"Tutti i miei pensier parlan d’amore (Todos mis pensamientos hablan de Amor)". Vita Nuova. Dante Alighieri.

jueves, 25 de febrero de 2010

Hacia otro modelo de Iglesia, frragmento de una tesis final en teología de Diego Facundo Sánchez.





‘De lo que NO se quiere ser’



Es preciso reconocer que las problemáticas intraeclesiales son las que más están afectando a los cristianos más lúcidos de la actualidad. La lista de problemas es por demás larga y conocida y aunque los medios de comunicación han dejado expuesto el escándalo de los abusos sexuales de sacerdotes y obispos, esto seguramente no es lo que más escandaliza al Pueblo creyente.

Por el contrario, escandaliza más el centralismo eclesial, el creciente debilitamiento de las Iglesias locales y de sus Conferencias Episcopales, el poco respeto a los derechos humanos dentro de la Iglesia, la doctrina del magisterio sobre sexualidad y moral sexual (celibato, matrimonio, anticonceptivos, homosexualidad, etc) y bioética, el alejamiento de la comunión eucarística a los divorciados vueltos a casar, el proceso para el nombramiento de obispos de Roma, la exclusión de la mujer del ministerio y de muchos espacios de decisión eclesial, el freno de las voces más proféticas (entre los teólogos, en la vida religiosa e incluso entre los obispos), la obsesión por la ortodoxia y la falta de dialogo con el mundo de la ciencia, la búsqueda del poder y de la ‘seguridad eclesial’, el freno a las teologías periféricas, la forma actual del ejercicio del primado, el mantenimiento de las estructuras de Cristiandad medieval (Estado vaticano, nuncios, cardenales, etc), el estancamiento del ecumenismo, el miedo al diálogo interreligioso, la poca aceptación de la opinión publica y del ‘disenso’ en la Iglesia, el escaso espacio concedido a los laicos, el cerrar el camino a otros tipos de ministerios, incluso la ordenación de hombres maduros casados (viri probati), el alejamiento de la Iglesia de los pobres y el alineamiento de la jerarquía con gobiernos no sólo conservadores sino ultraconservadores y dictatoriales y finalmente el eclesiocentrismo de una Iglesia que se muestra más preocupada de sus derechos o intereses que de los del pueblo y de los pobres, entre muchas otras.

A estas problemáticas internas, deben sumarse algunas causas extreclesiales que completan aún más el panorama de la crisis irreversible del actual modelo eclesial. Es que la crisis eclesial actual debe situarse dentro del contexto más amplio de los profundos cambios socioculturales de nuestro tiempo. La Iglesia, que en Concilio Vaticano II se abrió tímidamente a la Modernidad, se encuentra hoy desconcertada ante los avances de la técnica, de la globalización y de la nueva mentalidad posmoderna.


‘De lo que SI se quiere construir’

Ante esta crisis irreversible de la Iglesia Católica en su modelo conservador tradicional (y predominante) urge encontrar una propuesta positiva que posibilite ‘con realismo’ la construcción otro modelo “alternativo y liberador”. No se trata de salirse, ni siquiera de pensar en una Iglesia paralela. Sería no haber aprendido las lecciones de la historia y seguir traicionando el evangelio de Jesús que pidió que todos fuéramos uno para que el mundo creyese (Jn 17,21).

Se trata de construirlo al interior de la misma con lo mejor de los aprendizajes adquiridos luego de dos mil años de rica historia. No seremos ni los primeros,
ni los últimos que trabajemos por esto. Ya lo hizo San Pablo, San Francisco… y lo hicieron en el siglo XX los padres del Concilio.

El camino es desde dentro y a largo plazo. La motivación para seguir luchando dentro de la Iglesia, lejos del miedo o la necesidad, debe ser la responsabilidad pastoral de caminar con el pueblo pobre y excluido, para quienes muchas veces la Iglesia es su única esperanza.

Más que nunca el Pueblo de Dios necesita de los teólogos, de los pastores, religiosos, religiosas y laicos todos, comprometidos con la ‘causa liberadora del evangelio’, y con la anhelada ‘Iglesia de los pobres’.

miércoles, 24 de febrero de 2010

Crece la indignación por el secuestro del libro de Pagola.El teólogo Javier Vitoria sale en defensa de Pagola






El martes salió publicada la noticia en los periódicos. La editorial PPC ha pedido a las librerías diocesanas y religiosas de España que devuelvan los ejemplares de la novena edición del libro "Jesús. Aproximación histórica», de José Antonio Pagola. Esta edición cuenta con la autorización, el beneplácito y el "nihil obstat" del obispo Juan María Uriarte, y ha permanecido durante más de una año en los almacenes de la editorial a la espera de un tiempo oportuno para llegar a las librerías.

Hace dos años, por estas mismas fechas, a propósito de este contencioso, inicié un artículo sobre la divinidad de Jesús con las siguientes palabras:

«El tradicionalismo eclesiástico español vive en la impostura. Se siente autorizado para calificar de herejía todo pensamiento católico que se mueva fuera de sus coordenadas doctrinales. El colmo de la patraña es el último caso provocado por la reacción insolente e injustificada de algunos de sus miembros, supuestamente más instruidos en las ciencias sagradas.

El motivo -o ¿la excusa, quizás?- lo han encontrado en una aproximación histórica a la figura de Jesús de Nazaret, realizada con honda pasión creyente, encomiable rigor científico e incomparable claridad pedagógica. Prejuicios de tipología diversa, y en gran medida vinculados a la deriva gnóstica de cristianismo, enturbian su mirada.

Son incapaces de vislumbrar en "el Jesús de Pagola" -por usar la expresión descalificadora de alguno de sus críticos- una divinidad sin poder, una filiación sin privilegios, un señorío sin potestad, una gloria sin armiño, un magisterio sin dogmas, un sacerdocio sin culto y una autoridad sin imperativos categóricos.

"La herida gnóstica" de su idea de Dios (J. B. Metz) intercepta inconscientemente el acceso de su precomprensión a la gloria de la carne de la Palabra que ha puesto su morada entre nosotros (cf. Jn 1, 14).


Cuando hace casi un año en el Consejo de Dirección de Iglesia Viva programamos el presente número y meses más tarde se me asignó este artículo, no podía prever ni por lo más remoto lo que hoy está pasando. Conspicuos profesores españoles de teología confunden el Jesús histórico y el Cristo de la fe; y miembros de la jerarquía de la Iglesia atisban indicios de arrianismo allí donde es metafísicamente imposible que los haya.

Lo primero es simplemente una necedad teológica que desacredita a sus autores; lo segundo, sin negar la buena voluntad de sus mentores, un proceder pastoral no conforme a la verdad del Evangelio (cf. Gal 2, 14), que confunde la fe de los sencillos».

Hoy me ratifico en lo escrito palabra por palabra, aunque entonces un buen amigo me reprochara cariñosamente el modo tan abrupto de iniciar el artículo. Es hora de abandonar los circunloquios y los lenguajes cifrados para hablar de lo que está pasando en la Iglesia. La insolencia del tradicionalismo es tal que ha llegado al extremo de desautorizar el "nihil obstat" del obispo Uriarte.


¿Quiénes lo han hecho? ¿Con qué autoridad? El atropello eclesiológico y jurídico es descomunal. La decisión tomada plantea un conflicto de comunión eclesial de la máxima envergadura, aunque los obispos españoles miren para otro lado.


Actuaciones jerárquicas como éstas convierten la autoridad magisterial en un poder frío, ciego e inmisericorde, que hiere a las personas, confunde la fe y la esperanza de un número creciente de miembros de la Iglesia e impacta gravemente en la comunión eclesial. Dentro de cien años la jerarquía eclesiástica volverá a pedir perdón por las tropelías de sus hermanos de hoy, pero será demasiado tarde, aunque quizás -¿esta vez sí?- lo haga con propósito de la enmienda.

Son expertos en calibrar la paja en el ojo ajeno y ciegos para ver el tronco que ciega el propio (cf. Mt, 7, 3-5). Y así un obispo joven y con títulos en teología y medicina puede afirmar desde el púlpito de su catedral que la muerte de un niño aquejado de cáncer es consecuencia del pecado, sin que nadie ponga coto a semejante dislate teológico que coloca en una situación bien embarazosa a la fe en el Dios de Jesucristo.


Tengo razones más que suficientes para pensar con prudencia que seguramente esta jerarquía tradicionalista hubiera llevado al mismo Jesús de Nazaret ante el Sanedrín por heterodoxo, es decir, "por no ser el Jesús de su Iglesia".

martes, 23 de febrero de 2010

Identificar las tentaciones por José Antonio Pagola.






Según los evangelios, las tentaciones experimentadas por Jesús no son propiamente de orden moral. Son planteamientos en los que se le proponen maneras falsas de entender y vivir su misión. Por eso, su reacción nos sirve de modelo para nuestro comportamiento moral, pero, sobre todo, nos alerta para no desviarnos de la misión que Jesús ha confiado a sus seguidores.



Antes que nada, sus tentaciones nos ayudan a identificar con más lucidez y responsabilidad las que puede experimentar hoy su Iglesia y quienes la formamos. ¿Cómo seremos una Iglesia fiel a Jesús si no somos conscientes de las tentaciones más peligrosas que nos pueden desviar hoy de su proyecto y estilo de vida?



En la primera tentación, Jesús renuncia a utilizar a Dios para «convertir» las piedras en panes y saciar así su hambre. No seguirá ese camino. No vivirá buscando su propio interés. No utilizará al Padre de manera egoísta. Se alimentará de la Palabra viva de Dios. Sólo «multiplicará» los panes para alimentar el hambre de la gente.



Ésta es probablemente la tentación más grave de los cristianos de los países ricos: utilizar la religión para completar nuestro bienestar material, tranquilizar nuestras conciencias y vaciar nuestro cristianismo de compasión, viviendo sordos a la voz de Dios que nos sigue gritando ¿dónde están vuestros hermanos?



En la segunda tentación, Jesús renuncia a obtener «poder y gloria» a condición de someterse como todos los poderosos a los abusos, mentiras e injusticias en que se apoya el poder inspirado por el «diablo». El reino de Dios no se impone, se ofrece con amor. Sólo adorará al Dios de los pobres, débiles e indefensos.



