Por Amalia Castro, psicóloga.
Tomado de http://www.zuhaizpe.com/articulos/bioenergetica.pdf
Tomado de http://www.zuhaizpe.com/articulos/bioenergetica.pdf
Hablar de espiritualidad en psicología ha sido todo un riesgo y un avance. Ha sido la aparición de la psicología humanista en occidente a la que se llamó “tercera fuerza” respecto al psicoanálisis y al conductismo lo que permitió este avance.
La psicología humanista pretende entre sus objetivos “sobrepasar los límites tradicionales de la psicología para incluir métodos de comprensión de la experiencia humana y la experiencia del potencial de cada uno. Insistir en las experiencias que favorecen la realización de sí mismo, la responsabilidad individual, autenticidad y transcendencia, proponer una percepción de la persona total: corporal, mental, emocional y espiritual…”
Dentro de esta tercera fuerza se encuadra claramente la bioenergética.
Para Lowen la espiritualidad está incorporada en el cuerpo. Lowen no utiliza la palabra espiritual en su connotación abstracta o mental sino como espíritu, pneuma o energía. Define el espíritu como la energía o fuerza vital de un organismo manifestado a través de expresión de la personalidad del individuo: “La cantidad de espíritu que tiene una persona se determina por lo viva y animada que es, literalmente por la cantidad de energía que tiene. La relación entre energía y espíritu es inmediata. Cuando una persona se excita y aumenta su energía su espíritu crece.
La espiritualidad produce salud. Lowen dice “nuestra espiritualidad procede de esta sensación de conexión con una fuerza u orden superior a nosotros. Si aceptamos que los seres humanos son criaturas espirituales entonces tenemos que aceptar también que la salud está relacionada con la espiritualidad. Estoy convencido de que la pérdida de la sensación de conexión con las demás personas, los animales y la naturaleza produce un trastorno serio de la salud mental. Objetivamente la salud mental se refleja en la vitalidad del cuerpo, que puede observarse en el brillo de los ojos, el color y la temperatura de la piel, la espontaneidad de la expresión, la vibración del cuerpo y la gracia del movimiento.”
Entonces la salud de una persona depende del equilibrio entre la mente del cuerpo y el espíritu, entendido como fuerza vital del organismo.
Una de las metas de la bioenergética es la trascendencia y la ampliación de la conciencia pero para Lowen la trascendencia no tiene sentido sin sus raíces corporales.
Partiendo desde el cuerpo es desde donde se realiza un proceso de crecimiento que nos lleva a un yo más rico y seguro.
Dice Lowen: si sólo buscamos la trascendencia podremos tener muchas visiones pero con seguridad terminaremos donde hemos empezado. Si optamos por el crecimiento, podremos tener nuestros momentos de trascendencia, pero habrá momentos cumbre que nos llevan a un yo más rico y seguro.
El proceso de crecimiento es continuo, nunca es regular. Con la asimilación de la experiencia hay periodos de nivelación para preparar al organismo para una nueva subida.
Cada subida lleva a un nuevo alto o cima y crea lo que llamamos una experiencia cumbre.
Cada experiencia cumbre debe integrarse en la personalidad para que se dé un nuevo crecimiento, para que se pueda expandir la consciencia y para que el individuo llegue a un estado de sabiduría.
La conclusión es que la capacidad de ser consciente está unida a los procesos energéticos del cuerpo, es decir, a la cantidad de energía que tiene una persona y a la libertad con que puede circular. La consciencia refleja el estado de la excitación interior. En realidad es la luz de la llama interior proyectada en dos pantallas: la superficie del cuerpo y la de la mente.
Por tanto cuando aumenta la energía y si el sistema está sano y desbloqueado, la consciencia se expande. Se abrirán nuevas zonas de la mente, se establecerán nuevas conexiones.
Entiendo que el espíritu está más allá del tiempo-espacio, materia y energía. No se debe donfundir con la energía - es muy frecuente en la New Age-.
ResponderEliminarEmplea la anergía en su manifestación.Pero no es la energía.
El Shen maneja el Chi, pero no es el Chi. Me lo dejaron muy claro cuando estudiaba Medicina Tradicional China con el Dr Van Ghi.
Hola José Antonio:
ResponderEliminarComo sabes esto de la espiritualidad es un término al que le damos muchas interpretaciones, Lowen se mueve en un contexto no referido necesariamente a lo "sobrenatural", para él el espíritu es más la energía, naturalmente los creyentes podemos ir más allá; en cualquier caso lo importante pienso es la conexión de esa espiritualidad y el cuerpo, en eso estamso todos de acuerdo pienso, sea cual sea la profundidad que le demos al término espíritu; como bien dices podemos profundizar aún más y ver que ese Espíritu es una Persona, esa es la experiencia creyente, al menos. Lo bueno es que podamos dialogar y aprender unos de otros desde nuestras diversas perspectivas.
Gracias por tu participación.