Según un estudio, el 75% de los jóvenes considera que la Iglesia tiene una postura anticuada en lo que se refiere a la vida sexual
Autor: Agencia Efe.Fuente: Público.
La religión y la Iglesia tienen escasa influencia en la vida de los jóvenes españoles y sigue ocupando uno de los últimos puestos en la escala de valoración de las cosas más importantes para ellos.
Así se desprende del estudio sociológico sobre la juventud española entre 15 y 24 años, presentado por la Fundación SM y que entre otros asuntos concluye que el 75% de los jóvenes considera que la Iglesia tiene una postura anticuada en los que se refiere a la vida sexual de la gente.
Pese a que una mayoría, un 53,5%, se define como católica, la religión no tiene gran influencia sobre sus vidas personales: un 62% afirma no asistir nunca o prácticamente nunca a la iglesia y sólo una pequeña minoría, el 3%, considera que la Iglesia dice cosas importantes en cuanto a las interpretaciones del mundo.
Para el 35% Dios no existe, bien porque consideran que es "un invento de la Iglesia y los curas" (32%), una "superstición" (24%) o porque hay "mejores cosas en las que pensar" (16%), entre otras razones.
El 75% piensa que la Iglesia tiene una postura anticuada sobre el sexo
Un 20% dice estar de acuerdo con las directrices de la jerarquía eclesiástica y un 32% es miembro de la Iglesia. Sin embargo, parece que la forma de entender o vivir la religión católica por parte de los jóvenes no siempre pasa por la institución, que recibe poca valoración.
En torno al 40% cree que la Iglesia ayuda a los hombres a vivir moralmente y ofrece un verdadero hogar espiritual. Pero las opiniones son mayoritarias en cuanto a quienes creen que la Iglesia acumula demasiada riqueza (76%), se mete demasiado en política (64%), se mete demasiado en la vida personal de la gente (63%) o que dificulta disfrutar de la vida (58%).
Pasan de política y políticos
Autor: Agencia Efe.Fuente: Público.
La religión y la Iglesia tienen escasa influencia en la vida de los jóvenes españoles y sigue ocupando uno de los últimos puestos en la escala de valoración de las cosas más importantes para ellos.
Así se desprende del estudio sociológico sobre la juventud española entre 15 y 24 años, presentado por la Fundación SM y que entre otros asuntos concluye que el 75% de los jóvenes considera que la Iglesia tiene una postura anticuada en los que se refiere a la vida sexual de la gente.
Pese a que una mayoría, un 53,5%, se define como católica, la religión no tiene gran influencia sobre sus vidas personales: un 62% afirma no asistir nunca o prácticamente nunca a la iglesia y sólo una pequeña minoría, el 3%, considera que la Iglesia dice cosas importantes en cuanto a las interpretaciones del mundo.
Para el 35% Dios no existe, bien porque consideran que es "un invento de la Iglesia y los curas" (32%), una "superstición" (24%) o porque hay "mejores cosas en las que pensar" (16%), entre otras razones.
El 75% piensa que la Iglesia tiene una postura anticuada sobre el sexo
Un 20% dice estar de acuerdo con las directrices de la jerarquía eclesiástica y un 32% es miembro de la Iglesia. Sin embargo, parece que la forma de entender o vivir la religión católica por parte de los jóvenes no siempre pasa por la institución, que recibe poca valoración.
En torno al 40% cree que la Iglesia ayuda a los hombres a vivir moralmente y ofrece un verdadero hogar espiritual. Pero las opiniones son mayoritarias en cuanto a quienes creen que la Iglesia acumula demasiada riqueza (76%), se mete demasiado en política (64%), se mete demasiado en la vida personal de la gente (63%) o que dificulta disfrutar de la vida (58%).
Pasan de política y políticos
El 46,3 % de los jóvenes españoles de entre 15 y 24 años ve su futuro con pesimismo, al margen de que se supere o no la crisis económica. La mayoría pasa de la política y en el 71,4% de los casos tienen una imagen deplorable de los políticos.
Tienen mala imagen de los políticos y apenas confían en las instituciones
Según sus autores, del informe se desprende que estamos ante una generación, quizá la primera, que piensa que va a vivir peor que sus padres.
Tecnológicos, menos preocupados por el medio ambiente que sus progenitores, políticamente situados en el centro izquierda, los jóvenes españoles son bastante escépticos con respecto a la integración social, apenas confían en las instituciones -las ONG son las más valoradas- y más de la mitad confiesa que lo de ayudar en casa no va con ellos.
