"Tutti i miei pensier parlan d’amore (Todos mis pensamientos hablan de Amor)". Vita Nuova. Dante Alighieri.

jueves, 3 de marzo de 2011

Postmodernismo sin salida y el salto hacia el pensamiento integral. Entrevista a Ken Wilber.





Aspectos positivos y negativos del enfoque postmoderno: inclusión de perspectivas, multiculturalidad; relativismo sin salida y nihilismo de techo. El salto hacia el pensamiento integral. Ya hay líderes políticos, como Bill Clinton, que reconocen este enfoque. Pero, ¿cómo expandir la revolución integral? En el medio de todo esto: la recreación de la democracia, los derechos humanos y la Organización de Naciones Unidas.


Entrevista y traducción: Gaspar Segafredo


-¿Cuáles fueron los aportes del pensamiento postmoderno, pluralista y multicultural, que considera orientador del mundo académico contemporáneo, y por qué sostiene que llegó a su fin?


-El postmodernismo empezó a descubrir que lo que llamamos realidad es afectado por nuestras estructuras socioculturales. Indagó las construcciones lingüísticas y los sistemas de significados que pasaban desapercibidos a la fenomenología. Nos presenta determinada verdad, aunque parcial. Sostiene, por ejemplo, que un enfoque de la realidad, supongamos el de un investigador de ciencias sociales en California, no se podrá aplicar a todas las culturas; como pretendía hacer el pensamiento occidental moderno. El postmodernismo señala todo lo que se marginó; como lo femenino, la versión de la realidad de los homosexuales, la gente de color y otras perspectivas excluidas. Hay un intento de corregir todo esto, pero el problema es que el postmodernismo termina absolutizándose para deconstruir todo, incluso a sí mismo.


-¿Qué es lo que absolutiza?


-Llega a dictar que todo conocimiento es sólo construcción social; hasta la ciencia empírica racional no reflejaría datos universales sino productos de la actividad social. Es un absolutismo de uno de los cuatro cuadrantes que desde el enfoque integral llamamos Nosotros, el de la cultura, el interior-colectivo, donde están los valores, significados y formas semánticas comunes. Olvida a los otros tres cuadrantes: Yo (interior-individual), Ello (exterior-individual) y Ellos (exterior-colectivo).

-Usted se refiere a una especie de fundamentalismo de cuadrante, que sería el extremismo de una dimensión humana.


-Sí. Existen varias perspectivas que toman un sólo cuadrante como si fuera el único verdadero e importante. Están los que lo hacen con el interior-individual, como ciertos enfoques de la fenomenología o del budismo zen. También está el ejemplo del materialismo científico que focaliza sólo en la parte exterior del individuo, lo objetivo.

-¿Puede explicar la contradicción del postmodernismo que usted señala a lo largo de su obra?


-Según esta visión, el mundo sería un rejunte de construcciones sociales. Las culturas o sub-culturas quedan aisladas entre sí, porque no se percibe relación alguna entre los fragmentos multiculturales. Este aislamiento tiende a la regresión etnocéntrica, fundamentalista, con una pretensión de cada grupo cultural de tener derechos absolutos. Esto sucede hoy. Sin embargo, la paradoja es que todo este planteo postmoderno contiene una contradicción funcional, porque reivindica su propia verdad acerca de que no hay universales, y de que todas las culturas tienen el mismo valor, como directiva universal. Pensadores como Jürgen Habermas o Charles Taylor señalaron esa contradicción fundamental. Es uno demostración cabal de que el postmodernismo arribó a una calle sin salida, para encontrar refugio sólo en el nihilismo y en su propio narcisismo. Hay que pasar al siguiente estadio para salir de esa trampa y percibir los patrones comunes y la relación entre aquellos fragmentos multiculturales. Aunque, en general, los principales intelectuales contemporáneos se mantengan todavía en la etapa pluralista, el desarrollo de este nivel integral pareciera estar incrementando (ver: Desarrollo: individuo y sociedad).

-En cuanto a realidades como la democracia, las Naciones Unidas y los derechos humanos, ¿tienen una orientación pluralista hoy en día? ¿Cree que podremos superar el trasfondo etnocéntrico occidental del discurso universalista para realmente llegar a una práctica global, sin antes abandonar la tarea por la tendencia relativista-nihilista?


