Un artículo de Jesús Bastante, tomado de Religión Digital
El presidente del Congreso de los Diputados, José Bono, y el ministro de Asuntos Exteriores, Miguel Ángel Moratinos, abrieron esta mañana el congreso de la Liga Internacional de Socialistas Religiosos, que este fin de semana se celebra en Córdoba bajo el lema "Crisis global y espiritualidad". En la apertura, Bono reclamó que el socialismo "necesita una renovación" y que los valores cristianos "son un buen camino para conseguir esta renovación".
El presidente de la Cámara Baja lamentó en su intervención que, a lo largo de la historia de España, "tanto el PSOE como la Iglesia no hemos estado siempre a la altura" en lo tocante a la tolerancia. "No hemos sido dignos de imitación". Por ello, abogó por potenciar los valores de "igualdad, solidaridad y fraternidad", coincidentes en ambos campos, así como "desterrar la falsa, brutal y antigua idea de que el progreso debe estar al margen de cualquier religión".
"No se trata de cristianizar al Partido Socialista, sino de encontrar juntos respuestas para poder resolver problemas que son intolerables en la sociedad actual", como la pobreza, la desigualdad y la crisis, afirmó Bono, quien abogó en su intervención por "el universalismo socialista y cristiano" como fórmula para "saltar las fronteras".
"Si nunca ha sido problema para la gente de derechas hacer compatible su ideología política con la religión, la gente de izquierdas, en general, y los socialistas, en particular, han tenido que ir acostumbrándose a estar marginados en ambos partidos y a tener que pedir, por un lado, disculpas por pensar de un modo y, en otro, por creer de determinada manera", añadió el presidente del Congreso, quien invitó a "decir lo que se piensa" porque "es la mejor manera de ser leal".
Por ello, lamentó que "las personas de buena fe en el ámbito del socialismo y de la Iglesia, muchas veces se vean tentados al silencio porque saben que la más mínima discrepancia será magnificada o exhibida como muestra de división o de falta de lealtad".
Refiriéndose a la futura Ley del Aborto, Bono criticó que "sin haber dicho ni media palabra sobre las leyes que se están tramitando en el Congreso, desde la Iglesia católica se anuncien excomuniones". "Como cristiano, aspiro a seguir a Cristo, pero no a determinados báculos y mitras, porque por más que se aborden en algunos ámbitos no representa el ideal que moral y heterodoxamente se haya impuesto" "Espero seguir a Cristo, y no a Martínez Camino", apuntó posteriormente a los periodistas.
Por su parte, el ministro de Asuntos Exteriores y Cooperación, Miguel Ángel Moratinos, que también acudió a este encuentro, expuso que hay que plantearse cuáles son los retos y desafíos qué pueden aportar en este momento de transformación. Así, subrayó que los socialistas cristianos deben tener una "actitud combativa" ante sus convicciones, especialmente a la hora de "no seguir tolerando la pobreza en el mundo".
Moratinos, quien pidió al presidente de la Liga Internacional de Socialistas Religiosos, Par Axel Sählberg, que este organismo se una a la Alianza de Civilizaciones, que "profundiza el respeto y la tolerancia en todo el mundo".
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