En estos tiempos de pérdida de poder social es tentador para la Iglesia tratar de recuperar el «poder y la gloria» de otros tiempos pretendiendo incluso un poder absoluto sobre la sociedad. Estamos perdiendo una oportunidad histórica para entrar por un camino nuevo de servicio humilde y de acompañamiento fraterno al hombre y a la mujer de hoy, tan necesitados de amor y de esperanza.



En la tercera tentación, Jesús renuncia a cumplir su misión recurriendo al éxito fácil y la ostentación. No será un mesías triunfalista. Nunca pondrá a Dios al servicio de su vanagloria. Estará entre los suyos como el que sirve.



Siempre será tentador para algunos utilizar el espacio religioso para buscar reputación, renombre y prestigio. Pocas cosas son más ridículas en el seguimiento a Jesús que la ostentación y la búsqueda de honores. Hacen daño a la Iglesia y la vacían de verdad.



José Antonio Pagola






La propuesta del gobierno en materia de pensiones "va en la dirección equivocada, es injusta e inoportuna", Cándido Méndez (UGT)





El Secretario General de UGT, Cándido Méndez, ha manifestado hoy que el debate sobre las pensiones siempre se centra en cómo recortar el gasto cuando “en España tenemos un gasto en pensiones de tres puntos por debajo del promedio de la Unión de los 25 y casi cinco puntos por debajo de los países más desarrollados de la vieja Europa”. Para Cándido Méndez, habría que centrarse en cómo mejorar los ingresos, por ejemplo, “aumentando la tasa de empleo de la mujer y mejorando sus salarios y su estabilidad laboral” o “utilizando los ingresos de otras fuentes para reforzar nuestro Sistema de Seguridad Social”, ya que desde 1967 hasta el año 2000 las cotizaciones, que tienen que ir exclusivamente a las pensiones contributivas, han ido a “sufragar las pensiones contributivas, las no contributivas e, incluso, el Sistema Sanitario Público, por lo que el conjunto de la sociedad española le debe al sistema contributivo una cantidad de dinero equivalente al 35% de nuestro PIB”.

El Secretario General de UGT ha realizado estas declaraciones en el programa “Hoy por Hoy” de la Cadena Ser, donde ha manifestado que la propuesta del Gobierno en materia de pensiones “va en la dirección equivocada, es injusta e inoportuna” y cree que la convocatoria, por parte de UGT y CCOO, de las manifestaciones en toda España “está provocando una reconsideración que, espero, sea muy en profundidad en la posición del Gobierno”.

Para Cándido Méndez, existe un acuerdo firmado en vigor en materia de pensiones que es el que cuenta con “el mayor consenso social y político de todos los que se han firmado anteriormente”, por lo que considera que las propuestas del Gobierno “son innecesarias y desacertadas”.

El Secretario General de UGT cree que el Ejecutivo debería ser más decidido en esta materia y no despreciar aquello que ha firmado no hace mucho tiempo. “Uno de los grandes errores que alberga la propuesta de pensiones del Gobierno es que ni siquiera cree en los acuerdos que firma”, manifestó.




Un nuevo error del conservadurismo eclesial: Retiran del mercado el 'Jesús' de Pagola avalado por el obispo emérito de San Sebastián.





La editorial PPC ha pedido a las librerías diocesanas y religiosas de España que devuelvan los ejemplares de la novena edición del libro 'Jesús. Aproximación histórica», del teólogo guipuzcoano José Antonio Pagola, perseguida desde hace casi tres años por los sectores más conservadores de la Iglesia.Lo cuenta Pedro Ontoso en Diario Vasco.

Se trata de la versión corregida del ex vicario de José María Setién, que contaba con el aval de Juan María Uriarte, lo que supone un nuevo varapalo al obispo emérito de San Sebastián y un aviso para navegantes en la teología progresista.
La última versión de la polémica obra, de la que se han vendido más de 60.000 ejemplares, llegó al mercado el pasado diciembre, una vez que ya se había anunciado, el 21 de noviembre, el nombre del sustituto de monseñor Uriarte al frente de la diócesis guipuzcoana. El libro revisado había permanecido en los almacenes de PPC durante meses tras los ataques recibidos, pero una vez resuelto el relevo de Uriarte, la editorial lo envió a las librerías.
PPC habría recibido fuertes presiones por parte de poderes eclesiásticos oficiales para retirar la obra, que sí se había distribuido en Argentina, y traducida al catalán (Editorial Claret) y euskera (Idatz). Las indicaciones habrían venido de la cúpula episcopal, según la agencia de noticias Infocatólica, para evitar una intervención directa del Vaticano.

PPC pertenece al grupo SM, impulsado en los años cuarenta por la familia marianista, con un fuerte liderazgo en España y una potente implantación internacional, sobre todo en Latinoamérica. El grupo ha sido valiente en la publicación de obras que no han gustado al núcleo más conservador del Episcopado español.

Uriarte se convirtió en uno de los más firmes defensores de Pagola, a quien le une una gran amistad, cuando su libro, convertido ya en un auténtico betseller, comenzó a ser cuestionado en algunos círculos eclesiales.
El primer ataque serio vino de la mano del obispo de Tarazona, Demetrio Fernández, que acusó a Pagola de «hereje» y «arriano» y de presentar un Jesús «que no es el de la Iglesia». Le siguió un duro dictamen de José Rico García Pavés, director del secretariado de la Comisión Episcopal para la Doctrina de la Fe, que acusó al teólogo vasco de presentar a un Jesús «irreconocible».

El propio Pagola salió al paso de las críticas con un extenso escrito en el que aseguraba sentirse «perseguido» por algunos sectores de la Iglesia que «quieren acallar mi voz y apagarla». En sólo seis meses la obra conoció ocho ediciones y vendió más de 35.000 ejemplares, algo insólito para una publicación religiosa de este tipo.

Uriarte se reunió con Pagola para convencerle de la necesidad de algunos «retoques» en la obra para zanjar el asunto. El autor accedió y presentó un nuevo manuscrito. El texto fue sometido por el entonces obispo de San Sebastián a una comisión cualificada, integrada por dos reconocidos teólogos y un obispo-teólogo, que elaboraron un peritaje. Con tales argumentos, monseñor Uriarte hizo suyo el 'Nihil obstat' (Nada que objetar) y emitió un decreto personal, un 'Imprimatur', con el que bendecía la obra.
De acuerdo con la información de algunas fuentes, el aval de Uriarte no gustó en Roma. Tampoco en Madrid, en la Conferencia Episcopal. Uriarte, posiblemente con información de lo que se cocía en algunos despachos del Episcopado, se adelantó e informó de su 'Nihil obstat' el 18 de junio de 2008. Las presiones para la retirada del libro se producen tras la toma de posesión de José Ignacio Munilla en San Sebastián.
Juan María Uriarte ha defendido la obra de José Antonio Pagola a capa y espada en todos los escenarios donde ha tenido oportunidad para hacerlo. Lo hizo durante una intervención en el Foro de la Universidad de Deusto, ante un público cualificado e influyente de todos los ámbitos de la sociedad vasca.
Las mismas características de quienes asistieron a su conferencia en la Tribuna Euskadi del Fórum Europa. El prelado definió el libro como un «intento serio de aproximación histórica, honesta, documentada y bien hecha». El obispo admitió que su contenido ha podido causar «perplejidad en algunos», pero, a renglón seguido, aseguró que «son más las que ven el efecto positivo del mismo».

Uriarte justificó la decisión de apoyar el trabajo con el 'Nihil obstat', algo que hizo «con todo el corazón y el alma». «Y lo mantengo», zanjó entonces por si hubiera alguna duda sobre su iniciativa, cuando arreciaban las presiones para que se cerraran las puertas al teólogo guipuzcoano, que era requerido para dar conferencias en distintas instituciones. En algunos sitios, efectivamente, se cayó de los carteles, pero en muchos otros, se le tendió la mano para que se defendiera.



domingo, 21 de febrero de 2010

La Dualidad, por Unsui (blogger de El Evangelio a la luz del Zen)




Al venir a escribir me he acordado de que, ayer, mi amigo Francesco Universalista, sacó a relucir una cuestión que yo recuerdo de la época en que me dedicaba al estudio de la Física Teórica. Habló de uno de los koans más apasionantes de la Ciencia, conocido como "dualidad onda-corpúsculo". Como muchos de los lectores y participantes del blog no estarán quizás al tanto de estos detalles, no me extenderé sobre ello. Diré tan solo que la luz a veces se comporta como una onda, y otras como si estuviese hecha de minúsculas partículas de un tamaño mucho más pequeño que un átomo. ¡Pero la luz es una!

Podríamos derivar esa cuestión física a otra más espiritual, tal y como Francesco proponía, diciendo que la experiencia religiosa a veces se manifiesta como vacío, y a veces como persona. Es una forma magnífica de enfocar el tema, no podía haberse elegido otra mejor. Ante tal argumento, siento que no hay posible réplica. La experiencia budista es la vacuidad (la vertiente ondulatoria del espíritu), y la experiencia cristiana es el Padre, Dios como Persona (la vertiente corpuscular). Viéndolo de este modo, todos quedamos satisfechos, en efecto. No hay porqué pelear sobre quienes tienen razón, porque todo depende simplemente del experimento que realicemos.

Ahora bien, ¿la experiencia mística puede equipararse a una experiencia científica? ¿Puede realizarse un tipo de práctica u otro para obtener un resultado u otro? Si este es el caso, podríamos diseñar la experiencia cristiana, (tal como la oración del corazón), y una experiencia budista, (como el zazen), para obtener resultados comprobables, pero yo tengo para mí que esos experimentos están condenados al fracaso.

A pesar de ello, soy un entusiasta de la participación de la Ciencia en el campo de la mística, y sigo con mucho interés as pruebas que se diseñan para "medir" la experiencia religiosa. He visto un vídeo recientemente (bravo por Youtube) en el que un equipo de jóvenes investigadores canadienses ponen a una monja carmelita dentro de una cámara insonorizada, y le llenan de cables la cabeza, y luego hacen eso mismo con un monje budista occidental, de la tradición del Tibet. (Era fantástico ver la manera en que la monja hacía oración metida en el cubículo con todos los cables colgando a su alrededor, ajena a todo, con sus ojos cerrados y su sonrisa dulce. El monje budista tibetano occidental, no sonreía tanto, pero es que es difícil sonreír cuando te están escrutando hasta los más íntimos pensamientos). El resultado del experimente, por supuesto, no fue concluyente.