-Pienso que en gran medida la ONUy otros intentos de federaciones mundiales son lideradas hoy por esta orientación postmoderna. Esto es un cambio respecto de su matriz original, que surge del nivel moderno y universalista de desarrollo. La idea era la igualdad de todo hombre y mujer, y también de las naciones. Pero cuando la postura postmoderna comenzó a desarrollarse muchas de estas estructuras comenzaron a ir de módulos modernos a módulos postmodernos, especialmente las Naciones Unidas. Y despertó la conciencia acerca de que los planteos universales aún eran parciales, sustancialmente eurocéntricos u occidentales. Por un lado es positivo porque la crítica del postmodernismo pone luz sobre todo lo que había olvidado el modernismo; culturas asiáticas, africanas… Lo malo es que muchas personas todavía están en niveles premodernos de desarrollo. Y, a pesar de todas sus fallas, la modernidad es el primer estadio que sale de estructuras completamente etnocéntricas para entrar en una comprensión mundicéntrica.

-¿El peligro es que se critique toda la modernidad y que se deseche por completo?


-El problema es exactamente eso; la crítica a la modernidad terminó siendo un ataque a toda característica moderna, inclusive a sus logros. Por lo tanto, en lugar de suplementar el proyecto universal de la modernidad con verdades necesarias, resolviendo el eurocentrismo y agregando puntos de vista marginalizados, el postmodernismo llegó a deconstruir el iluminismo occidental casi por completo. En la modernidad se extienden los derechos a todos los seres humanos por primera vez en la historia. En un siglo se erradicó la esclavitud -que existió en todas las anteriores formas de sociedad- de las naciones industrializadas, con el proyecto de hacerlo para el mundo entero. Fue el primer intento de tratar a todos justa y equitativamente.


-Usted mencionaba su preocupación respecto de esta deconstrucción postmoderna de la modernidad, en relación a que gran parte de la población mundial todavía no ha llegado a estadios de conciencia correlativos a la modernidad, racionales-mundicéntricos…


-El 70% de la población mundial todavía no llegó a ese nivel. Eso significa que aún están en módulos egocéntricos o etnocéntricos. Reflejados tanto en actos terroristas de extremistas islámicos, o de baptistas estadounidenses que hacen explotar clínicas abortistas, o budistas que atentan con gas sarín en los subtes de Tokyo, u otras acciones de este tipo. Mientras los individuos se hallen en niveles etnocéntricos o más bajos, habrá algún tipo de guerra de valores. Y cuando la postmodernidad desecha todo lo moderno, está desechando el estadio necesario para que se pueda llegar al postmodernismo. Es una especie de suicidio. Es que ataca a lo moderno mientras defiende a lo premoderno también porque confunde postmoderno con premoderno, lo preracional con lo transracional.

-¿Qué está sucediendo con la ONU y otras creaciones universalistas en el medio de esta lucha?


-Creo que hoy estas organizaciones políticas buscan tratar a todos los individuos, las creencias y las culturas, equitativamente, con la orientación pluralista. Pero no están siendo realmente inclusivas, porque, por ejemplo, rechazan los valores modernos. Comenzarán a ser realmente inclusivas cuando los estadios integrales empiecen a orientarlas; cuando el 20, 30, 40, 50% de los individuos que forman esos organismos hayan llegado a niveles integrales de desarrollo. Así como cambiaron de moderno a postmoderno en los últimos veinte años, creo que en los próximos diez o veinte años habrá un punto de inflexión que traerá la perspectiva integral, con la inclusión de las importantes verdades postmodernas, modernas y premodernas. Creo que la transformación está empezando ahora. A medida que esto suceda irá emergiendo una cultura realmente inclusiva.

-Lo que está diciendo implica un antes y un después en la historia humana.