Tienen mala imagen de los políticos y apenas confían en las instituciones
Según sus autores, del informe se desprende que estamos ante una generación, quizá la primera, que piensa que va a vivir peor que sus padres.
Tecnológicos, menos preocupados por el medio ambiente que sus progenitores, políticamente situados en el centro izquierda, los jóvenes españoles son bastante escépticos con respecto a la integración social, apenas confían en las instituciones -las ONG son las más valoradas- y más de la mitad confiesa que lo de ayudar en casa no va con ellos.
Estimado J. Antonio,
ResponderEliminarLa cifra que más me ha impactado ha sido la de que sólo el 3% de los jóvenes considera importantes las cosas que dice la Iglesia en cuanto a la interpretación del mundo. Ya no sólo si están o no de acuerdo, si se consideran o no creyentes, sino sencillamente que lo que ha dicho y dice la Iglesia sobre este tema tan esencial se pasa por alto. ¡Cuanta desidia y desinterés!
Un saludo,
Pablo
Hola Pablo:
ResponderEliminarParece que la Iglesia habla un lenguaje que no es entendido, ni compartido, y por lo tanto no es significativo para los jóvenes (y no tan jóvenes de hoy). La visión del mundo se obtiene por otras vías: la educación, la ciencia, etc... Quizá haya que sacar consecuencias intraeclesiales de esta situación, si bien no dudo que también habrá que combatir cierta superficialidad que domina en nuestra sociedad capitalista y en nuestra Iglesia. Los jóvenes son el espejo de nuestra sociedad y de nuestra Iglesia. Desde luego el moralismo y el ritualismo que conocemos en nuestros ámbitos no parecen ser el camino para dar esa profundidad. La espiritualidad (la experiencia espiritual) quizás sí.
saludos.
A mi me parece que la encuesta habla bastante bien de la Iglesia, ya que frente a la inmensa propaganda mediática, repleta de ignorancias... todavía hay bastante jóvenes que se sienten atraídos por la Iglesia. Estos jóvenes priorizan saber y ser... antes que estar en la onda de lo socialmente bien visto.
ResponderEliminarEn la encuesta se evidencia que "lo correcto" socialmente hablando es echar pestes de la Iglesia y alejarse de ella. ¿Es esto bueno? Yo creo que si, ya que permite asegurarse de que quienes estamos dentro lo hacemos con plena conciencia y conocimiento.
Comparto contigo, José Antonio, que los jóvenes son el espejo de la sociedad y los que están dentro de la Iglesia, comprometidos y seguros de su Fe, son el espejo de la Iglesia. Que gran diferencia existe entre ellos y los que viven fuera... eso es importantísmo.
Además, cada vez más jóvenes entienden la Tradición y comprenden la Liturgia,... por lo que la estiman y valoran en toda su inmensidad. Los sacerdotes jóvenes son un ejemplo de ello. Cuanto amor y conocimiento desprenden. Eso es una maravilla incalculable.
Igual pasa con la moral. Los jóvenes que están dentro de la Iglesia con sinceridad, viven de manera diferente y son ejemplo para quienes ven sus vidas rotas, desechas y sin ningún sentido.
Y, desengañémonos, la sociedad nunca ha aceptado y amado a la Iglesia. En todo caso la ha utilizado para sus fines. Ahora, que no le resulta necesaria... todo está volviendo a ser más auténtico. Gracias a Dios.
Saludos Fraternos :)
No tengo esa visión tan diferenciada de los jóvenes, los cristianos los buenos y los demás "los malos", quizá haya que superar estas visiones tan tajantes y un peligrosamente narcisistas, las emita el grupo que sea.
ResponderEliminarEl rechazo es una experiencia que se vive en todos los ámbitos, también en el eclesial, en el que se intenta imponer una sola línea, ahora la más conservadora, no necesariamente la más auténtica. Para muchos hoy dentro de la Iglesia se trata de hacer seguidismo de esta línea oficial, hacer carrera, y no pensar mucho que puede ser "peligroso".
Conozco jóvenes no creyentes estupendos y creyentes no tanto, bastante aborregados.
Lo que nos hace auténticos no es el enfrentamiento con una supuesta "sociedad" diferente de nosotros,ni con una Iglesia a la que criticamos, sino reconocer con humildad que nosotros somos parte de esa sociedad y de esa Iglesia, nada de ellas nos puede resutar ajeno, es parte de nuestra identidad, no son "el enemigo".
Buscar un enemigo no nos puede devolver la autenticidad. Los regímenes totalitarios siempre intentar reforzar la identidad y la adhesión con enemigos externos muchas veces ficticios.No caigamos en ese error.
