"Tutti i miei pensier parlan d’amore (Todos mis pensamientos hablan de Amor)". Vita Nuova. Dante Alighieri.

domingo, 13 de junio de 2010

Recuperar la Mística. Fragmento de un texto de Ana María Schlüter.






La situación crítica y vulnerable que se está viviendo en un mundo muy inestable y cambiante es el origen de muchos miedos.


Según J. Gebser y otros, ahora nos encontramos en un momento de transición de la conciencia mental a otra conciencia, a veces llamada mística o espiritual o también integral, por englobar las anteriores conciencias mágica, mítica y mental.


H. M. Lassalle SJ escribe en su libro ¿A dónde va el hombre?: “La vida espiritual que caracteriza al ser humano aún es muy débil. Falta mucho para que el hombre se convierta en el ser espiritual que está destinado a ser. Un largo camino nos queda por delante... por medio del cambio radical de conciencia”.


En Occidente la urgencia se agrava por el hecho de que, aproximadamente desde el siglo XIV, la dimensión espiritual mística quedó cada vez más desplazada y marginada por las ciencias exactas, hasta llegar al extremo de quedar en entredicho. El momento histórico actual de un cambio de conciencia a nivel mundial, especialmente crítico en Occidente, aparece con rasgos violentos. Los cambios de conciencia siempre han estado precedidos por etapas en que la conciencia anterior, en ocaso, se manifiesta de forma desorbitada.

Esto trae consigo convulsiones sociales y ecológicas y produce una gran inseguridad. La tentación de agarrarse a lo conocido, a cosas, a ideologías, a fundamentalismos pseudoreligiosos es grande y asoma por todas partes. Otra tentación es echar las tradiciones religiosas propias por la borda, por no encontrar a través de ellas el acceso al misterio. A veces se acogen convirtiendo en ideología otras tradiciones religiosas que podrían ayudar a encontrarlo si se acogieran en profundidad.


Atrincherarse en ideas de una u otra forma no es el camino. El miedo es mal consejero.

La solución no está en algo de fuera, ni siquiera en una religión si ésta se vive como mera creencia, sino en arraigar en lo que no cambia, que no es una cosa o una idea sino vida. Hay que descubrir el reino de los cielos dentro del ser humano, como dice el evangelio. Hay que saber que el tesoro familiar no entra por la puerta, como dice un maestro zen chino; el tesoro que el ser humano es de toda la vida, no entra ni por la puerta de los sentidos ni por la del entendimiento; está ya, y se descubre con una facultad que va más allá del entendimiento.

C.G.Jung ha escrito: “Mientras la religión no sea sino creencia y forma exterior y mientras la función religiosa no sea una experiencia de la propia psique, nada fundamental se ha conseguido. Falta por entender que el mysterium magnum no sólo existe en sí mismo sino que a la vez y de modo principal está anclado en el alma humana. El que no sabe esto por experiencia propia, puede que sea un teólogo muy erudito, pero de lo que es religión no sabe nada y menos todavía de educación del ser humano... En una ceguera, se puede decir que trágica, estos teólogos no se dan cuenta de que no se trata de la demostración de la existencia de la luz sino del hecho de que existen ciegos que no saben que sus ojos podrían ver. Habría que darse cuenta que de poco sirve alabar y predicar la luz cuando nadie la puede ver. Lo que haría falta, por el contrario, es enseñar al ser humano el arte de ver”.

El evangelio se convierte en ideología si no se percibe vivamente la realidad de la que da testimonio. “Oyendo las palabras deberías entender la fuente,” recomienda un poema chino muy antiguo. Las palabras orientan, pero no bastan; son como los letreros en las carreteras. Son importantes, pero el letrero que indica la dirección en que está Santiago de Compostela, aún no es Santiago de Compostela y no proporciona la alegría de encontrarse en sus calles y en la catedral del apóstol. Queda superado el miedo allí donde no llegan meros planteamientos lógicos y buenos propósitos. Allí surge la confianza y el valor. El Evangelio, los Hechos de los Apóstoles, las cartas de los apóstoles, todos ellos hablan de la superación del miedo por medio de la fe, la cual no es una mera creencia sino una experiencia viva. En la carta a los Hebreos se habla de la confianza que surge de ahí como de “un ancla segura y fuerte del alma”.







7 comentarios:

  1. Es cierto, el Evangelio, los Hechos de los Apóstoles, las cartas de los apóstoles, todos ellos hablan de la superación del miedo por medio de la fe, la cual no es una mera creencia sino una experiencia viva. Pero el evangelio también nos susurra sobre el reino de la oscuridad de donde solo la conciencia cristica expulsa a los demonios, pero a la postre para la nueva "Mística" que se abre paso entre Oriente Taoista y el Occidente Espiritual este es un asunto finiquitado. El adversario se ha hecho invisible, ha desaparecido el cartel y por tanto el hombre al olvidar su pasado esta forzado no solo preguntarse hacia donde camina también a repetirlo, esta vez en un aroma de buenismo ingenuo que borra lo que no interesa, presentando un Evangelio a medida del mediático "Ser Humano" buen rollito zen del siglo XXI.