Yo no sé si Dios es como la luz, con dos vertientes. El Dios al que yo me dirijo, cuando hago zazen cristiano (así voy a llamarlo, asumiendo el riesgo de ser tachado como hereje), no es un Dios con dos vertientes. Es la luz que brilla en el origen. Una luz que no es onda ni partícula, pues a ese nivel no hay ondas ni partículas. Ni hay pensamientos ni palabras. Es una luz, que no es una luz.

Cuando estudiaba la filosofía budista, los lamas afirmaban que el yo no existía independientemente de causas y condiciones. Era un yo condicionado. Mucho después, cuando ya había realizado un largo entrenamiento en el budismo Zen, fui de nuevo a un lama y le oí disertar sobre la vacuidad durante largo tiempo. Cuando terminó de hablar, mis piernas estaban tan molidas, que supuse que la charla habría durado una buena hora y media. Entonces le espeté "¿La vacuidad puede realizarse mediante razonamiento intelectual?". Para mi asombro y sorpresa, la respuesta del lama fue exactamente esta: "Si, si, si y si".

Yo me dije que la vacuidad de la que hablaba el lama no era la vacuidad que yo había experimentado durante los años que había dedicado al Zen. Por supuesto, esa vacuidad no habría manera de realizarla por razonamiento intelectual, por la sencilla razón de que el intelecto no alcanza a llegar a ella. Y ahora, pensando en esa vacuidad del Zen (que no la vacuidad del lama) me pregunto si es onda o partícula, (vacío o persona para este caso). Y es curioso, pero la única respuesta que puedo hallar es "no sé". ¿Cómo saberlo si allí no hay nadie que sepa?

La experiencia mística empieza, según veo, donde termina la experiencia científica. Pero no he hecho ningún descubrimiento excepcional, pues ya Pascal dijo algo así como que la función más noble de la razón es la de llevarte hasta sus propios límites. ¿Podemos afirmar entonces que la experiencia budista es impersonal y que la experiencia cristiana es personal? ¿Es el vacío algo impersonal? ¿Es Dios una Persona? Todas estas preguntas están muy bien, y puede ser objeto de un simposio donde podemos invitar a aquel lama, (que me pareció un gran experto en vacuidad, dicho sea de paso) y podemos invitar también a un equipo de teólogos, si se quiere. Pero si uno está interesado en la verdad, no debería esperar a la conclusión del simposio. ¿Porqué?

Porque la respuesta, amigos, no será concluyente. La respuesta no será nunca concluyente, igual que no fueron concluyentes los experimentos realizados con la monja carmelita y el monje tibetano occidental. Después de una pregunta viene otra, y otra, y otra... ¿Es personal?¿Es impersonal? ¿Es ambas cosas a la vez? ¿Ninguna de las dos? Yo, en vez de darle vueltas, volvería una y otra vez al aquí y ahora. El aquí y ahora de esta respiración, si se quiere, o el koan, o shikantaza.

Pero en mi caso es volver una y otra vez al camino, la verdad y la vida. A Cristo mismo. Y, me creais o no, tengo serios motivos para creer que muchos budistas zen hacen lo mismo exáctamente.

jueves, 18 de febrero de 2010

Leer el evangelio en clave transpersonal, por Enrique Martinez Lozano.





La experiencia mística es una experiencia transpersonal. Se
trasciende lo mental y se abre paso una nueva percepción de
lo real. Por ese motivo, porque en tales experiencias se acalla
el pensamiento y es posible "ver" más allá del velo de la
mente, es fácil encontrar en los místicos expresiones de claro
sabor transpersonal. Eso mismo ocurre en el evangelio.


Dejando de lado el debate de lo que serían palabras
"auténticas" de Jesús y lo que es obra de los redactores del
evangelio, lo cierto es que en el texto que ha llegado a
nosotros encontramos expresiones que revelan toda su
hondura y riqueza cuando la leemos en esa clave. En este
sentido, es innegable que el evangelio constituye un mensaje
de sabiduría, que nos invita a despertar.


Lo transpersonal es un estadio de conciencia que conlleva.
como cualquier otro, un modo de percibir y un modo de
actuar coherentes entre sí. Habría que dudar, por tanto, de
aquello que no desemboque en una transformación personal
(Daniels, 2008). Lo característico de ese estadio es la
superación-integración del nivel mental, y por lo tanto, del
yo, con el que habitualmente nos identificamos de una
manera absoluta.


La conciencia transpersonal es, pues, una conciencia
unitaria y desegocentrada. Quien accede a ella "ve" la unidad
de lo real más allá del velo opaco que interpone la mente-más
allá de las aparentes diferencias- y actúa desde el amor
y la compasión a todos los seres. De ahí que los dos rasgos
más característicos de quien se halla en ese nivel de conciencia
sean la sabiduría y la compasión.
Ambos se destacan en la persona de Jesús.
*
-Enrique Martínez Lozano

Una Buena Noticia: El Presidente anuncia una ley marco para la promoción de la economía Social.





Zapatero, en un acto organizado por la Confederación Empresarial Española de la Economía Social (CEPES), explicó que dicha ley clarificará el marco normativo de las entidades de la economía social, establecerá el compromiso de los poderes públicos por fomentar la economía social, definirá los canales de interlocución entre sus organizaciones representativas y las administraciones públicas y avanzará en la reducción de las trabas administrativas con las que se enfrentan sus empresas.


El presidente subrayó que esta ley se está elaborando con la colaboración de CEPES y que "estará a la altura" de la dimensión de un sector muy importante para la economía, pero que, según reconoció, "es poco conocido y poco valorado". El jefe del Ejecutivo también avanzó que llevará al Consejo de Ministros del próximo 26 de febrero el Plan de Promoción de Inclusión Social, destinado a apoyar las actividades de las entidades que luchan contra la exclusión social.


Zapatero destacó que las empresas de la economía social y del tercer sector están llamadas a tener un papel relevante en el nuevo modelo productivo. El presidente aseguró que la "gran prioridad" del Gobierno es recuperar el crecimiento económico para volver a crear empleo, una tarea, dijo, que no sólo corresponde al Gobierno, también a la sociedad. "Nada hay más imperioso en España que parar la destrucción de empleo", subrayó.

Tomado de http://www.cepes.es/listado.cfm?padre=41&idSeccion=295&idsec=sec_07



Que es una Empresa de Economía Social

Concepto y características


Economía Social es una forma específica de hacer empresas, que tiene comportamientos dinámicos y ágiles, así como una incuestionable presencia en la sociedad. En CEPES se ha trabajado en una nueva definición del concepto de "Economía Social", que finalmente, se aprobó en Asamblea Extraordinaria a principios del año 2001.

Según la tesis aprobada, el concepto, comprende cualquier forma empresarial que integre a todas las novedades organizativas y sus correspondientes figuras jurídicas, surgidos como respuesta a las diversas necesidades que plantea la cohesión social.


La Empresa de la Economía Social, es una forma de emprender que integra los siguientes valores:

- Primacía de las personas y del Objeto social sobre el capital
- Organización y cultura empresarial con vocación de gestión participativa y democrática
- Conjunción de los intereses miembros usuarios y del interés general
- Defensa y aplicación de los principios de solidaridad y responsabilidad entre sus miembros
- Autonomía de gestión e independencia respecto de los poderes públicos
- Aplicación de la mayor parte de los excedentes a la consecución de objetivos a favor del interés general, de los servicios a los miembros y el desarrollo sostenible

El compendio de valores expresados supone el fondo y la forma en que las organizaciones de la Economía Social materializan la responsabilidad social, en tanto que:

- Se fundamenta sobre los principios de solidaridad y en el compromiso de las personas en un proceso de cuidadanía activa e implicación en la Comunidad.
- Genera empleo de calidad así como una mejor calidad de vida, y propone un marco adaptado a las nuevas formas de empresa y de trabajo.
- Desempeña un papel importante en el desarrollo local y la cohesión social
- Es un factor de democracia y de generación de Capital Social
- Contribuye a la estabilidad y al pluralismo de los mercados económicos.

Invertir en las personas es el modo de alejar la recesión mundial dice Benedicto XVI.





Invertir en las personas —”en todos los hombres y mujeres de la Tierra”— es la forma eficaz de alejar las “preocupantes perspectivas de recesión mundial”: es uno de los principales llamamientos de Benedicto XVI en la carta que dirigió al G8 de jefes de Estado y de Gobierno de los países más industrializados, cumbre que acogió la localidad italiana de L’Aquila del 8 al 10 de julio.

En su misiva -al presidente Silvio Berlusconi, —el G8 se reunió bajo la presidencia italiana—, el Papa apunta, entre las múltiples problemáticas de un mundo altamente interconectado e interdependiente, “la crisis económico-financiera” y “los cambios climáticos”. Cambios que “no pueden dejar de impulsarnos hacia un sabio discernimiento y nuevos proyectos capaces de promover de forma eficaz un desarrollo humano integral, inspirado en los valores de la solidaridad humana y de la caridad en la verdad”.

“¿No es acaso invirtiendo en el hombre —en todos los hombres y las mujeres de la Tierra— como se podrá conseguir, de forma eficaz, alejar las preocupantes perspectivas de recesión mundial?

“Algunos de estos temas se afrontan también en mi tercera Encíclica Caritas in veritate —confirma Benedicto XVI—, que precisamente se presentará a la prensa en los próximos días”. “La liberación de los países más pobres del peso de la deuda y, más en general, la erradicación de las causas de la pobreza extrema en el mundo dependen de la plena asunción de las responsabilidades solidarias respecto a toda la humanidad. Responsabilidades que no han disminuido, es más, se han vuelto incluso hoy más apremiantes”.

