"Tutti i miei pensier parlan d’amore (Todos mis pensamientos hablan de Amor)". Vita Nuova. Dante Alighieri.

jueves, 17 de diciembre de 2009

La liturgia cristiana debe siempre ser reactualizada


por José Luis Servera


tomado de http://www.atrio.org/?p=1332


Vamos a comentar unos textos del teólogo Bonhoeffer, asesinado por los nazis, que fueron desarrollados por el obispo protestante Robinson en su libro Sincero para con Dios, donde desnuda su alma ante Dios buscando encontrar una mayor autenticidad ante las exigencias evangélicas. El libro fue publicado en 1967, es decir, hace 41 años.


La palabra liturgia de origen griego significa “servicio público” y equivale a rito y también a culto. Se puede entender como “Orden y forma que ha aprobado la Iglesia para celebrar los oficios divinos, y especialmente la misa”. En toda liturgia cristiana está claro que “este orden y forma aprobada por la Iglesia” se debe adaptar en todo al mensaje evangélico y al tiempo en que vivimos, para que pueda ser vehículo de expresión de nuestras vivencias y para posibilitar su actualización y crecimiento…



Para el cristianismo lo sagrado es la profundidad de lo común, igual que lo secular no es una sección sin el Dios de la vida, sino el mundo -el mundo de Dios, el mundo por el que Cristo murió- escindido y alienado de su verdadera profundidad. La finalidad del culto no consiste en retirarse desde lo secular a la zona de lo religioso, y menos aún huir de este mundo para refugiarse en el “otro mundo”, sino en abrirse al encuentro de Cristo en lo común, abrirse a aquello que tiene el poder de atravesar su superficialidad y redimirlo de su alineación. La religión no es una función especial de la vida espiritual del hombre, sino la dimensión de profundidad en todas sus cosas.


La función del culto estriba en hacernos más sensibles a estas profundidades; enfocar, agudizar y profundizar nuestra respuesta al mundo y a los demás más allá del interés inmediato (gusto personal, interés propio, preocupaciones limitadas, etc.) y en función del interés último; en purificar y corregir nuestros amores a la luz del amor de Cristo; y en encontrar, en Él, la gracia y la fuerza de llegar a ser una comunidad reconciliada y reconciliante. Todo cuanto logre este resultado o ayude a lograrlo es culto cristiano. Todo cuanto no nos lleve a alcanzar este objetivo no es culto cristiano, por muy “religioso” que sea. El test decisivo del culto y de cualquier liturgia consiste en dilucidar hasta que punto nos hace más sensibles al “más allá en el centro de nuestra vida”, al Cristo en los hambrientos, en los desnudos, en los vagabundos, en los prisioneros… Sólo si somos más capaces de reconocer así a Cristo después de asistir a un acto de culto, será cristiano este culto y no una piadosa escenificación de religiosidad con atuendo cristiano. No otra cosa es lo que implican las palabras de Jesús: “El sábado está hecho para el hombre y no el hombre para el sábado”.



Debemos aceptar que la totalidad de nuestra práctica religiosa y de nuestra asistencia a la iglesia sean sometidas a semejante test y tener la osadía de someternos a sus consecuencias…



El mensaje que nos da Robinson, interpretando a Bonhoeffer, sobre la función principal de la liturgia en el culto cristiano queda muy claro. Sin embargo, nos podemos preguntar ¿en el culto cristiano y en sus liturgias atiborradas de palabras cúlticas y agrícolas, propias de otras épocas históricas se nos ayuda a vehicular, fomentar y profundizar el ser cristianos desde la realidad en que vivimos y desde la comunión con los demás? Toda liturgia como servicio público debe ser un instrumento adaptado al tiempo en que se vive y capaz de sensibilizarnos más ante las exigencias evangélicas, no separándonos del mundo, sino ayudándonos a descubrir la profundidad de lo profano en lo común.


Pienso que esta labor no es sólo ni principalmente de la iglesia jerárquica, sino sobre todo, de la iglesia Pueblo de Dios, que busca constantemente su fidelidad al Jesús del Evangelio. Desde esta perspectiva se deben observar los esfuerzos de tantas comunidades cristianas que se afanan en encontrar nuevas formas que de una manera natural y fiel al evangelio les ayuden a profundizar en su fe.


4 comentarios:

  1. Sí debe ser actualizada pero parece que el camino que ha tomado es el de la época preconciliar al Vaticano II. Cualquier día volvemos al latín y a la misa de espaldas al pueblo para mantener el secreto, el misterio.

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  2. Pues sí amigo Nicolás, parece que unsector de la jerarquía desearía volver a una misa preconciliar, en la que la imagen de Dios que se da es la de un Señor alejado de los hombres al qeu sólo nos podemos dirigir a través de un mediador cualificado, el cura, previamente purificado.

    Afortunadamente el sentir de la mayoría va por otros derroteros y no son pocas las comunidades que viven ecucaristías fieles al evangelio, creativas, sencillas, humanas y humanizadoras.

    Como decía Rahner nos tocan vivir tiempos de invierno eclesial,y algunos creen que ese invierno durará siempre y borrará la primavera del Concilio VII. Al final, la primavera volverá, por un camino o por otro. A nosotros nos toca mantener su "memoria" hasta que esta era glaciar vaya remitiendo.

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  3. Apreciados Senores, a traves de un amigo de la red, os descubro, y revisando vuestras opiniones me encuentro, que imprevistamente, S.S. Benedicto XVI, se alinea en el sector "preconciliar". Pues, habiendo explicitamente llamado a la "reforma de la reforma", a la "hermeneutica de la continuidad", y a la "sana critica al concilio Vat. II" no le queda a uno mas que ese calificativo.
    Lo unico que deseo anotar es que, con relacion a "espaldas al pueblo" la actitud liturgica y corporal, es decir el sacerdote junto al pueblo, es mirar hacia Dios, tal como en nuestra herencia del sacrificio Hebreo.
    No hago ningun otro comentario, y solamente constato que, por donde vais, no es por donde nuestro Santo Padre va.
    Dios os bendiga.
    Robert Nicodemo

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  4. Posiblemente vayamos todos hacia el mismo lugar por senderos y sensibilidades distintas. Es muy importante que haya sensibilidades diversas y diferentes visiones, esa es laa realidad de la Iglesia, quizá un sector crea estar más cerca del actual pontífice, y puede que sea cierto, pero la iglesia es algo más amplio que un pontífice u otro, que un grupo u otro. Todos somos necesarios si sabemos respetarnos y no excluimos a quienes difieren de nosotros en cuestiones opinables.

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Este Blog quiere ser un lugar de encuentro para todos aquellos que queremos ayudar a transformar la sociedad para convertirla en un lugar más fraterno, más libre, más justo y, a la vez, somos conscientes de que todo cambio social sólo es posible si hay un cambio personal e interno y no se olvida lo que nos enseña la Tradición Espiritual de la Humanidad, intentándo actualizarla creativamente en cada época.


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