"Tutti i miei pensier parlan d’amore (Todos mis pensamientos hablan de Amor)". Vita Nuova. Dante Alighieri.

viernes, 4 de febrero de 2011

Citas de Thomas Merton (monje, poeta y pensador norteamericao)





"Si en Occidente Dios ya no puede ser experimentado como ‘muerto’, es debido a una ruptura y autoalienación internas que han caracterizado la mente occidental en su dedicación mentalmente simple a sólo la mitad de la vida: la exterior, objetiva y cuantitativa. La ‘muerte de Dios’ y la consecuente muerte del auténtico sentido moral, del respeto por la vida, por la humanidad, por los valores, expresa la muerte de una cualidad de vida interior subjetiva: una cualidad que en las religiones tradicionales era experimentada en términos de conciencia de Dios; no en la concentración en una idea o concepto de Dios, y menos aún, en una imagen de Dios, sino en una sensación de presencia, de un fundamento divino de realidad y significado partiendo de los cuales la vida y el amor pudieran florecer espontáneamente".

Thomas Merton, Reflexiones sobre Oriente. La filosofía oriental a la luz del misticismo occidental. Cap. El hinduísmo. (traducción de Joaquín Adsuar Ortega). Ed.Oniro, Barcelona, 1997.


"Cualquier cosa que la India haya tenido que decirle a Occidente, se vio forzada a permanecer en silencio. Cualquier cosa que China haya tenido que decir, aunque algunos de los primeros misioneros le prestaron oídos y lo entendieron, el mensaje fue en general ignorado por inconcerniente. ¿Es que hubo quien escuchara las voces de los mayas y de los Incas, aunque tenían cosas profundas que decir? Viéndolo bien, su testimonio fue simple y llanamente suprimido. Nadie creyó que los Hijos del Sol pudieran esconder, después de todo, ningún secreto espiritual en sus corazones. Por el contrario se suscitaron discusiones abstractas para determinar, en términos de filosofía puramente académica, si era posible o no considerar al indio como animal racional. Uno se sobrecoge con sólo el eco de la voz del orgullo cerebral de Occidente -ya desde entonces encarnado por el racionalismo que hoy constituye nuestro patrimonio-, alzándose para juzgar el viviente misterio espiritual del hombre primitivo y condenarlo a ser excluido de aquella categoría de que exclusivamente se hacía depender el amor, la amistad, el respeto y la comunión".


Thomas Merton. Carta a Pablo Antonio Cuadra sobre los gigantes, 1962. Mutantia (zona de lucidez implacable), Ediciones del Psiconauta, Buenos Aires, 1981.


"El Gita ve que el problema básico del hombre es su endémica negativa a vivir por otra voluntad que no sea la suya (…) Es renunciando a una libertad falsa e ilusoria, a nivel superficial, como el hombre se une con el fundamento interno de la realidad y la libertad en sí mismo que es la voluntad de Dios, de Krishna, de la Providencia o del Tao. Estos conceptos no coinciden exactamente, pero tienen mucho en común. Es permaneciendo abierto a un número infinito de inesperadas posibilidades, que trascienden su propia imaginación y su capacidad de planificación, como el hombre en verdad realiza plenamente su propia necesidad de libertad. El Gita, como los Evangelios, nos enseña a vivir conscientes de una verdad interior que excede el alcance de nuestros pensamientos y no puede ser sometida a nuestro propio control. Si seguimos el simple afán de poder, seremos esclavos de ese afán. Si obedecemos esa verdad seremos, finalmente, libres".

Thomas Merton, Reflexiones sobre Oriente. La filosofía oriental a la luz del misticismo occidental. Cap. El hinduísmo (traducción de Joaquín Adsuar Ortega). Ed.Oniro, Barcelona, 1997.


"Creo que no debemos sentirnos muy seguros de haber hallado a Cristo en nosotros mismos hasta que no lo hallemos además en el sector de la humanidad más remoto del nuestro. A Cristo no se lo encuentra en altisonantes y pomposas declaraciones sino en el diálogo humilde y fraterno. Se encuentra menos en una verdad impuesta que en una verdad compartida".

Thomas Merton. Carta a Pablo Antonio Cuadra sobre los gigantes, 1962. Mutantia (zona de lucidez implacable), Ediciones del Psiconauta, Buenos Aires, 1981.


"El azar de la busca espiritual es, precisamente, que la determinación de su autenticidad no puede ser dejada a nuestro propio juicio aislado y subjetivo. el hecho de que yo la acepte no prueba nada, como tampoco lo haría el que la rechazara. No nos limitemos a crear nuestras propias vidas en nuestros propios términos. Cualquier intento de hacerlo así es una afirmación de nuestro yo individual como algo definitivo y supremo".

Thomas Merton, Reflexiones sobre Oriente. La filosofía oriental a la luz del misticismo occidental. Cap. El hinduísmo (traducción de Joaquín Adsuar Ortega). Ed.Oniro, Barcelona, 1997.