Si bien la mayoría de los países menos desarrollados ha disfrutado de un período de notable crecimiento, la crisis financiera y económica “que golpea a todo el planeta desde inicios de 2008 ha cambiado el panorama —lamenta el Papa—, de forma que es real el riesgo de que no sólo se apaguen las esperanzas de salir de la pobreza extrema, sino que incluso caigan en la miseria poblaciones hasta ahora beneficiarias de un mínimo de bienestar material”. Más aún: la crisis económica actual amenaza con “la cancelación o la drástica reducción de los planes de ayuda internacional, especialmente a favor de África y de los demás países económicamente menos desarrollados”.

De aquí el llamamiento “fuerte” de Benedicto XVI a la cumbre “para que la ayuda al desarrollo, sobre todo la que se dirige a ‘valorar’ el ‘recurso humano’, se mantenga y se potencie, no sólo a pesar de la crisis, sino precisamente porque es una de sus principales vías de solución”. “¿No es acaso invirtiendo en el hombre —en todos los hombres y las mujeres de la Tierra— como se podrá conseguir alejar de forma eficaz las preocupantes perspectivas de recesión mundial? ¿No es éste de verdad el camino para obtener, en la medida de lo posible, una marcha de la economía mundial que beneficie a los habitantes de cada país, rico o pobre, grande y pequeño?”, interroga a los líderes mundiales.

Y si “es cierto que se necesita ‘invertir’ en los hombres, el objetivo de la educación básica para todos, sin exclusiones, para el año 2015, no sólo hay que mantenerlo, sino reforzarlo generosamente”, prosigue. Y es que “la educación es condición indispensable” “para el funcionamiento de la democracia, la lucha contra la corrupción, el ejercicio de los derechos políticos, económicos y sociales y para la recuperación efectiva de todos los Estados, pobres y ricos”.

De ello se desprende la necesidad, que recalca el Papa, de una recta aplicación del principio de subsidiariedad, porque “el apoyo al desarrollo no puede dejar de tener en cuenta la capilar acción educadora que desarrollan la Iglesia católica y otras confesiones religiosas en las regiones más pobres y abandonadas”. La siguiente exhortación de Benedicto XVI se dirige a “reformar la arquitectura financiera internacional para asegurar la coordinación eficaz de las políticas nacionales, evitando la especulación crediticia y garantizando una amplia disponibilidad internacional de crédito público y privado al servicio de la producción y del trabajo, especialmente en los países y en las regiones más desfavorecidas”.

En conjunto, el Santo Padre pidió al G8 que tenga presentes las exigencias concretas humanas y familiares, como es el caso de la creación de puestos de trabajo para todos para abrir las puertas a una vida digna y a la educación de los hijos. Urge asimismo “un sistema comercial internacional equitativo, poniendo por obra —y si es necesario yendo más allá— las decisiones tomadas en Doha en 2001 a favor del desarrollo”, además del impulso de “toda energía creativa” para “cumplir los compromisos asumidos en la Cumbre de la ONU del Milenio sobre la eliminación de la pobreza extrema para el año 2015″.

Para el éxito... el Papa propone esta clave: “La medida de la eficacia técnica de las disposiciones que haya que adoptar para salir de la crisis coincide con la medida de su valor ético”. Naturalmente, siguiendo al Santo Padre, la legitimación ética de los compromisos políticos del G8 exigirá que se cotejen con la opinión y las necesidades de toda la comunidad internacional. Por eso indica la importancia de “reforzar el multilateralismo” y aplaude que el G8 esté ampliado a otras regiones del mundo.

“Sin embargo, en el momento de las negociaciones y de las decisiones concretas y operativas, hay que considerar atentamente a todas las instancias —advierte—, no sólo las de los países más importantes o con un éxito económico más marcado”. “¡Que se escuche entonces la voz de África y de los países menos desarrollados económicamente! Que se busquen modos eficaces para vincular las decisiones de los distintos agrupamientos de países, incluido el G8, a la Asamblea de las Naciones Unidas, donde cada nación, cualquiera que sea su peso político y económico, puede expresarse legítimamente en una situación de igualdad con las demás”.

miércoles, 17 de febrero de 2010

Carta del jesuita egipcio Henri Boulad al Papa ante la situación eclesial.





El jesuita egipcio más destacado en los ámbitos eclesial e intelectual, Henri Boulad, lanza un SOS para la Iglesia de hoy en una carta dirigida a Benedicto XVI. La misiva ha sido transmitida a través de la Nunciatura en El Cairo. El texto circula en medios eclesiales de todo el mundo.

Santo Padre:

Me atrevo a dirigirme directamente a Usted, pues mi corazón sangra al ver el abismo en el que se está precipitando nuestra Iglesia. Sabrá disculpar mi franqueza filial, inspirada a la vez por "la libertad de los hijos de Dios" a la que nos invita San Pablo, y por mi amor apasionado por la Iglesia.

Le agradeceré también sepa disculpar el tono alarmista de esta carta, pues creo que "son menos cinco" y que la situación no puede esperar más.

Permítame en primer lugar presentarme. Jesuita egipciolibanés de rito melquita, pronto cumpliré 78 años. Desde hace tres años soy rector del colegio de los jesuitas en El Cairo, tras haber desempeñado los siguientes cargos: superior de los jesuitas en Alejandría, superior regional de los jesuitas de Egipto, profesor de teología en El Cairo, director de Caritas-Egipto y vicepresidente de Caritas Internationalis para Oriente Medio y África del Norte.

Conozco muy bien a la jerarquía católica de Egipto por haber participado durante muchos años en sus reuniones como Presidente de los superiores religiosos de institutos en Egipto. Tengo relaciones muy cercanas con cada uno de ellos, algunos de los cuales son antiguos alumnos míos. Por otra parte, conozco personalmente al Papa Chenouda III, al que veía con frecuencia. En cuanto a la jerarquía católica de Europa, tuve ocasión de encontrarme personalmente muchas veces con alguno de sus miembros, como el cardenal Koening, el cardenal Schönborn, el cardenal Martini, el cardenal Daneels, el Arzobispo Kothgasser, los obispos diocesanos Kapellari y Küng, los demás obispos austríacos y otros obispos de otros países europeos. Estos encuentros se producen con ocasión de mis viajes anuales para dar conferencias por Europa: Austria, Alemania, Suiza, Hungría, Francia Bélgica... En estos recorridos me dirijo a auditorios muy diversos y a los media (periódicos, radios, televisiones...). Lo mismo hago en Egipto y en Oriente Próximo.

He visitado unos cincuenta países en los cuatro continentes y he publicado unos treinta libros en unas quince lenguas, sobre todo en francés, árabe, húngaro y alemán. De los trece libros en esta lengua, quizá haya leído Usted "Gottessöhne, Gottestöchter" [Hijos, hijas de Dios], que le hizo llegar su amigo el P. Erich Fink de Baviera.

No digo esto para presumir, sino para decirle sencillamente que mis intenciones se fundan en un conocimiento real de la Iglesia universal y de su situación actual, en 2009.

Vuelvo al motivo de esta carta, intentaré ser lo más breve, claro y objetivo posible. En primer lugar, unas cuantas constataciones (la lista no es exhaustiva):

*1. La práctica religiosa está en constante declive. Un número cada vez más reducido de personas de la tercera edad, que desaparecerán enseguida, son las que frecuentan las iglesias de Europa y de Canadá. No quedará más remedio que cerrar dichas iglesias o transformarlas en museos, en mezquitas, en clubs o en bibliotecas municipales, como ya se hace. Lo que me sorprende es que muchas de ellas están siendo completamente renovadas y modernizadas mediante grandes gastos con idea de atraer a los fieles. Pero no es esto lo que frenará el éxodo.

*2. Seminarios y noviciados se vacían al mismo ritmo, y las vocaciones caen en picado. El futuro es más bien sombrío y uno se pregunta quién tomará el relevo. Cada vez más parroquias europeas están a cargo de sacerdotes de Asia o de África.

*3. Muchos sacerdotes abandonan el sacerdocio y los pocos que lo ejercen aún -cuya edad media sobrepasa a menudo la de la jubilación- tienen que encargarse de muchas parroquias, de modo expeditivo y administrativo. Muchos de ellos, tanto en Europa como en el Tercer Mundo, viven en concubinato a la vista de sus fieles, que normalmente los aceptan, y de su obispo, que no puede aceptarlo, pero lo hace teniendo en cuenta la escasez de sacerdotes.

*4. El lenguaje de la Iglesia es obsoleto, anacrónico, aburrido, repetitivo, moralizante, totalmente inadaptado a nuestra época. No se trata en absoluto de acomodarse ni de hacer demagogia, pues el mensaje del Evangelio debe presentarse en toda su crudeza y exigencia. Se necesitaría más bien proceder a esa "nueva evangelización" a la que nos invitaba Juan Pablo II. Pero ésta, a diferencia de lo que muchos piensan, no consiste en absoluto en repetir la antigua, que ya no dice nada, sino en innovar, inventar un nuevo lenguaje que exprese la fe de modo apropiado y que tenga significado para el hombre de hoy.

*5. Esto no podrá hacerse más que mediante una renovación en profundidad de la teología y de la catequética, que deberían repensarse y reformularse totalmente. Un sacerdote y religioso alemán que encontré recientemente me decía que la palabra "mística" no estaba mencionada ni una sola vez en "El nuevo Catecismo". No lo podía creer. Hemos de constatar que nuestra fe es muy cerebral, abstracta, dogmática y se dirige muy poco al corazón y al cuerpo.

*6. En consecuencia, un gran número de cristianos se vuelven hacia las religiones de Asia, las sectas, la new-age, las iglesias evangélicas, el ocultismo, etcétera. No es de extrañar. Van a buscar en otra parte el alimento que no encuentran en casa, tienen la impresión de que les damos piedras como si fuera pan. La fe cristiana que en otro tiempo otorgaba sentido a la vida de la gente, resulta para ellos hoy un enigma, restos de un pasado acabado.

*7. En el plano moral y ético, los dictámenes del Magisterio, repetidos a la saciedad, sobre el matrimonio, la contracepción, el aborto, la eutanasia, la homosexualidad, el matrimonio de los sacerdotes, los divorciados vueltos a casar, etcétera, no afectan ya a nadie y sólo producen dejadez e indiferencia. Todos estos problemas morales y pastorales merecen algo más que declaraciones categóricas. Necesitan un tratamiento pastoral, sociológico, psicológico, humano... en una línea más evangélica.

