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“Las bases, las comunidades, se van haciendo adultas y exigen la corresponsabilidad; se va superando una dependencia irritada frente a ciertas actitudes y decisiones de la jerarquía, de la curia”. Pedro Casaldáliga considera que la Teología de la Liberación “continúa viva, abrazando explícitamente causas que en un principio quedaban como relegadas, esperando tiempos mejores”. “Ha contaminado la pastoral y la misma teología”, remacha.
El que fuera obispo de Sao Félix de Araguaia, en el Mato Grosso de la Amazonia brasileña, figura destacada de la Teología de la Liberación, realiza un pequeño repaso a la actualidad eclesial en unas declaraciones al último número trimestral de la revista ‘Los Ríos’, de las Misiones Diocesanas Vascas, que dirige el periodista y sacerdote Josetxu Canibe.
Casaldáliga saluda que Latinoamérica «se está haciendo de izquierdas», defiende que «hay muchas ganas de un socialismo nuevo» y, en ese contexto, sostiene que la Iglesia «consciente y comprometida tiene mucha contribución a dar, dialogando, estimulando la esperanza, despojándose de poderes y privilegios, y optando por el pobre».
El misionero claretiano cree que la Teología de la Liberación se centra en causas que han pasado a ser normales y diarias, como el mundo indígena, el mundo negro, la migración o el medio ambiente o la mujer. Sobre la condición femenina, el religioso sostiene que, «aunque oficialmente está relegada, ha crecido mucho, incluso a nivel teológico y bíblico. Y en muchos países es la mujer quien lleva la carga diaria de la pastoral. Un 70% de la Iglesia ‘viva’ es de mujeres», cuantifica.
Involución oficial
El obispo emérito siempre ha mantenido una postura muy radical en defensa de los pobres y de los oprimidos, campesinos e indígenas del Mato Grosso, lo que le ha acarreado no pocos disgustos con la jerarquía vaticana. En la revista vasca asegura que en la Iglesia, «a pesar de la involución oficial, crece la conciencia y la práctica ecuménica y macroecuménica. Las bases, las comunidades, se van haciendo adultas y exigen la corresponsabilidad; se va superando una dependencia irritada frente a ciertas actitudes y decisiones de la jerarquía, de la curia. Se prescinde y se continúa caminando», señala el prelado catalán, ya jubilado.
Casaldáliga dice que hay que vivir simultáneamente el éxodo y el exilio. «Una espiritualidad de pobreza evangélica y de esperanza pascual. Una solidaridad cada vez más orgánica y más mundial. El diálogo interreligioso es una reivindicación urgente, pues no habrá paz en el mundo si no hay diálogo entre las religiones».
Tengo la impresión que se continuará prescindiendo y caminando porque con Cristo nunca se camina a solas.
ResponderEliminarEfectivamente, Nicolás, el camino apoyados en nuestras dos piernas: Cristo y los pobres, nunca se recorre solo, al contrario en él nos encontramos con caminantes de muchas partes que juntos van construyendo el camino al andar.
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