Tomado de http://www.telefonodelaesperanza.org/files/229/CHARLA%20SABIDURIA%20EMOCIONAL.pdf
1.- Permitirme sentir: odio, tristeza, miedo...Porque la reacción suele ser
negarlo, y defendernos contra ello, porque crea que no está aceptado por la sociedad o, incluso, porque no quiera yo mismo aceptarlo porque lo considere una debilidad o que va en contra de los preceptos que yo mismo he creado para mi personalidad.
Y, ¿cómo me permito sentir? Dejándome “empapar” de lo que siento en cada momento, sin huir, sin engaños. Ser capaz de mostrar debilidad, miedo...Dándome cuenta de cómo me siento en este momento, es decir, ser consciente.
2.- Aceptar la emoción. Es decir, que no actúe inmediatamente el pensamiento rechazándola, por las causas que sea: yo no quiero ser así, o no debo ser así...En definitiva: no rechazar mis sentimientos.
3.- Exterizar las emociones. Habitualmente nos comemos el coco dándole
vueltas a “lo que es” negándolo. Nos bloqueamos como una cañería: si en ésta el bloqueo impide la circulación del agua, en nuestro interior el bloqueo impide la expresión. Tenemos que expresar las emociones que nos embargan para
desbloquearnos, porque de otra forma será difícil vivir el presente, porque estaremos colgados de lo que nos preocupa u obsesiona. Ej: el padre que no se puede alegrar de la noticia eufórica del aprobado de su hijo porque está pensando la otra emoción negativa: no puede expresar alegría porque antes no ha podido expresar tristeza o dolor.¿Cómo expreso las emociones? Hablando...
4.- Exteriorización proporcional. El de enfrente no tiene la culpa de mis
sensaciones. La exteriorización ha de ser una liberación para mí, y un aprendizaje para el otro. Evitar el echar culpas...Proverbio árabe: “que lo que tengas que decir sea más bonito que estar callado”.
Atención al lenguaje no verbal.
5.- Poder cambiar nuesto modo de sentir. Habitualmente creemos que siempre está en manos de agentes externos, de factores que no controlo, el sentirme bien o mal:
no me quieren, o no me respetan...y eso hace que me sienta mal.
Si cambiamos la percepción, podemos cambiar el sentimiento. Por ejemplo,
darme cuenta por qué estoy tan condicionado, o es tan importante para mí lo que opinen o hagan los demás, hasta el punto de anular mis propios criterios. ¿Qué creo que obtengo a cambio? ¿Qué no quiero descubrir? ¿Por qué renuncio a hacerme dueño y responsable de mi propia vida?
Cada uno vive según siente, y siente según piensa. Luego, si cambio la
percepción, la forma de pensar, cambiaré la forma de sentir, y podré cambiar mi formade vivir.
Los sentimientos son una fuente de información y conocimiento si sé
observarme. También respecto a las personas que me rodean. La observación sin juicio genera un sentimiento de aceptación.
Cuidado con las decisiones que tomo: pueden venir determinadas por un
sentimiento (miedo, frustración, envidia, odio...) que no estoy reconociendo. Una sabia pregunta antes de decidir puede ser: ¿qué me pide la vida en este momento?
Resumen: Estar atento a mis sentimientos y emociones; aceptarlas; no juzgarme ni juzgar; investigar qué me lleva a sentir lo que siento.
1.- Permitirme sentir: odio, tristeza, miedo...Porque la reacción suele ser
negarlo, y defendernos contra ello, porque crea que no está aceptado por la sociedad o, incluso, porque no quiera yo mismo aceptarlo porque lo considere una debilidad o que va en contra de los preceptos que yo mismo he creado para mi personalidad.
Y, ¿cómo me permito sentir? Dejándome “empapar” de lo que siento en cada momento, sin huir, sin engaños. Ser capaz de mostrar debilidad, miedo...Dándome cuenta de cómo me siento en este momento, es decir, ser consciente.
2.- Aceptar la emoción. Es decir, que no actúe inmediatamente el pensamiento rechazándola, por las causas que sea: yo no quiero ser así, o no debo ser así...En definitiva: no rechazar mis sentimientos.
3.- Exterizar las emociones. Habitualmente nos comemos el coco dándole
vueltas a “lo que es” negándolo. Nos bloqueamos como una cañería: si en ésta el bloqueo impide la circulación del agua, en nuestro interior el bloqueo impide la expresión. Tenemos que expresar las emociones que nos embargan para
desbloquearnos, porque de otra forma será difícil vivir el presente, porque estaremos colgados de lo que nos preocupa u obsesiona. Ej: el padre que no se puede alegrar de la noticia eufórica del aprobado de su hijo porque está pensando la otra emoción negativa: no puede expresar alegría porque antes no ha podido expresar tristeza o dolor.¿Cómo expreso las emociones? Hablando...
4.- Exteriorización proporcional. El de enfrente no tiene la culpa de mis
sensaciones. La exteriorización ha de ser una liberación para mí, y un aprendizaje para el otro. Evitar el echar culpas...Proverbio árabe: “que lo que tengas que decir sea más bonito que estar callado”.
Atención al lenguaje no verbal.
5.- Poder cambiar nuesto modo de sentir. Habitualmente creemos que siempre está en manos de agentes externos, de factores que no controlo, el sentirme bien o mal:
no me quieren, o no me respetan...y eso hace que me sienta mal.
Si cambiamos la percepción, podemos cambiar el sentimiento. Por ejemplo,
darme cuenta por qué estoy tan condicionado, o es tan importante para mí lo que opinen o hagan los demás, hasta el punto de anular mis propios criterios. ¿Qué creo que obtengo a cambio? ¿Qué no quiero descubrir? ¿Por qué renuncio a hacerme dueño y responsable de mi propia vida?
Cada uno vive según siente, y siente según piensa. Luego, si cambio la
percepción, la forma de pensar, cambiaré la forma de sentir, y podré cambiar mi formade vivir.
Los sentimientos son una fuente de información y conocimiento si sé
observarme. También respecto a las personas que me rodean. La observación sin juicio genera un sentimiento de aceptación.
Cuidado con las decisiones que tomo: pueden venir determinadas por un
sentimiento (miedo, frustración, envidia, odio...) que no estoy reconociendo. Una sabia pregunta antes de decidir puede ser: ¿qué me pide la vida en este momento?
Resumen: Estar atento a mis sentimientos y emociones; aceptarlas; no juzgarme ni juzgar; investigar qué me lleva a sentir lo que siento.
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