*8. La Iglesia católica, que ha sido la gran educadora de Europa durante siglos, parece olvidar que esta Europa ha llegado a la madurez. Nuestra Europa adulta no quiere ser
tratada como menor de edad. El estilo paternalista de una Iglesia "Mater et Magistra" está definitivamente desfasado y ya no sirve hoy. Los cristianos han aprendido a pensar por sí mismos y no están dispuestos a tragarse cualquier cosa.

*9. Las naciones más católicas de antes -Francia, "primogénita de la Iglesia " o el Canadá francés ultra católico- han dado un giro de 180º y han caído en el ateísmo, el anticlericalismo, el agnosticismo, la indiferencia. En el caso de otras naciones europeas, el proceso está en marcha. Se puede constatar que cuanto más dominado y protegido por la Iglesia ha estado un pueblo en el pasado, más fuerte es la reacción contra ella.

*10. El diálogo con las demás iglesias y religiones está en preocupante retroceso hoy. Los grandes progresos realizados desde hace medio siglo están en entredicho en este momento.

Frente a esta constatación casi demoledora, la reacción de la iglesia es doble:

- Tiende a minimizar la gravedad de la situación y a consolarse constatando cierto repunte en su facción más tradicional y en los países del tercer mundo.

- Apela a la confianza en el Señor, que la ha sostenido durante veinte siglos y será muy capaz de ayudarla a superar esta nueva crisis, como lo ha hecho con las precedentes. ¿Acaso no tiene promesas de vida eterna?

A esto respondo:

- No es apoyándose en el pasado ni recogiendo sus migajas como se resolverán los problemas de hoy y de mañana.

- La aparente vitalidad de las Iglesias del tercer mundo es equívoca. Según parece, estas nuevas Iglesias atravesarán pronto o tarde por las mismas crisis que ha conocido la vieja cristiandad europea.

- La Modernidad es irreversible y por haberlo olvidado es por lo que la Iglesia se encuentra hoy en semejante crisis. El Vaticano II intentó recuperar cuatro siglos de retraso, pero se tiene la impresión que la Iglesia está cerrando lentamente las puertas que se abrieron entonces, y tentada de volverse hacia Trento y Vaticano I, más que hacia Vaticano III. Recordemos la declaración de Juan Pablo II tantas veces repetida: "No hay alternativa al Vaticano II".

- ¿Hasta cuándo seguiremos jugando a la política del avestruz y a esconder la cabeza en la arena? ¿Hasta cuándo evitaremos mirar las cosas de frente? ¿Hasta cuándo seguiremos dando la espalda, crispándonos contra toda crítica, en lugar de ver ahí una oportunidad de renovación? ¿Hasta cuándo continuaremos posponiendo ad calendas graecas una reforma que se impone y que se ha abandonado demasiado tiempo?

- Sólo mirando decididamente hacia delante y no hacia atrás la Iglesia cumplirá su misión de ser "luz del mundo, sal de la tierra, levadura en la pasta". Sin embargo, o que constatamos desgraciadamente hoy es que la Iglesia está en la cola de nuestra época, después de haber sido la locomotora durante siglos.

- Repito lo que decía al principio de esta carta: "¡SON MENOS CINCO!" -¡fünf vor zwölf!- La Historia no espera, sobre todo en nuestra época, en que el ritmo se embala y se acelera?

- Toda operación comercial que constata un déficit o disfunción se reconsidera inmediatamente, se reúne a expertos, intenta recuperarse, se movilizan todas sus energías para superar la crisis.

- ¿Por qué la Iglesia no hace otro tanto? ¿Por qué no moviliza a todas sus fuerzas vivas para un aggiornamento radical? ¿Por qué?

- ¿Por pereza, dejadez, orgullo, falta de imaginación, de creatividad, quietismo culpable, en la esperanza de que el Señor se las arreglará y que la Iglesia ha conocido otras crisis en el pasado?

- Cristo, en el Evangelio, nos pone en guardia: "Los hijos de las tinieblas gestionan mucho mejor sus asuntos que los hijos de la luz..."

ENTONCES, QUÉ HACER?.... La Iglesia tiene hoy una necesidad imperiosa y urgente de una TRIPLE REFORMA:

1. Una reforma teológica y catequética para repensar la fe y reformularla de modo coherente para nuestros contemporáneos.

Una fe que ya no significa nada, que no da sentido a la existencia, no es más que un adorno, una superestructura inútil que cae de sí misma. Es el caso actual.

2. Una reforma pastoral para repensar de cabo a rabo las estructuras heredadas del pasado.

3. Una reforma espiritual para revitalizar la mística y repensar los sacramentos con vistas a darles una dimensión existencial, a articularlos con la vida.

Tendría mucho que decir sobre esto. La Iglesia de hoy es demasiado formal, demasiado formalista. Se tiene la impresión de que la institución asfixia el carisma y que lo que finalmente cuenta es una estabilidad puramente exterior, una honestidad superficial, cierta fachada. ¿No corremos el riesgo de que un día Jesús nos trate de "sepulcros blanqueados"?

Para terminar, sugiero la convocatoria de un sínodo general a nivel de la iglesia universal, en el que participaran todos los cristianos -católicos y otros- para examinar con toda franqueza y claridad los puntos señalados más arriba y los que se propusieran. Tal sínodo, que duraría tres años, se terminaría con una asamblea general -evitemos el término "concilio"- que sintetizara los resultados de esta investigación y sacara de ahí las conclusiones.

Termino, Santo Padre, pidiéndole perdón por mi franqueza y audacia y solicito vuestra paternal bendición. Permítame también decirle que vivo estos días en su compañía, gracias a su extraordinario libro "Jesús de Nazareth", que es objeto de mi lectura espiritual y de meditación cotidiana.

Suyo afectísimo en el Señor,

P. Henri Boulad, s.j.

henriboulad@yahoo.com

viernes, 12 de febrero de 2010

Hacia una espiritualidad encarnada, una lectura feminista de Mc.15,40- 16,1-8, por Carmen Cecilia Alfaro.



Fragmentos del texto Espiritualidad e identidad, de Carmen Cecilia Alfaro.

El siguiente trabajo es un intento de descubrir y comprender en el texto de Marcos algunos elementos de espiritualidad e identidad. Elementos que surgen de un proceso de relaciones personales y comunitarias, en un contexto concreto y conflictivo.

Espiritualidades e identidades que viven comunidades conformadas por aquellas personas que no cuentan en la historia como son las mujeres, según la lógica del sistema patriarcal.

Espiritualidad e identidad como fuerza liberadora, que impulsa a buscar respuestas alternativas para resistir a la realidad de muerte que impone el poder dominante del momento histórico, pues esa fuerza que mueve desde dentro es dinamismo de vida.

Si es una Espiritualidad desde la resistencia, implica rupturas con el orden establecido, por eso el lugar de esta espiritualidad es la frontera, el lugar de las comunidades excluidas, es allí don el compromiso con la vida y la esperanza tienen rostros concretos y el colorido de un mundo abierto como casa para todas y todos.

Espiritualidad que se construye desde las cosas simples, desde una vida de servicio, donde es posible el diálogo y la escucha que transforman la cotidianidad y ayuda a vivir y superar el miedo, aunque Marcos deja este aspecto en suspenso, abierto quizás al movimiento del Espíritu.

 Una espiritualidad encarnada implica optar por la vida de una manera amplia, en ese proceso de espiritualidad e identidad participa toda la creación.

 Ponerse en camino hacia unas relaciones de iguales para poder vivir la identidad y espiritualidad del discipulado desde la perspectiva de hermanas y hermanos.

Las mujeres fueron enviadas por un joven a decir a los discípulos y a Pedro que el crucificado había resucitado y que se dirigía a Galilea Mc 16,6-8. La experiencia del resucitado rompe con toda desigualdad y discriminación, aunque queda la incógnita del silencio de las mujeres.


 Tener los pies en la tierra para con creatividad permanecer y ser signos de vida y esperanza y así abrirnos al encuentro y diálogo con lo diferente, con la diversidad.

 Resistir permaneciendo en camino, es decir construir desde lo pequeño alternativas de vida en libertad y corresponsabilidad.

 Y hacer redes para apoyar y fortalecer nuestro trabajo por la vida y la justicia.



Tierra donde se enraízan las espiritualidades e identidades

 Es el amor (agape): expresado a través de la calidad de las relaciones vividas en la amistad, en la acogida y en el apoyo mutuo que libera y ayuda a crecer en libertad. Es la experiencia que sostiene en el dolor y la oscuridad e impulsa a dar el paso de la muerte a la vida.

 Ágape: sentimiento de estar juntos, de comunión, de solidaridad, o de unión dentro de una comunidad. Agape no es sólo una relación de individuo a individuo, también expresa la complejidad de la relación entre muchas personas y la diversidad de los pueblos y culturas.

Podemos concluir diciendo que la espiritualidad e identidad permiten un espacio y un lugar nuevo para las mujeres. Según el Evangelio de Marcos, ellas del anonimato pasan a ser sujetos activos de la historia de su pueblo, pues recorren un camino donde identidad y espiritualidad van de la mano, se entrelazan, se integran como una fuerza que renueva, defiende y hace crecer la vida.

Son participes de la resurrección por su fidelidad entre ellas, con Jesús y con la comunidad de creyentes por eso la experiencia del resucitado las convierte en portadoras de Vida.

Marcos 15,40-42 y 16,1-8, presentan una espiritualidad e identidad que se integran a partir de la experiencia liberadora de amistad y de amor, vivida por unas mujeres que hasta entonces habían sido excluidas. Vivencia en la que se considera a la persona en su totalidad, como ser relacional consigo mismo, con los otros/as y con el cosmos queriendo implementar una relaciones igualitarias, de equilibrio, justicia y armonía.





jueves, 11 de febrero de 2010

EUCARISTIA, TRADICION VIVA, fragmentos de una catequesis de la Comunidad de Ayala.


