"Tutti i miei pensier parlan d’amore (Todos mis pensamientos hablan de Amor)". Vita Nuova. Dante Alighieri.

martes, 13 de septiembre de 2011

El peligro de caer en un narcisismo purista que aísle a la Iglesia más progresista del conjunto de los católicos



Tras el comunicado final que emitió (como todos los años) el Congreso de Teología de la Juan XXIII (http://www.redescristianas.net/2011/09/12/mensaje-final-del-xxxi-congreso-de-teologia-de-la-asociacion-juan-xxiiijose-manuel-vidal/), el director de Religión Digital (una página religiosa más bien progresista) José Manuel Vidal ha criticado con dureza el contenido del mismo, por considerar que, al calificar los congresistas a la JMJ 2011 como un acto de papolatría, hacían una crítica injusta e intransigente (http://www.periodistadigital.com/religion/opinion/2011/09/12/tamayo-lois-mensaje-congreso-teologia-iglesia-religion-juan-xxiii.shtml).




Piensa Vidal que el Congreso tras la desaparición de teólogos como Julio Lois (fallecido) está adquiriendo un sabor demasiado excluyente de los otros sectores eclesiales y atribuye este hecho a la influencia de Tamayo, el secretario de la Asociación de Teólog@s Juan XXIII.





He leído el comunicado del Congreso de Teología y me ha parecido muy lúcido en muchas de sus denuncias, y también en sus propuestas, para evitar esa patología, que afecta a las religiones de modo especial, que es el fundamentalismo.






Me parece desproporcionada la crítica de Vidal al texto (sólo se fija en determinados aspectos diríamos que intraeclesiales, los menos interesantes quizá) y creo que es injusto con Tamayo al atribuirle una especie de talante excluyente, que cualquiera que lo conozca (y él lo conoce) sabe que no forma parte de su forma de ser.






Ahora bien, creo que es verdad que el análisis que hace el Congreso de la JMJ es demasiado unilateral, parece una descalificación global a un acontecimiento mucho más plural de lo que parece, en el que intervinieron con duro trabajo muchos sectores eclesiales más abiertos que los “oficiales”, como los de la vida religiosa. Y que se sienten cercanos a muchos de los planteamientos de la Juan XXIII. No parece muy inteligente no tenerlos en cuenta ¿no? Aparte de ser una chorrada, con perdón, creer que estos sectores son “papolatras”.






Me parece que harían muy bien los teólogos y teólogas de la Juan XXIII, así como las comunidades de base y populares que allá se reúnen, junto con los religiosos, etc… de tomar buena nota de la reacción de Juan Manuel Vidal. Vidal representa bien la que es probablemente la sensibilidad mayoritaria en la iglesia actual, una sensibilidad abierta, defensora del Vaticano II, crítica con muchos planteamientos y estilos de la jerarquía, sensibilizada con la pobreza y la lucha por la justicia y con una fuerte identidad eclesial, que les hace colaborar con la Iglesia, aún desde la crítica, rechazando con energía el discurso anticlerical de ciertos sectores, a los que ven también muy intransigentes ( tanto al menos como los ultraconservadores eclesiales). Podría sr que terminasen viendo a la Juan XXIII como aliada de estos sectores y por tanto ajena a ellos.






Uno de los errores clásicos de los grupos más renovadores es caer en un “purismo” sin concesiones, que no es otra cosa que narcisismo escondido, y que termina aislándolos del conjunto del grupo al que supuestamente quieren renovar. Hacer sólo crítica y no arrimar el hombro en la Iglesia, colaborando con las parroquias o con los diversos grupos y sectores, siendo críticos y humildes a la vez, es el mejor camino para que se haga realidad el deseo del sector más conservador de que la Iglesia progresista desaparezca o se salga de la institución.





Naturalmente que esa opción es legítima pero sería un fracaso del proyecto de renovación que este sector desea en la institución, siguiendo el impulso del Concilio Vaticano II.






Atentos pues a no caer ni en radicalismos excluyentes ni en tibiezas descomprometidas y ambiguas que quieren contentar a todos ( y terminan por no contentar a nadie). La renovación se hará sólo si quienes la defienden no se aíslan del conjunto, sino que colaboran y acompañan a todos, sufriendo como todos en una iglesia tan tensionada y contradictoria como la actual y aportando en medio de ese clima autenticidad, lucidez, diálogo y crítica para lograr una mayor comunión.

7 comentarios:

  1. Hola amigo, estoy contigo, para reavilitar algo, no se puede querer reformar algo desde fuera, ahora bien, desde dentro, te dan muchos palos y es muy duro trabajar...

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  2. "(...)Atentos pues a no caer ni en radicalismos excluyentes ni en tibiezas descomprometidas y ambiguas que quieren contentar a todos (...)".
    :-) Pues eso, amigo, atentos, ...atentos los que andáis honestamente implicados en estos ajos porque muchos de los que, desde fuera de la Iglesia, "oteamos el atrio" con sincero interés...acabamos por salir corriendo aburridos al ver tanta rencilla y pelea intestinas,tanto perderse en cuestiones accesorias y personalismos de nulo interés, que tanto despistan y alejan de LO ESENCIAL... ¿Por qué, QUÉ es LO ESENCIAL para esa proteiforme y plural Iglesia actual? ¿o en lugar de plural habría que decir fragmentada, dividida, confusa...?. Cordial y escépticamente. Daniel

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  3. Hola indignación:

    Me alegra que compartamos el mismo punto de vista en esta cuestión, sí eso supone asumir el conflicto (la cruz en términos cristianos)parece que no hay otro camino, en cualqueir caso los cristianos (y no sólo nosotros) creemos en el Principio Esperanza, así que nda cae en saco roto... una brazo.