Quizá existan mimorías de jóvenes que amen cierta visión tradicionalista, pero ser pocos, no es sinónimo de autenticidad, puede serlo de sectarismo o de búsqueda de seguridad frente a los retos de la vida actual.También existen jóvenes cristianos que buscan otro estilo de iglesia, a veces muy marginados por gente del interior. Puede que también ellos sean auténticos.
Me gusta la idea del Vaticano II de dialogar y caminar con la sociedad, aprendiendo mutuamente y enriqueciéndonos mutuamente.No veo a la sociedad como la "enemiga" sino como hermana, el Espíritu sopla también en ella, incluso cuando aparentemente nos critica.
No sé si una institución es más auténtica cuando es más rígida y menos dialogante con el exterior ( y con muchos del interior), para muchos la autenticidad nos hace flexibles y acogedores, sin perder la identidad, el cerrarse (ver al otro como enenmigo) es a veces fruto del miedo y la inseguridad.
En fin, no creo que la clave del cristianismo sea la defensa de una identidad diferenciada sino hacer de la identidad un lugar de encuentro y comunión con los otros, un lugar de construcción del Reino con todos los hombres y mujeres de buena voluntad.
un abrazo.
Vaya... :) Tendremos que cambiar las palabras de Cristo en el evangelio de San Juan; (Jn 3, 16)( (Jn 15,18) También tendremos que cambiar toda la historia de la Iglesia... me temo. El mundo y el Reino resultan conciliables por encima de las Escrituras ... mmm. ¿Valen las escrituras? Sería la pregunta. Dejemos el asunto :-)))
ResponderEliminarDicho todo esto respetando al 100% tu forma de entender la Palabra de Dios. Como siempre, se nos cruzan los entendimientos y nos cuesta ir más allá que darnos afecto mutuo. Lo que está muy bien, por cierto :)
Te comentaba lo de la juventud, porque yo si conozco a jóvenes católicos, nada borregos, que tienen capacidad de entender más allá e las apariencias de ritualismo y moralinas que nombras. A lo mejor son ese 3%... ¿quién sabe?
Me hago algunas preguntas ¿qué valor tiene este 3% jóvenes que entienden a la Iglesia? ¿El valor es despreciable por su menor porcentaje? ¿Que sucede con el otro 97%? ¿Su visión de la Iglesia es más válida por ser más?¿Son más borregos el 3% que el 97%?
Confieso que el análisis que hice fue radical a conciencia y lo hice para ver qué respuesta obtenía.
Mi posición real es menos radical ¿Qué tal si decimos que seguir a Cristo duele y duele mucho?. Este dolor hace que la juventud nunca haya sido capaz de seguirlo con facilidad Ya se quejaba de eso San Agustín y mira que han pasado siglos. La Iglesia, me temo... no es más que una escusa socialmente admitida y bien vista :-)))
Saludos más que cordiales ;)
Como sabes el término mundo no es unívoco en los evangelios, naturalmente hay un mundo con el que no es conciliable el reino (el egoismo) y otro que es amado por Dios y en el que está activo el Reino. Igual que no todo en la Iglesia es Reino de Dios, hay también mundo en sentido negativo como también decía San Agustín.
ResponderEliminarYa sabes el peligro de las lecturas literales de la biblia.
Me alegra que tu visión no sea dualista, naturalmente todo el mundo es importante sea el 3% o el 80%, si bien parecía que ese 3% era la élite por ser minoría o por ser cristiano.Creo que las cosas no son tan simples.
Sí nos debe preocupar que la mayoría de los jóvenes, muchos de ellos estupendos, consideren el actual discurso de la Iglesia como caduco. Sobre todo cuando identifican el discurso de la iglesia con un modelo único y desconocen la pluralidad legítima de los discursos y sensibilidades eclesiales. Al menos nos preocupa a los que tenemos otros discursos y estos son desconocidos por la mayoría de jóvenes que rechazan el discurso oficial.
Ser fiel a Cristo o a uno mismo puede suponer conflictos con las instituciones religiosas o civiles como le pasó al mismo Jesús, lo que pasa que no siempre los enemigos de esa fidelidad son los de fuera, a veces son los "buenos" y religiosos.
Ni tampoco los enemigos suelen ser las mayorías populares sino grupos de poder religiosos o civiles que manipulan a veces a los grupos sociales como le ocurrió a Jesús.
La vida como siempre no se deja meter en moldes preconcebidos por burocracias intelectuales o eclesiales.
abrazos fraternos.