Tomado de http://www.comayala.es/

1. Cuando San Pablo escribe a la comunidad de Corinto, está preocupado por el buen orden en la asamblea o reunión, pero ¿en qué consiste el buen orden?, ¿es la ejecución del rito según las rúbricas o, más bien, la transmisión de una tradición viva que procede del Señor? …

9. Pablo ha recibido una tradición que procede del Señor: "la noche en que fue entregado, tomó pan, y después de dar gracias, lo partió y dijo: Este es mi cuerpo que se da por vosotros; haced esto en memoria mía. Asimismo tomó la copa después de cenar diciendo: Esta copa es la nueva alianza en mi sangre. Cuantas veces la bebiereis, hacedlo en memoria mía. Pues cada vez que coméis este pan y bebéis esta copa, anunciáis la muerte del Señor hasta que vuelva" (11,23-26). Hasta que vuelva ¿cuándo?, ¿al final de la historia? No, ahora ya. Es el otro aspecto del misterio pascual de Jesús. Se va, pero vuelve: "Dentro de poco el mundo ya no me verá, pero vosotros sí me veréis" (Jn 14,19). Pablo lo vive en su propio cuerpo: "Llevamos siempre en nuestros cuerpos por todas partes el morir de Jesús, a fin de que también la vida de Jesús se manifieste en nuestro cuerpo" (2 Co 4,10).

10. Es fundamental discernir el cuerpo del Señor, es decir, su presencia: "Quien coma el pan y beba la copa del Señor indignamente, será reo del cuerpo y de la sangre del Señor. Examínese, pues, cada cual...pues quien come y bebe sin discernir el cuerpo, come y bebe su propio castigo. Por eso hay entre vosotros muchos enfermos y muchos débiles, y mueren no pocos" (1 Co 11,27-30).

11. Pero ¿cómo discernir el cuerpo de Cristo? En primer lugar, "nadie puede decir: ¡Jesús es Señor! sino en el espíritu santo" (12,3). Esto supuesto, dice Pablo:"Vosotros sois el cuerpo de Cristo, y sus miembros cada uno por su parte" (12,27). Cristo actúa a través de cada miembro de la comunidad: "Hay diversidad de carismas, pero el espíritu es el mismo, diversidad de servicios, pero el Señor es el mismo, diversidad de operaciones, pero es el mismo Dios que obra todo en todos" (12,4), "del mismo modo que el cuerpo es uno, aunque tiene muchos miembros, y todos los miembros del cuerpo, no obstante su pluralidad, no forman más que un solo cuerpo, así también Cristo" (12,12). En la Didajé, obra escrita en Siria en la segunda mitad del siglo I, se compara el pan partido, que antes estaba disperso, y la comunidad reunida: "Como este pan partido estaba disperso sobre los montes y reunido se hizo uno, así sea reunida tu Iglesia de los confines de la tierra en tu reino" (n.9).

12. La eucaristía es la reunión de la comunidad. No es un mero cumplimiento legal, es una experiencia de gracia. Se cumple el Evangelio: No sólo guardarás el sábado (Dt 5,12-15), sino que serás alimentado con el pan de vida (Jn 6,35-51), que alimenta a la comunidad. En cierto modo, no es la comunidad quien guarda el sábado, es el sábado quien guarda a la comunidad. Entre las diversas formas de presencia de Cristo en la Iglesia, dice el Concilio, se presencia en la eucaristía constituye presencia especial (SC 7). La comunidad es "el cuerpo de Cristo". No es una reunión parcial, sino total. En ella acudimos "a la enseñanza de los apóstoles, a la comunión, a la fracción del pan y a las oraciones", a las "señales", a la "comunicación de bienes" (Hch 2,42-47). En ella está la función de "atar y desatar" (Mt 18,18).

13. El carisma más importante es el amor fraterno: "Aunque hablara las lenguas de los hombres y de los ángeles, si no tengo amor, ...nada soy. Aunque repartiera todos mis bienes, y entregara mi cuerpo a las llamas, si no tengo amor, nada me aprovecha. El amor es paciente, es servicial; el amor no es envidioso, no se jacta, no se engríe, es decoroso, no busca su interés, no se irrita, no toma en cuenta el mal, no se alegra de la injusticia, se alegra con la verdad. Todo lo excusa, todo lo cree, todo lo espera, todo lo soporta. El amor no acaba nunca" (1 Co 13,18).

14. En conclusión, "cuando os reunís, cada cual puede tener un salmo, una instrucción, una revelación, un discurso en lenguas, una interpretación, pero que todo sea para edificación" (14,26), "Dios no es un Dios de confusión sino de paz", "hágase todo con decoro y orden" (14,33.40). Una observación: las referencias a la sumisión de la mujer, al velo (11,3-5), al silencio de las mujeres en las asambleas (14,34) parecen interpolaciones posteriores, realizadas (además) por adversarios de Pablo. El mensaje de Pablo es éste: "Ya no hay judío ni griego, ni esclavo ni libre, ni hombre ni mujer" (Ga 3,28).

miércoles, 10 de febrero de 2010

El Monacato hoy debe estar en la frontera, fragmento de un artículo de Rosa Mª. Piquer, monja cisterciense.

Tomado de http://www.sem-web.org/ponencias/cabeceras/POCAST.html


El lugar más apropiado para encontrar al Dios del Reino es el mismo lugar de Jesús: en la frontera y en la basura —como reza el títulode una obra de D.Sölle: Dios en la basura.

Estos son los lugares teológicos donde se hace presente el Dios del Reino. García Paredes defiende que el lugar apropiado para el monacato cristiano y para la vida religiosa son las periferias, las fronteras y los desiertos. Las periferias, aquellos lugares donde no hay poder sino impotencia; las fronteras, es decir, aquellos lugares donde se requiere una creatividad y se corren unos riesgos, que sólo puede asumir quien está ligero de equipaje; y los desiertos, es decir, aquellos lugares donde no hay nadie para construir el Reino.

En su pasión por el Reino de Dios y por el Dios del Reino, el monacato cristiano debe construir sus monasterios en estos lugares y con este estilo evangélico que es el estilo de Jesús.

Al final de nuestra vida, no se nos preguntará si en nuestros claustros o iglesias
hemos gritado o cantado muchas veces y con gran fervor: ¡Señor, Señor! sino mas bien si hemos dado de comer al hambriento, o de beber al sediento, o hemos vestido al desnudo, o visitamos al enfermo y al encarcelado. Y todas estas carencias constituyen la basura de nuestra sociedad, allí donde la presencia de Jesús es más patente y viva, pues él toma el rostro de todos los marginados de la historia.

Hoy se habla mucho de refundación. Necesitamos siempre un modelo que imitar. Nuestros modelos son Benito, Jerónimo, Roberto, Alberico, Esteban, Bernardo y tantos otros que supieron en su tiempo ser fieles de un modo creativo y estuvieron en la perifera, la frontera y el desierto. Pero sus nuevos lugares y estilos, en el transcurrir de los siglos pueden ser los lugares de siempre, porque el tiempo convierte las nuevas formas en viejas. La carga del pasado, de la propia tradición, siempre la llevaremos con nosotros. Los fundadores no hablaron de fronteras ni de periferias, pero estuvieron siempre atentos a leer en clave evangélica los signos de su tiempo e intentaronresponder a sus retos.

La necesaria refundación debe consistir siempre en regresar al frescor del evangelio, despojándose de viejas estructuras y de formas caducas. El Evangelio es siempre nuevo y si intentamos vivirlo con radicalidad nos situará en la periferia, la frontera y el desierto para ser pequeñas semillas de Evangelio en medio de un mundo que lo necesita urgentemente y que lo está pidiendo a gritos.

Quiero acabar esta exposición con un texto de Ernesto Sabato, el conocido físico, filósofo y escritor argentino, que constituye su testamento espiritual dirigido a los jóvenes:

No quiero morirme sin decirles estas palabras.

Tengo fe en ustedes. (…)

No podemos hundirnos en la depresión, porque es, de alguna manera, un
lujo que no pueden darse los padres de los chiquitos que se mueren de
hambre. Y no es posible que nos encerremos cada vez con más seguridades
en nuestros hogares.

Tenemos que abrirnos al mundo. No considerar que el desastre está
fuera, sino que arde como una fogata en el propio comedor de nuestras
casas. Es la vida y nuestra tierra que están en peligro.

La vida del mundo hay que tomarla como la tarea propia y salir a
defenderla. Es nuestra misión. (…)

Cuando nos hagamos responsables del dolor del otro, nuestro
compromiso nos dará un sentido que nos colocará por encima de la fatalidad
de la historia.(…) Cada vez que hemos estado a punto de sucumbir en la
historia nos hemos salvado por la parte más desvalida de la humanidad.
Tengamos en consideración entonces las palabras de María Zambrano: “No
se pasa de lo posible a lo real sino de lo imposible a lo verdadero”. Muchas
utopías han sido futuras realidades.(…)

Les propongo entonces, con la gravedad de las palabras finales de la
vida, que nos abracemos en un compromiso: salgamos a los espacios
abiertos, arriesguémonos por el otro, esperemos, con quien extiende sus
brazos, que la nueva ola de la historia nos levante. Quizá ya lo está haciendo,
de un modo silencioso y subterráneo, como los brotes que laten bajo las
tierras del invierno.(…)

Sólo quienes sean capaces de encarnar la utopía serán aptos para el
combate decisivo, el de recuperar cuanto de humanidad hayamos perdido.

martes, 9 de febrero de 2010

La Nueva Espiritualidad Feminista, por Juan José Tamayo.



Tomado de http://seante.org.es/node/29


En la nueva espiritualidad la mujer se redescubre como sujeto, vive la experiencia religiosa desde su propia subjetividad y no acepta mediaciones clerico-patriarcales o jerárquico-institucionales que, en el fondo, pretenden negar su subjetividad.


No acepta las tradicionales divisiones entre sagrado y profano, espiritual y material, natural y sobrenatural, etc.


El lugar de la nueva espiritualidad es el mundo sin fronteras, la naturaleza toda donde se deja sentir el misterio, la vida como don y tarea, la realidad sin compartimentos estancos. Su espacio son todos aquellos lugares en los que se desarrolla la existencia humana: la profesión, la actividad política, la comunicación, la vía pública, el ágora, la vida cotidiana, etc.


