"Tutti i miei pensier parlan d’amore (Todos mis pensamientos hablan de Amor)". Vita Nuova. Dante Alighieri.

jueves, 2 de julio de 2009

El Monacato: La espiritualidad más allá de las religiones, más necesaria que nunca


El ser humano es un ser fracturado, se siente dividido, insatisfecho, falto de sentido y busca salir de este sufrimiento, del sinsentido, de su sensación de desarmonía, de su estado de “caída” diría la patrística cristiana.


Lo monástico es precisamente esa dimensión, que todo ser humano tiene, que lleva a buscar el centro, el sentido, la integración y armonía. Monje es aquel que convierte esta búsqueda en el objetivo fundamental de su vida. Esté en una institución monástica oficial o no, casado o célibe.


El monacato es la dimensión espiritual de las religiones, la espiritualidad, el camino y la praxis que nos llevan a alcanzar la experiencia mística que dio origen a la religión en cuestión.


Se ha tendido a identificar religión y espiritualidad, religión y monacato, pero es bueno diferenciar el instrumento de transmisión (religión) del contenido transmitido (espiritualidad).


Hoy la espiritualidad es consciente de su carácter autónomo, que no opuesto, respecto de la religión. La espiritualidad es la meta, la experiencia de unión mística, la religión puede ser un camino, no el único.


El descubrir la autonomía de la espiritualidad no supone caer en el subjetivismo de crearme mi propia vía, de forma sincrética. La espiritualidad siempre es un don, algo recibido, transmitido, algo gratuito, que no es fruto del ego, los hindúes dicen que es aparusheya, de origen no humano.


Seguir el camino espiritual supone abrirse a una transmisión, a la recepción de esa experiencia de la mano de una comunidad, de una cadena de transmisión. Necesitamos ser iniciados en la espiritualidad, no podemos alcanzar la experiencia simplemente leyendo libros y pensando sobre ellos.


De ahí la necesidad de comunidades iniciáticas, que transmitan la experiencia espiritual. Éstas son las comunidades monásticas, lleven este nombre o no. El monacato es anterior a la religión.


Esto se ve muy bien en la creación del budismo, pero también en el nacimiento del cristianismo.


Cristo no funda una religión, funda una comunidad espiritual, monástica, en el sentido que hemos definido antes lo monástico.


La espiritualidad cristiana, el monacato cristiano, no se ha transmitido sólo a través de la religión, también existe una espiritualidad cristiana transmitida a través de instituciones esotéricas (por ejemplo la masonería o el martinismo) e incluso un humanismo laico que es también instrumento de transmisión de la espiritualidad cristiana (pensemos en místicas cristianas que no pertenecían a ninguna confesión como Simone Weil y Etty Hillesum).


Esto no supone, en absoluto, negar la validez y necesidad del ámbito religioso, simplemente supone no absolutizarlo, reconociendo legitimidad a las otras vías.


El monacato cristiano hoy debe tomar conciencia de esta diferencia entre religión y espiritualidad (cosa bastante difícil en las instituciones monásticas cristianas actuales que se consideran instituciones religiosas ante todo- salvo la comunidad de Taizé, una comunidad monástica ecuménica no adscrita a un confesión determinada pero amiga de todas las confesiones, aunque todavía no diferencia claramente lo religioso y lo espiritual-), debe apoyar la vigencia de las religiones mediante la promoción de la reforma en las mismas de todo aquello que aleja de la espiritualidad y exalta lo puramente institucional, debe redescubrir el carácter espiritual del esoterismo y del humanismo laico, combatiendo el laicismo excluyente y anticristiano, colaborando así a que el ser humano pueda centrarse en la búsqueda de esa salida al sufrimiento que sólo la experiencia espiritual puede darle en plenitud.


Todo ello, sin olvidar el compromiso por la transformación social, por la justicia, por los pobres.


Toda una tarea que, creo, sólo un movimiento espiritual integral, como el monaquismo, está en condiciones de realizar.




1 comentario:

  1. Buenas tardes JOSE ANTONIO... Sí, creo que el Monacato es necesario como una bateria del ESPIRITU , nua LUZ que se extiende para activar las Almas, para ejemplo de entrega y profundidad, de desapego...En esta época de deterioro y degeneración es necesaria esa Dedicación a DIOS de los hombres que se sienten llamados... Solamente al pasar por un Monasterio...se respira una paz y misterio devocional que me llega.

    UN ABRAZO... DESDE ESE LUNES...SEMANA RECIEN ESTRENADA...CON SU LUZ.

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Este Blog quiere ser un lugar de encuentro para todos aquellos que queremos ayudar a transformar la sociedad para convertirla en un lugar más fraterno, más libre, más justo y, a la vez, somos conscientes de que todo cambio social sólo es posible si hay un cambio personal e interno y no se olvida lo que nos enseña la Tradición Espiritual de la Humanidad, intentándo actualizarla creativamente en cada época.


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el camino que sigo es el camino de la mística del amor, no un amor sentimental, sino un amor inteligente o consciente (amor iluminado decían los antiguos) y solidario, que no olvida el sufrimiento y la injusticia.
Guiado de la mano de de la mística monástica cisterciense (la primera mística moderna del amor), el esoterismo cristiano, la mística de san juan de la cruz y el zen... y animado por ideales progresistas y solidarios os invito a caminar juntos hacia un mundo y unos hombres y mujeres nuevos.