    Puestos a recuperar, que tal la "Cordura"?

    Eco

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  2. "la teología moral del demonio concede una importancia de todo punto insólita... al demonio...el demonio ocupa el centro mismo de todo el sistema... mueve a todas las personas en el mundo, excepto a nosotros..."
    Thomas Merton. Nuevas semillas de contemplación.

    No nos dejemos engañar, el Amor de Cristo es la realidad que sostiene el mundo; que ese amor le inunde y le sostenga siempre en su camino. En cualquier caso, aquí tiene su hogar si usted quiere compartir desde lo mejor de usted mismo.

    Bendiciones.

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  3. Hola José Antonio,

    Le remito a la web de una asociación de la que soy miembro porque creo será de su interés, así como a la de un congreso que tendrá lugar en octubre relacionado con el tema.
    www.educacionuniversal.org
    http://www.avilamistica2010.com/


    Felicidades y gracias por su blog,
    Aleix

    [PD: Al señor Eco, le recuerdo que en otras tradiciones se viste el demonio con otros nombres. En el zen al que hace referencia, se le conoce como ignorancia fundamental, veneno, ego, sombra... que aunque suene menos terrible apunta a lo mismo. Habría que revisar en toda su profundidad la enseñanza de los letreros a Santiago de Compostela del texto de A.M. Schlüter (¿la concienca crística es diferente de la conciencia búdica? ¿Desde dónde se afirma tal cosa?).]

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  4. Muchas gracias, Aleix, por la información y el ánimo. Me parece muy laudable y seria la labor que quiere realizar la asociación a la que pertences. Así que ánimo en esa tarea.
    Si conozco la celebración del Congreso, espero poder pasrme por allí.

    En cuanto a las místicas, creo que existiendo una dimensión común en todas ellas, también existen diferencias y particularidades de cada camino, lo universal y lo paricular se complementan sin desaparecer el uno en el otro.

    un gran abrazo.

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  5. Seria interesante investigar que es exactamente lo que visten los discípulos del Zen en su lengua original desde sus propias cosmovisiones y la cultura en la que se desarrolla, para afirmar con tanta rotundidad que son símiles de palabras tan occidentales y con tantas acepciones como "Ego", "Demonio", "Ignorancia" o "Veneno", máxime cuando ni en Occidente somos capaces de ponernos de acuerdo en su significado profundo. Es realmente una experiencia psíquica la religión?, una consecuencia de la singularidad de nuestro inconsciente?. Es dios el producto de una individualización mas conocido por si mismo?. Es la filosofía Zen comparable a la religiosidad?. Es lo mismo demonio psíquico que adversario con capacidad de influir sobre el Ser Humano?. Hablamos de lo mismo.

    No somos capaces ni de asimilar nuestras propia cultura y contradicciones como para entrar en una nueva mística/espiritualidad envuelta en algo totalmente ajeno a nuestra cosmovisión occidental, que sinceramente si tuviera que contestar si la conciencia budica y la cristica son la misma, la única respuesta honesta seria decir "Vaya usted a saber", por no tener no dispongo ni de la gracia teologal ni he alcanzado la divina contemplación.

    Eco

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  6. La mejor manera de entender una cosa es desde el amor, que es una forma de conocimiento. Si no miro con un corazón abierto no podré entender al otro. Desde el amor las palabras o conceptos no son ya lo fundamental y podemos entendernos más allá de ellas, si bien son necesarias también. Con el amor es fácil encontrar puntos en común, sin amor ni aun entre nosotros nos entendemos.

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  7. Entiendo :)

    Recomiendo aquí un libro del monje vietnamita Thich Nhat Hanh titulado: "Buda viviente, Cristo viviente" (Ed. Kairós)

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Hola, Bienvenid@s.


Este Blog quiere ser un lugar de encuentro para todos aquellos que queremos ayudar a transformar la sociedad para convertirla en un lugar más fraterno, más libre, más justo y, a la vez, somos conscientes de que todo cambio social sólo es posible si hay un cambio personal e interno y no se olvida lo que nos enseña la Tradición Espiritual de la Humanidad, intentándo actualizarla creativamente en cada época.


Mi camino...

el camino que sigo es el camino de la mística del amor, no un amor sentimental, sino un amor inteligente o consciente (amor iluminado decían los antiguos) y solidario, que no olvida el sufrimiento y la injusticia.
Guiado de la mano de de la mística monástica cisterciense (la primera mística moderna del amor), el esoterismo cristiano, la mística de san juan de la cruz y el zen... y animado por ideales progresistas y solidarios os invito a caminar juntos hacia un mundo y unos hombres y mujeres nuevos.