Eso no significa que se proponga neosacralizar el mundo. Todo lo contrario: respeta su plena autonomía y le reconoce como el verdadero escenario donde se juega el destino humano. Su presencia en el mundo se orienta a transmitir el dinamismo liberador del E(e)spíritu.


Es una espiritualidad sapiencial política, no intimista, activa, que levanta la voz y lucha en favor de las personas indefensas y de la naturaleza dominada. En ese sentido es rebelde e inconformista con el sistema excluyente y todopoderoso. Se caracteriza por una profunda inspiración ético-práxica. Se guía por los imperativos de la fraternidad-sororidad, justicia-liberación, igualdad-diferencia. Una espiritualidad sin ética es vacía; una ética sin espiritualidad es ciega.


La nueva espiritualidad se expresa a través del lenguaje de los símbolos, del cuerpo, de los sentimientos, de las pasiones, de la experiencia.


Parte de la vida en toda su riqueza y complejidad, con sus contradicciones y problemas, con sus aspiraciones y frustraciones. Es, en fin, una espiritualidad ecológica, que no utiliza la naturaleza como objeto de dominio, sino –haciendo mía la idea de R. Panikkar-como espacio de encuentro cosmoteándrico. Es una espiritualidad interreligiosa donde convergen las experiencias místicas y contemplativas más auténticas, no mediadas por los intereses de poder de cada religión, sino animadas por el encuentro humano-divino pleno de gratuidad.


La nueva espiritualidad feminista que se presenta en clave ética y sapiencial, ecológica e interreligiosa, va a las fuentes de la experiencia religiosa y constituye el mejor correctivo a la cada vez más extendida mercantilización de la religión por parte del sistema, a su manipulación de la religión por parte del Imperio, a su uniformización por parte de los fundamentalismos y a su espiritualización por parte de los funcionarios de lo sagrado..

Muy otro es el planteamiento de la jerarquía católica a través de sus documentos y de sus prácticas excluyentes de las mujeres del universo religioso.


A ellas se las acusa de ser responsables de la violencia doméstica por defender la liberación sexual; se las recluye en el hogar, y, en el caso de que trabajen fuera del hogar, se defiende la compatibilidad entre ambos trabajos, sometiéndolas a jornadas interminables sin descanso.


Se las valora por su función reproductiva y cuidadora, no por el hecho de ser personas. Se las excluye del ministerio sacerdotal, alegando que no pueden representar sacramentalmente a Cristo porque Jesús de Nazaret no ordenó a mujeres, cuando tampoco ordenó a varones, sino que creó un movimiento igualitario de hombres y mujeres.


Se las excluye de los ámbitos de poder y de responsabilidad dentro de la comunidad cristiana, reproduciendo así la idea patriarcal de que el ejercicio del poder compete a los varones. Se critica la "ideología de género", que cuestiona el "eterno femenino" y los estereotipos que dimanan de él, cuando lo que defiende dicha ideología es la no discriminación por razones de género, la igualdad de hombres y mujeres en derechos y deberes, la paridad en el ejercicio del poder. Es la propia organización eclesiástica jerárquico-patriarcal la que refuerza las desigualdades de género.

No se puede defender una espiritualidad feminista cuando no se condena con la contundencia debida la violencia contra las mujeres, los abusos sexuales, la prostitución.

¿Quienes son los responsables de la crisis? fragmento de un artículo de Juan Torres, catedrático de economía





Los financieros, los bancos y las agencias de rating que trabajan para ellos provocaron una crisis gigantesca. Para poder ganar más dinero influyeron de mil modos sobre los gobiernos y consiguieron que éstos y los bancos centrales cambiaran las normas legales e hicieran la vista gorda ante la acumulación ingente de riesgo que soportaban para ampliar sin cesar sus beneficios.
Impusieron un modo de producir y de repartir desequilibrado e irracional, alimentando una burbuja detrás de otra. Y terminaron por quebrar y descapitalizarse.
Obligaron entonces a que los gobiernos intervinieran y pusieran a su disposición billones de euros. Gobiernos, como el español, que hasta entonces incluso habían tenido superávit presupuestarios tuvieron que endeudarse.
Los financieros y los bancos, con el apoyo de las agencias de rating que trabajaban para ellos, suscribieron esa deuda en gran parte con el dinero que los propios gobiernos y bancos centrales les daban para salvarlos de la quiebra y para lograr que así refluyera el crédito, cuya carencia había provocado la paralización de la actividad económica, el cierre de miles de negocios y el desempleo.
Pero a los financieros, a los bancos y a las agencias de rating que trabajan para ellos solo les importa recuperar sus inversiones al coste social que sea y con la mayor seguridad y rapidez posible, así que no utilizaron esos recursos para ello sino para ganar enseguida más dinero. Se dispusieron entonces a presionar a los gobiernos y a los bancos centrales para que estos actúen con el único fin de que sus inversiones en la deuda estén seguras y puedan recuperarlas lo más pronto posible sin tener que cargar con el coste de la crisis que ellos mismos habían provocado. Y como llevan haciendo todo esto desde hace mucho tiempo tienen ya el poder suficiente como para conseguir que esa sea, efectivamente, la secuencia de los hechos una vez y otra. Si el gobierno va por otro lado las presiones se desatan. Si hace lo que les conviene, la patronal o algún gran banquero le concederá algún momento de respiro.

sta es la historia y parece que el presidente Rodríguez Zapatero lo ha podido comprobar directa y personalmente en su inoportuna visita a la Cumbre de Davos.


Hablemos claro: los financieros, los bancos y las agencias de rating que trabajan para ellos están extorsionando al gobierno de España. Lo están llevando al terreno que ellos quieren y al que les conviene: el de la improvisación, el de la renuncia a sus propuestas anteriores y a sus compromisos electorales, al que lo separa de sus socios naturales y de su base electoral, el que lo llena de contradicciones y lo deja , no hay más que verlo, como un boxeador inexperto bamboleándose de un lado a otro de la lona.


Lo que buscan es derrotarlo fuera de las urnas haciéndole que quede a la deriva y que salten por los aires sus alianzas con los sindicatos y con el electorado para poder imponerle así políticas que saben que nunca podrían aplicarse si se tuvieran que decidir mediante una confrontación electoral democrática.


Los ciudadanos deben saber que los financieros, los bancos y la gran patronal, con la ayuda de los economistas liberales y de los organismos financieros que trabajan para ellos, no le están imponiendo al gobierno de España la salida a la crisis, como todos ellos dicen, sino la respuesta a la crisis que mantiene sus privilegios, que garantiza que puedan seguir teniendo cantidades ya inmorales de beneficio y que deja que las cosas sigan como siempre han estado. Pero esa es justamente la salida de la crisis que volvería a provocarla de nuevo.


Es sencillamente falso que para crear empleo, como dicen la patronal y los economistas liberales, haya que actuar solamente en los mercados de trabajo. Sin perjuicio de que haya que procurar que haya un marco adecuado de relaciones laborales (que no puede ser simplemente el que da todo el poder a los empleadores) lo que hay que procurar para ello es recuperar la demanda y los mercados de bienes y servicios. ¿De qué les va a servir a los empresarios que los salarios sean más bajos si luego no disponen de mercados con demanda efectiva suficiente donde puedan vender las mercancías que producen? ¿O es que quieren que España se limite a competir a la baja convertida en una economía barata al servicio del capital extranjero?


Por eso, reducir los derechos sociales, precarizar aún más el empleo, disminuir los salarios, renunciar al gasto público y social que se precisa para apoyar un modelo productivo que consolide a la economía española y a una fiscalidad más justa y que generase otro tipo de incentivos a los sujetos económicos, solo dará lugar a que los más ricos lo sean cada vez más y a que la economía española se consolide como una economía de segunda, desvertebrada, dependiente y simplemente especializada en proporcionar bienes y servicios de baja calidad. Pero así nunca se podrá conseguir que la economía española despegue y se modernice definitivamente, que disponga de un mercado interior más potente (algo que en realidad no le importa a los Adolfo Domínguez y compañía que tienen a su disposición mano de obra siempre más barata y mercados selectos en cualquier otra parte del mundo), que se reindustrialice, que genere empleo de calidad y renta suficientes para todos y que no tenga que dedicarse a actividades que destrozan nuestro medio natural e hipotecan el bienestar de las generaciones futuras. Esa no es una verdadera salida de la crisis.


La situación a la que ha llegado el gobierno es difícil, sobre todo, cuando se encuentra además con las restricciones que impone nuestra presencia en la Unión Europea. Ha renunciado a tener un proyecto económico propio al convertir al partido que lo sostiene en una claque en lugar de servirse de su organización como fuente de pensamiento y de propuestas alternativas. Y ha puesto el diseño y la ejecución de la política económica en manos de personas que explícitamente defienden y proponen las medidas que reclaman la patronal empresarial y bancaria. Así, y cediendo a la extorsión de los mercados, será muy difícil que cuente con el apoyo de los sindicatos y perderá lentamente el de todos los ciudadanos hasta el punto en que la situación puede llegar a ser insostenible.


El gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero necesita el apoyo de los ciudadanos que no queremos una España de resabios franquistas, incapaz de convivir plenamente con las libertades civiles y controlada por los mismos grupos oligárquicos de siempre. Pero no es lógico que reclame ese apoyo gratuitamente y mientras pone en marcha políticas que en realidad solo benefician a estos grupos.

En una situación tan delicada como la actual, sería necesario que los ciudadanos supieran quién ha provocado de verdad la crisis y por qué, quién ha puesto las bases para convertir a la economía española en un espacio productivo tan débil y vulnerable y por qué, y qué se logra de verdad con unas medidas políticas o con otras. Con la fuerza de su propio partido, de otros que sin duda podrían y deberían apoyarle en ese camino, de los sindicatos y del más directo de los propios ciudadanos, el Gobierno podría estar entonces en condiciones de proponer un equilibrio diferente a la sociedad española, un pacto de rentas frente a una situación excepcional, y tratar así de hacer frente de otra forma a las dificultades derivadas de la actual conformación y equilibrio de poderes en la Unión Europea, algo que nos está resultando muy desfavorable por su propia naturaleza y por nuestra falta de proyecto propio.

