Tomado de http://www.taize.fr/es_article6551.html
Hoy la comunidad de Taizé reúne a unos cien hermanos, católicos y de diversos orígenes protestantes, procedentes de más de treinta naciones. Por su existencia misma, la comunidad es un signo concreto de reconciliación entre cristianos divididos y pueblos separados.
Los hermanos viven de su propio trabajo. No aceptan ningún donativo. Tampoco aceptan para sí mismos sus propias herencias, sino que la comunidad hace donación de ellas a los más pobres.
Algunos hermanos viven en lugares desfavorecidos del mundo para ser allí testigos de paz y para estar al lado de los que sufren. En estas pequeñas fraternidades en Asia, en África y en América Latina, los hermanos comparten las condiciones de vida de aquellos que les rodean, esforzándose en ser una presencia de amor al lado de los más pobres, de los niños de la calle, de los prisioneros, de los moribundos, de aquellos que han sido heridos hasta en lo más profundo por causa de rupturas de afecto o por abandono.
Con el paso de los años, cada vez más jóvenes de todos los continentes han venido a Taizé para participar en los encuentros. Las hermanas de San Andrés, comunidad católica internacional fundada hace más de siete siglos, las hermanas ursulinas polacas y las hermanas de San Vicente de Paul se encargan de una parte de las tareas de acogida de los jóvenes.
También los hombres de Iglesia visitan Taizé. Así, la comunidad ha recibido al papa Juan Pablo II, a tres arzobispos de Canterbury, a metropolitas ortodoxos, a los catorce obispos luteranos de Suecia y a numerosos pastores del mundo entero.
A partir de 1962, hermanos y jóvenes enviados por Taizé no dejaron de ir y venir a los países de Europa del Este, con la mayor discreción, para visitar a quienes se encontraban acantonados en el interior de sus fronteras.
El hermano Roger murió el 16 de agosto de 2005, a la edad de 90 años, asesinado durante la oración del atardecer. El hermano Alois, a quien él había escogido como sucesor desde hacía muchos años, es ahora el prior de la comunidad.
El hermano Roger murió el 16 de agosto de 2005, a la edad de 90 años, asesinado durante la oración del atardecer. El hermano Alois, a quien él había escogido como sucesor desde hacía muchos años, es ahora el prior de la comunidad.
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