"Vivimos en un tiempo de malos sueños, en el que el científico y el ingeniero tienen el poder de darle forma externa a los fantasmas del inconsciente del hombre. Los relumbrantes proyectiles que cantan en la atmósfera, listos para pulverizar las ciudades del mundo, son sueños de gigantes sin centro. Sus circunvoluciones matemáticas son hieráticos ritos de chamanes sin credo. No es prohibido desear que sus sueños hubieran sido menos sórdidos".

Thomas Merton. Carta a Pablo Antonio Cuadra sobre los gigantes, 1962. Mutantia (zona de lucidez implacable). Ediciones del Psiconauta, Buenos Aires, 1981.


"Los mayores actos de inhumanidad han sido perpetrados precisamente en nombre de la ‘humanidad’, la ‘civilización’, el ‘progreso’, la ‘libertad’, ‘mi patria’ y, desde luego, ‘Dios’. Esto nos recuerda que en el cultivo de una conciencia espiritual interna existe un peligro de autoengaño y narcisismo, una rigurosa evasión de la verdad fomentada por uno mismo. En otras palabras: la tentación para las gentes de mente religiosa y espiritual es cultivar un sentido interno de lo correcto o de la paz, y hacer de esta sensación subjetiva la prueba o test final de todo. Mientras este sentimiento de lo justo siga con ellos, serán capaces de hacer cualquier cosa. Pero esta sensación interna (como han demostrado Auschwitz y el caso de Eichmann) puede coexistir con lo más definitivo de la corrupción humana. El azar de la busca espiritual es, precisamente, que la determinación de su autenticidad no puede ser dejada a nuestro propio juicio aislado y subjetivo. El hecho de que yo la acepte no prueba nada, como tampoco lo haría el que la rechazara. No nos limitemos a crear nuestras propias vidas en nuestros propios términos. Cualquier intento de hacerlo así es una afirmación de nuestro yo individual como algo definitivo y supremo".

Thomas Merton, Reflexiones sobre Oriente. La filosofía oriental a la luz del misticismo occidental. Cap. El hinduísmo (traducción de Joaquín Adsuar Ortega). Ed.Oniro, Barcelona, 1997.

"Desgraciadamente el amor que ha de nacer del odio no nace nunca. El odio es la esterilidad; nada procrear sino la imagen de su furor vacío, su propia nada. Es imposible que del vacío nazca el amor. Este está lleno de realidad. El odio destruye el verdadero ser del hombre, puesto que hace la guerra a una ficción que es ‘el enemigo’. El hombre es concreto y viviente, pero ‘el enemigo’ no es sino una abstracción subjetiva. La sociedad que mata hombres reales para librarse del fantasma de una ilusión paranoica, es porque está posesa del demonio de la destrucción desde el momento en que se ha hecho incapaz de amor. Rehusa, a priori, amar. No tiene por objeto la relaciones concretas del hombre con el hombre, sino sólo abstracciones concernientes a la política, la economía, la psicología y aun, a veces, la religión. Las palabras y los símbolos constituyen la única realidad que nuestra época respeta, aunque se ufane de estar absorbida en la técnica y el progreso. En realidad a nadie le importa el progreso, sino solamente lo que de éste se dice, qué precio puede dársele, qué ventaja política se le puede sacar. Gog representa el amor al poder. Magog está absorbido por el amor al dinero: sus ídolos difieren, y aunque se ven las caras con gestos agresivos, su locura es la misma: son en verdad las dos caras de Jano mirando hacia el interior y dividiéndose con furor crítico el envilecido santuario del hombre deshumanizado".


Thomas Merton. Carta a Pablo Antonio Cuadra sobre los gigantes, 1962. Mutantia (zona de lucidez implacable). Ediciones del Psiconauta, Buenos Aires, 1981.

2 comentarios:

  1. Cada vez que leo palabras de Merton siento que me hubiera gustado conocer a alguien así...

    Pasé a agradecer el link... y me encuentro con este sitio lleno de tan lindas reflexiones! Lo agregué a mi blogroll. Exitos!

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  2. Muchas gracias, me alegra que te guste Merton y te guste el blog.

    Muchas bendiciones.

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Este Blog quiere ser un lugar de encuentro para todos aquellos que queremos ayudar a transformar la sociedad para convertirla en un lugar más fraterno, más libre, más justo y, a la vez, somos conscientes de que todo cambio social sólo es posible si hay un cambio personal e interno y no se olvida lo que nos enseña la Tradición Espiritual de la Humanidad, intentándo actualizarla creativamente en cada época.


Mi camino...

el camino que sigo es el camino de la mística del amor, no un amor sentimental, sino un amor inteligente o consciente (amor iluminado decían los antiguos) y solidario, que no olvida el sufrimiento y la injusticia.
Guiado de la mano de de la mística monástica cisterciense (la primera mística moderna del amor), el esoterismo cristiano, la mística de san juan de la cruz y el zen... y animado por ideales progresistas y solidarios os invito a caminar juntos hacia un mundo y unos hombres y mujeres nuevos.