Hace unos meses escribía Nicolás Sartorius que lo que se necesita es “modificar la dirección de la historia de España en términos económicos” y que ello “exige un nuevo contrato y unas nuevas reglas. Un contrato donde se especifique lo que cada parte debe aportar -y no realidades frente a promesas- y nuevas reglas que impidan, en lo posible, que se repita dentro de un tiempo el mismo desastre, acrecentado” (EL PAIS 28-10-2009).

En un esfuerzo de ese tipo, que naturalmente ni sería fácil ni tampoco apoyado gratuitamente por nadie, el gobierno de Rodríguez Zapatero podría encontrar un nuevo y decisivo impulso. Si no lo hace, es fácil adivinar lo que va a ocurrir.

Juan Torres López es catedrático de Economía Aplicada en la Universidad de Sevilla, colaborador habitual de Rebelión, editor de http://www.altereconomia.org/
y miembro del Consejo científico de ATTAC-España. Su web personal: http://www.juantorreslopez.com/

lunes, 8 de febrero de 2010

ESPIRITUALIDAD PARA UN MUNDO EN EMERGENCIA, curso ofrecido por la Confer de 26 al 28 de febrero



Aquí os dejo la información sobre un curso en el que participaré con una breve intervención el sábado en una mesa con otros compañer@s, por si a algun@ le interesa.

DESCRIPCIÓN:

En medio de la trama y los hilos de la situación mundial, está emergiendo un nuevo mundo que nos urge a ir cultivando una nueva espiritualidad.

Profundizaremos en sus posibles nuevos caminos:

*el diálogo interreligioso,
*el encuentro intercultural,
*la interdependencia,
*el decrecimiento,
*el compromiso y la defensa de la dignidad humana

como talantes vitales a cultivar personal, grupal y estructuralmente para ayudar a emerger la nueva espiritualidad.

Toda la información relativa al curso puedes descargártela pinchando




FECHA INICIO: 26/02/2010
FECHA FIN: 28/02/2010

PERTENECE A: ÁREA DE JUSTICIA Y SOLIDARIDAD

PRECIO: 45.00 euros
NÚMERO DE PLAZAS: 300

Humanismo marxista y cristianismo, por Enrique Curiel.





El arzobispo de Canterbury, primado anglicano y cabeza visible de la Iglesia de Inglaterra, se manifestó públicamente comprensivo con las tesis de Karl Marx y afirmó que el autor alemán analizó correctamente los problemas del capitalismo, y, advirtió, acerca de los riesgos que supone priorizar la conquista del beneficio y la riqueza al coste que sea necesario olvidando los objetivos sociales de la economía. El referido arzobispo, Rowan Williams, se limitó, en realidad, a recordar algo tan sencillo como que la creación de la riqueza no es válida a cualquier precio ni en cualquier circunstancia. Las condiciones en las que quedan, en muchas ocasiones, los sectores más débiles de nuestras sociedades como consecuencia de las prácticas del capitalismo “talibán”, del “todo vale”, y, la proximidad de las enseñanzas de Jesucristo y las de Marx, “aunque luego ambas hayan sido violadas en sus respectivas prácticas”, resultan notables en estos tiempos.

No nos deberían sorprender las afirmaciones del primado anglicano. Las relaciones y la atracción entre las Iglesias y el marxismo no son nuevas. Para ser mas preciso, entre el pensamiento cristiano y el marxismo. Entre el marxismo y el cristianismo existe una pulsión emancipatoria del ser humano que, inevitablemente, estaban condenadas a sufrir una potente atracción mutua a pesar de todas las dificultades filosóficas y religiosas de la tarea. Carlos Marx, uno de los intelectuales que más han influido en los siglos XIX y XX y, tal como vamos, en el XXI, de los más brillantes y más vituperado, más estudiado por millones de trabajadores y de economistas, sociólogos, universitarios de todo tipo, políticos, sindicalistas, banqueros, empresarios, ministros, sacerdotes, obispos y hombres y mujeres de toda condición cultural y social durante décadas. Irónicamente, los que más daño le han hecho han sido su más encarnizados “seguidores”, que le han utilizado para cometer todo tipo de tropelías políticas e ideológicas en su nombre.

Jesús, fundador del cristianismo, proclamó valores de igualdad, solidaridad, justicia y lucha contra la opresión y la hipocresía. Personalmente, me quedo con la definitiva toma de posición contra el cinismo que nos abruma: “el que esté libre de pecado, que tire la primera piedra”. Influyó hasta hoy, junto con el Islam y el budismo, en el espíritu del ser humano durante más de veinte siglos. Creyentes o no. Y como con Marx, sus presuntos “seguidores” le traicionaron, se llenaron de oropeles, viven en Palacios, se hacen rendir tributos, ocultan sus pecados, se creen dioses y tribunos, viven en el lujo y expulsan de forma dogmática a los que interpretan el cristianismo desde otra perspectiva.

Al calor del Concilio Vaticano II, se impulsó el dialogo entre cristianos y marxistas a través de múltiples iniciativas acotando en nivel del debate. Libros, reuniones, debates, conferencias….El Papa Juan XXIII trajo aire fresco a una Iglesia Católica repleta de carcoma y anquilosada. Entre las obras más destacadas es preciso recordar la editada por el inolvidable Jesús Aguirre, al que muchos conocimos como todavía sacerdote de la Iglesia de la Ciudad Universitaria de Madrid, “Cristianos y marxistas (Los problemas de un diálogo)”. Allí “dialogaron” cinco católicos (Jesús Aguirre, Kart Rahner, Giulio Girardi, Johann Baptist Metz, J.L. López. Aranguren) y cinco marxistas (Lucio Lombardo-Radice, Milán Machovec, Gilbert Murry, Louis Althusser y Manuel Sacristán).

Conceptos como el del “humanismo cristiano”, defendido por Rahner, como única vía válida para un diálogo entre marxismo y cristianismo, la denuncia del “monolitismo” que realiza Girardi, tanto para el marxismo como para el catolicismo, que supusieron una fuerte “tentación histórica” que acabaron en el “integrismo” por ambas partes y aboga por un diálogo basado en una convergencia entre una moral marxista y una moral cristiana, ambas renovadas, constituyeron unos elementos nuevos del debate.

Entre nosotros, Alfonso Carlos Comín, militante comunista, escribe en 1977, el libro, “Cristianos en el Partido, comunistas en la Iglesia”. Bajo tan provocador título, se escondía una de las mentes más lucidas y valientes de aquellos difíciles años. Entre 1956 y 1966, el trabajo y la movilización incesante de la Juventud Obrera Católica (JOC) y la Hermandad Obrera Católica (HOAC), a lo largo de toda España, obligó al franquismo a protestar ante la jerarquía católica. El nacimiento y desarrollo del nuevo movimiento obrero, de las Comisiones Obreras, no hubiera sido posible sin el apoyo, la complicidad y el nacimiento de una iglesia comprometida con los trabajadores. Incluso nace lo que se llamaron los curas obreros, especialmente en el País Vasco, como el Padre Luis de Zabala, el Hermano Zubizarreta, los Padres Miguel Sagües, José Antonio G. de Durana y también I. A. Comyn y Eugenio Arraiza.

Tampoco resultó casual el apoyo de un sector significativo de la jerarquía de la Iglesia Católica a la transición democrática y su oposición al franquismo a partir de finales de los años 60. Sin el Cardenal Tarancón al frente de la Iglesia Española todo hubiera resultado mucho más difícil. Lejos quedan aquellos tiempos. Hoy, cuarenta años después, a pesar del integrismo de la cúpula de nuestra jerarquía, regresan los problemas y el debate. ¿Marxismo y cristianismo? ¿Izquierda y socialismo?

Desde 1990, tras casi veinte años de huracán ultraliberal, donde todo lo que tuviese el más mínimo aroma de marxismo era satanizado y lanzado al peor de los infiernos, nos encontramos, de nuevo, en la reflexión sobre la economía de mercado, su eficiencia real y la necesidad de abordar reformas profundas. Algunas de las ideas del viejo Marx retornan con fuerza para intentar comprender la dimensión de la hecatombe que nos toca vivir. Lejos queda la manipulada y hegeliana tesis del “fin de la historia”, de Francis Fukuyama, en virtud de la cual se proclamaba la arribada del género humano al capitalismo liberal como última y definitiva forma de civilización. El pensamiento cristiano y su compromiso social y político favorable a los menos favorecidos recupera la presencia pública. Los problemas y el campo de encuentro no resultan complejos.

La caída del muro de Berlín, la implosión y hundimiento de la Unión Soviética y del “socialismo real”, eran ley de vida. Constituían el fracaso anunciado de un modelo burocratizado, centralizado, planificado, ineficaz y corrupto. Tampoco existe mercado libre, ni transparente, ni competencia, ni control, ni limpieza. Corrupción, fraude y capitalismo rampante. Que pregunten en el casino de Wall Streat.

Pues bien. Aquí estamos de nuevo. La hondura de la crisis y su duración, atemorizan a nuestras sociedades. Son precisas nuevas soluciones, otras sensibilidades. Los cristianos y la izquierda debemos retomar la reflexión conjunta sobre el futuro y los ámbitos de entendimiento.

Hola, Bienvenid@s.


Este Blog quiere ser un lugar de encuentro para todos aquellos que queremos ayudar a transformar la sociedad para convertirla en un lugar más fraterno, más libre, más justo y, a la vez, somos conscientes de que todo cambio social sólo es posible si hay un cambio personal e interno y no se olvida lo que nos enseña la Tradición Espiritual de la Humanidad, intentándo actualizarla creativamente en cada época.


Mi camino...

el camino que sigo es el camino de la mística del amor, no un amor sentimental, sino un amor inteligente o consciente (amor iluminado decían los antiguos) y solidario, que no olvida el sufrimiento y la injusticia.
Guiado de la mano de de la mística monástica cisterciense (la primera mística moderna del amor), el esoterismo cristiano, la mística de san juan de la cruz y el zen... y animado por ideales progresistas y solidarios os invito a caminar juntos hacia un mundo y unos hombres y mujeres nuevos.