-Creo que hay algo en el aire, algo realmente fundamental empieza a cambiar. Mucha gente está tomando conciencia de la perspectiva integral, mía o de otros… Hay muchos enfoque que están tratando de ser más integrales. Hay un gran entusiasmo. Como si estuviéramos viviendo una de las grandes transformaciones de la historia humana; que pasó de la estructura recolectora a la hortícola, a la agraria, a la industrial y a la informática. Estaríamos pasando al siguiente estadio, y pareciera ser un cambio realmente profundo, porque es la primera transformación que lleva a la gente a un estadio que incluye a todos los anteriores. Es el primer nivel que considera a las verdades descubiertas por los niveles precedentes y que comprende que toda persona pasa por cada uno de los escalones del desarrollo: arcaico, mágico, mítico, racional, pluralista… No es simplemente una idea. Esta transformación no se aprende, se basa en un estadio de crecimiento humano interno, es algo en lo que uno se desarrolla. Comparable a un árbol que tiene hojas; es simplemente algo intrínseco de la naturaleza humana que se está empezando a revelar.

-Supongo que es importante que los líderes mundiales reconozcan y asuman el enfoque integral.


-Sí. De hecho ya hay un número considerable de líderes políticos que son concientes del enfoque integral. Tanto el ex presidente de Estados Unidos Bill Clinton, como su ex vicepresidente, Al Gore, lo endosaron públicamente. Los varios líderes que empiezan a reconocer y avocar esta perspectiva tendrán impacto en la transformación de los demás estadios, pero ayudarán especialmente a quienes se encuentran en el nivel pluralista y estén listos para moverse hacia el integral. Está sucediendo especialmente en organismos como la ONU y en ONG, porque han operado con una orientación pluralista ya por dos décadas y están empezando a encontrar las contradicciones y limitaciones. Pero creo que incrementará el número de líderes que apoyarán públicamente al enfoque integral. Ya puede sentirse el entusiasmo por la revolución integral.

Fuente: Myriades 1. Siglo XXI en construcción.

4 comentarios:

  1. Llegar a la unión política del planeta con un solo gobierno, es la idea integradora donde al final llegaremos, una misma política un solo ejercito, un solo mercado,una sola policía y una sola justicia.
    La Tierra, como única nación....un sueño al alcance de la humanidad.

    Pero eso necesita, llegar a un punto donde ya no haya marcha atrás,donde todas las culturas,persigan el mismo fin.

    Si al principio los seres humanos, fueron agrupándose, en tribus, mas allá de las simples familias patriarcales, llegando hoy en día a la unión de naciones ,para formar los estados unidos, norteamericanos, europeos, chinos, indios o rusos, eso mismo irá ocurriendo en las naciones Ibero americanas, árabes y africanas.

    El gran salto y el mas difícil, será la agrupación en un solo colectivo mundial, que puede llevar ya no décadas, si no tal vez siglos.

    Solo, algún descubrimiento, trascendental o un peligro mundial, podría acelerar esta unión.

    Pero no hay duda que estamos abocados a ello.
    Un abrazo.

    ResponderEliminar
  2. Personalmente me gusta la comunión de lso diversos pueblos y personas, la unificación me provoca bastante temor, creo tanto en la pluralidad como en la unidad, ambas cosas pienso qeu deben ser cuidadas y respetadas.

    un abrazo.

    ResponderEliminar
  3. Como una fruta: la granada. Unidos y también separados. Los objetivos comunes, lo que nos une. Lo que cada uno aporta de diferente y que a su vez enriquece es lo que nos separa. No para competir sino para incluir e integrar.

    ResponderEliminar
  4. Hola Mónica:

    Bienvenida y gracias por tu aportación que me parece muy lúcida.

    Bendiciones.
    un abrazo.

    ResponderEliminar

Hola, Bienvenid@s.


Este Blog quiere ser un lugar de encuentro para todos aquellos que queremos ayudar a transformar la sociedad para convertirla en un lugar más fraterno, más libre, más justo y, a la vez, somos conscientes de que todo cambio social sólo es posible si hay un cambio personal e interno y no se olvida lo que nos enseña la Tradición Espiritual de la Humanidad, intentándo actualizarla creativamente en cada época.


Mi camino...

el camino que sigo es el camino de la mística del amor, no un amor sentimental, sino un amor inteligente o consciente (amor iluminado decían los antiguos) y solidario, que no olvida el sufrimiento y la injusticia.
Guiado de la mano de de la mística monástica cisterciense (la primera mística moderna del amor), el esoterismo cristiano, la mística de san juan de la cruz y el zen... y animado por ideales progresistas y solidarios os invito a caminar juntos hacia un mundo y unos hombres y mujeres nuevos.