
“Toda vida verdadera es encuentro”. Martin Buber
La frase del conocido pensador judío viene de su obra más importante, Yo y tú (Caparrós, Madrid, 1998), en la que, desde la fenomenología y con un importante componente personalista, profundiza en el principio de alteridad como constitutivo del núcleo de lo humano: “La palabra básica Yo-Tú sólo puede ser dicha con la totalidad del ser. Pero la reunión y la fusión en orden al ser entero nunca puedo realizarlas desde mí, aunque nunca pueden darse sin mí. Yo llego a ser Yo en el Tú; al llegar a ser Yo, digo Tú. Toda vida verdadera es encuentro”.
En efecto, la vida humana es mucho más que un hecho biológico material. Nuestra actividad en el mundo de conciencia (en la noosfera o semiosfera, en el espacio simbólico) nos construye como sujetos frente a todo lo demás, que se nos entrega como objeto (ob-jectum), como algo puesto o colocado, arrojado (-jectum) delante de mí (ob-).
Pero experimentamos nuestra plenitud al reconocer que otros objetos son sujetos, que ellos son otro-yo, un tú esencial sin el cual no me puedo realizar plenamente. Por ello, tras el principio de alteridad está el principio de dación, de entrega al otro, desde la gratuidad y la simpatía (en su sentido etimológico de conectar empáticamente, sufrir o gozar con el sufrimiento o el goce del otro). El amor es así un acto metafísico y metapsíquico, que a la vez excede (sin abandonar) el mundo de la physis (naturaleza) y el de la psique. Y que se nos ofrece, se nos abre siempre en el presente, es siempre presencia: “Los seres verdaderos son vividos en la actualidad, los objetos en el pasado”.
Por ello, la categoría encuentro no se refiere en Buber a algo accidental, accesorio, sino a algo esencial para lo humano, fundante, constitutivo de nuestra siempre fugaz plenitud.
El encuentro y el amor se articulan como relacionalidad y como responsabilidad, como respuesta de un Yo a un Tú al que considera un igual, y en una dinámica de reciprocidad enriquecedora. Reciprocidad que experimentamos como conversación y diálogo, como interacción fecunda y no impositiva, tal como entiende Habermas la acción comunicativa.
no podrian facilitarme una direccion de una pagina sobre la critica de la iglesia hacia la postura de Martin Buber
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