferentes en ambos sexos (en contra de lo que promulga una falsa liberación sexual de la mujer), está esa difícil tarea de convertir el poder en entrega, o de evitar que el afán de poder se enmascare -y chantajee- bajo la capa de la entrega.

- También que la plenitud o el éxtasis corporal es verdadera plenitud cuando va acompañada de un éxtasis espiritual (la obsesión de Spier por la unidad de cuerpo y mente). Sin esta plenitud espiritual el sexo, lejos de saciar, alimenta más la sed como el agua de la samaritana. Y acaba convirtiéndose en adicción que es algo ya muy distinto de una necesidad natural; o acaba buscando esa plenitud imposible por caminos no demasiado naturales en los que “lo prohibido” se pervierte, por eso mismo, en pseudopromesa, en lugar de actuar como marca del camino.
-
Finalmente el hecho de que Etty no actúe en nombre de legalismos, moralismos o imposiciones exteriores, sino buscando lo mejor de sí misma y para sí misma, da a su lucha una ejemplaridad que no tienen muchas imposiciones eclesiásticas.

Algo de eso muestran estas conclusiones que he citado en algún otro lugar: “No debemos pretender expresar físicamente todo lo que sentimos por otra persona. Precisamente por eso me quedo siempre tan triste después de un contacto físico. Se puede expresar mucho más con un gesto bien pequeño que con la más salvaje y apasionada noche de amor. Yo me arrojaba contra él casi con desesperación: ahora las cosas no van tan mal como solían ir, ni mucho menos. Me hacen feliz sus caricias aunque siempre temo que, de repente, alcancemos un límite que ya no nos permita ir más allá” (25 abril 1942).

Y es que, en el campo de la moral y de la bondad, lo que cuenta ante el juicio definitivo de Dios no es tener un expediente impoluto sino lo que se ha aprendido a amar. Como Faus ha dicho otras veces, María Magdalena es mucho más casta que algunos eclesiásticos, quizá tan observantes como fariseos...

Leandro Sequeiros San Román es Catedrático de Paleontología y miembro de la Cátedra CTR. Facultad de Teología, Granada.




Bibliografía

The letters and diaries of Etty Hillesum. Completed and unabridged. Novalis, St. Paul University, Ottawa 2002. 788 pág.

Diario de ETTY HILLESUM. Una vida conmocionada Editorial Anthropos, 2008.

Etty HILLESUM. “El corazón pensante de los barracones”. Cartas. Editorial Anthropos, 2005.

Evelyne Frank. “Con Etty Hillesum en busca de la felicidad”. Ed. Sal Terrae, 2006.

Paul Lebeau. “Etty Hillesum. Un itinerario espiritual. Amsterdam, 1941-Auschwitz, 194”3. Ed. Sal Terrae, 2000.

Sylvie Germain. “Etty Hillesum. Una vida”. Ed. Sal Terrae, 2004.

Wanda Tommasi. Etty Hillesum. La inteligencia del corazón. Ed. Narcea, 2003.

José I. González Faus. “Etty Hillesum. Una vida que interpela”. Ed. Sal Terrae, 2008.

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