"Tutti i miei pensier parlan d’amore (Todos mis pensamientos hablan de Amor)". Vita Nuova. Dante Alighieri.

lunes, 19 de abril de 2010

El Shingaku, un zen flexible y pluralista abierto al cristianismo.

Pedro Vidal, maestro de Zen flexible y de contemplación cristiana.


En España hay ya un importante movimiento zen, sin embargo es muy poco conocida la variedad de escuelas y sensibilidades que el zen presenta. Una de las más atractivas, desde mi punto de vista es el movimiento shingaku, un movimiento japonés fundado por ishida Baigan en el siglo XVIII y que perdura hasta nuestros días.



Shingaku representa un moviento de zen crítico con la rigidez de las estructuras monásticas, que quiere dirigirse a los laicos, a los hombres y mujeres normales y corrientes y que huye de rigideces en cuanto a técnicas o rituales y enfatiza mucho la dimensión relacional y moral a que debe conducir la experiencia de “descubrimiento de la mente original (Honshin)” o iluminación.
Para la principal estudiosa de este movimiento Janine Anderson Sawada , es un movimiento que tiene dos fuentes principales:



- Los maestros neoconfucionistas chinos de la época Sung, que son los primeros que elaboran la propuesta de un “neoconfucianismo contemplativo”, que considera que para llevar a los hombres a vivir una vida ética hay que llevarles a conocer la “mente original”, aquella en la que están inscritos de manera natural los principios éticos y para ello es necesario un camino de estudio contemplativo del corazón (es lo que quiere decir Shingaku), en especial el maestro Chu Hsi.



- Los movimientos de zen crítico y flexible de la época, que intentan desligarse de la rigidez de las diversas escuelas zen controladas por los monasterios, relativizando tanto la práctica del zazen como la de los koan, sin desautorizarlas, poniendo el énfasis en la vida cotidiana vivida desde la mente original como práctica fundamental, destacando en esta dirección el maestro zen Bankei Yotaku. Es un zen que se integra en la sociedad, que se transmite de unos a otros más allá de los controles institucionales y que tiene preferencia por la gente corriente de la sociedad, más que por las élites sociales a las que están vinculados los monasterios.


Bebiendo de estas dos fuentes, junto de otras como el shintoismo, e incluso probablemente el cristianismo, surge lo que se considera un movimiento religioso independiente el Sekimon Shingaku (el shingaku de Ishida Baigan), que en realidad es un movimiento budista zen, influido por el neoconfucianismo, muy flexible, integrado en la sociedad y abierto a aprender de las diversas tradiciones espirituales con las que se encuentra. Un movimiento que intenta ayudar al desarrollo ético y espiritual de las personas y de la sociedad, valiéndose tanto de la enseñanza y predicación de las virtudes morales como de técnicas contemplativas tomadas del zen. Así utilizarán a modo de koan populares historias a veces muy humorísticas llamadas Dowa (historias del camino), practicarán la contemplación sentados (seiza no Kufu) y también darán mucha importancia al estudio en grupo (Kaiho) tres veces al mes, reuniones de animación y apoyo mutuo en el camino. Desarrollarán así un tipo de zen llamado koji zen, el zen del pueblo, integrado de modo más o menos anómino y al margen de estructuras rígidas en medio de la sociedad, que para muchos estudiosos ha marcado verdaderamente a la sociedad japonesa, siendo una de las claves para entender su éxito económico.


En el siglo XIX, Imakita Kosen el abad del monasterio zen rinzai Engakuji, en Kamakura tomará contacto con los líderes del movimiento Shingaku en su deseo de encontrar grupos que pudiesen transmitir los valores del zen entre los laicos, de esta manera abre el monasterio a los laicos, recibiendo como discípulo a Kawajiri Hokin, un líder del shingaku al que reconoce como maestro zen, sucesor de su enseñanza. Junto con Kawajiri hace una revisión de las enseñanzas del shingaku adaptándolas a la metodología de Hakuin y simplificando mucho la metodología para acercarla y hacerla accesible a los laicos.



La sede central del Shingaku en Tokio llamada sanzensha se convierte claramente en un centro zen para los laicos, en el que enseñan maestros laicos reconocidos por Imakita Kosen.



Esto generará tensiones con las autoridades monásticas zen tradicionales y la esculea sanzensha continuará funcionando y transmitiendo la enseñanza del Shingaku zen de modo independiente del zen tradicional, que es el que más conocemos en España.


El contacto entre el mundo hispano y el Shingaku Zen se realizará hace unos años cuando el murciano Pedro vidal después de años de practicar un zen rígido tradicional y habiendo abandonado la tradición cristiana, conoce al actual director de sanzensha, Koyama Shikei, un prestigioso maestro zen actual, reconocido conocedor de la tradición de Hakuin, que le anima a reencontrarse con sus raíces cristianas y le transmite una enseñanza zen muy flexible, que piensa debe incorporarse plenamente a la tradición católica, en especial, a la mística de san Juan de la Cruz, encomendándole a Pedro trabajar durante diez años a este autor con maestros cristianos antes de comenzar su enseñanza a otros.


Desde hace unos años este zen flexible y cristiano viene siendo difundido por Pedro Vidal a través de cursos y retiros, siendo para muchos un camino de madurez humana dirigido hacia el encuentro con Dios o con el misterio, y para muchos cristianos un camino de “vuelta” a casa, a la Iglesia. Es de alguna manera, no buscada, la realización práctica de las sugerencias del decreto “Ad gentes” n. 18 del Concilio Vaticano II, que pide incorporar las tradiciones contemplativas no cristianas, de modo prudente, a nuestra tradición cristiana.


Naturalmente el nuevo camino encuentra ánimos por parte de muchos que lo conocen o han experimentado lo valioso que aporta, y también desconfianzas por parte de algunos practicantes del zen tradicional o por parte de algunos cristianos que desconocen la total ortodoxia de la enseñanza impartida. Es lógico que un camino, cuando es verdaderamente humanizador y espiritual, encuentre la oposición de las tendencias desordenas del ego, de los logismoi, demonios, o pensamientos erróneos provenientes del ego que no desean ser descubiertos y combatidos. También es posible que un movimiento nuevo se equivoque y deba escuchar las sugerencias que nacen del deseo de ayudar y de la corrección fraterna.


Pedro vidal viajará de nuevo a Japón este verano para continuar conociendo más maestros de esta escuela de zen y para presentar y contrastar su trabajo con Koyama Shikei y con otros maestros zen cristianos y quizá al final de año podamos recibir la visita de miembros japoneses de la escuela. Si es así os informaré de las posibles conferencias y actividades que se realizarían, recomendándoos acudir a ellas para conocer esta vía flexible de zen.

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Guiado de la mano de de la mística monástica cisterciense (la primera mística moderna del amor), el esoterismo cristiano, la mística de san juan de la cruz y el zen... y animado por ideales progresistas y solidarios os invito a caminar juntos hacia un mundo y unos hombres y mujeres nuevos.