    Hola Daniel:

    Ya veo que sigues "oteando" con interés el "mundo cristiano", sí es triste el panorama en ocasiones, tienes mucha razón... creo sería injusto decir que sólo hay conflicto en la Iglesia, lo hay en todas partes, pues es la consecuencia de este sistema injusto en el que vivimos, no es un consuelo, si bien ayuda a situar las cosas.
    ¿qué eslño esencial? Evidentemente no debería serlo la Iglesia sino el Reino, si bien lo esencial se hace en lo concreto, día a día, al final lo pequeño cambia al historia, ayudar a renovar al Iglesia es ayudar al reino,sin duda.

    No comparto tu escepticismo, pues eso es lo que les gustaría a los inmovilistas, que no hubiera posibilidad de cambio, siempre la hay, la realidad es abierta y potencial ¿no? ¿quién se imaginaba lo del 15 M, las revoluciones en Egipto, etc...?.

    Una reflexión final, decía Marx que más que "contemplar" el mundo había que transformarlo ¿no?...

    un abrazo grande

    José Antonio.

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  4. :-) no se lo que decía, nunca he leido a Marx, salvo el "Manifiesto Comunista" cuando era muy joven, probablemente demasiado para entenderlo...
    Respecto al 15-M, que no parece concretar ninguna propuesta útil después de casi seis meses, el riesgo referido a la Iglesia pudiera ser -se me ocurre- que surgiese algo similar a ese 15-M y los teólogos, jerarcas y demás integrantes de la "oficialidad" descubriesen, asombrados, que el pueblo llano que SI busca LO ESENCIAL, no se siente representado por ellos..., algo similar a lo acontecido con un amplio sector de los parlamentarios y políticos en general... (Pero es una mera fantasía..., sin visos de realidad, claro). Otro abrazo para ti. Daniel

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  5. Claro que sí, si se puede se hace en colaboración, lo que pasa es que hay tantas cosas a cambiar que es duro.
    Desde dentro, los ultraconservadores con la voz dea papa, excolugan y llaman herejes a los que desean los cambios. Para el vaticano no son amigos de la Iglésia y para ellos están mejor fuera, llamandoles muchas veces "agua sucia que contamina"
    El vaticano de momento lo tiene bien, la mayoría de sus fieles no le contradice y van asintiendo a todo lo que dice el papa, dominando sus mentes para que hagan eso o aquello, digan o no digan. En realidad es una pena que no te dejen ser libre por miedo a perde el poder. Nadie debería caer en ese engaño.
    Toda la Iglésia ha de ser humilde en su conjunto. Hay que valorar todo entre los de fuera y los de dentro para que el pueblo encuentre y ande su própio camino.
    Lo importante es amar venga de la cultura que venga.



    Un abrazo.

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  6. Para José Antonio.

    No conozco personalmente a Juan José Tamayo, pero últimamente sus escritos me ponen un poco nervioso.

    Ahí va uno de muestra:

    http://www.atrio.org/2011/08/%C2%BFraices-cristianas-de-espana-y-libertad-sin-dios/

    De un teólogo del nivel de Tamayo yo me esperaba un poco más de profundidad, y no despachar un discurso de Benedicto XVI diciendo eso de "Benedicto XVI volvió a abrir una sima profunda entre la fe y la libertad".

    Otra historia es José Manuel Vidal. Él es un periodista que ha tomado partido por una determinada línea, y en sus análisis todos sabemos que comete las mismas simplificaciones que realizan la mayoría de periodistas. En general el gremio periodístico no se caracteriza por realizar según qué tipo de sutilezas teológicas o espirituales en sus escritos. Son esclavos del titular impactante de turno, y eso limita mucho.

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  7. Hola Olga i Carles:

    Muy buenas estas dos consideraciones que dejáis: Toda la Iglesia debe ser humilde y Lo importante es amar.

    Gracias.

    Hola Jordi:

    Gracias por tu reflexión, bueno, si me lo permites te comento que se me ocurre que a veces es bueno que algo nos "ponga nerviosos" para que nos replanteemos lo que estamos escuchando a veces sin darnos cuenta de las implicaciones de lo dicho.A mí ciertas declaraciones de ciertos jerarcas me ponen también "nervioso" por lo simplonas y la pòbreza (y rigidez) que reflejan.

    Personalmente comparto con Tamayo su "asombro" ante la recuperación de un discurso que recuerda demasiado al discurso "nacionalcatólico", pareciera que el que no es católico es menos español según lo que se deduce de la lectura literal de ciertos discursos de cierta jerarquía.No sé a donde lleva este discurso si no es a la regresión mental y espiritual.No desde luego al seguimiento de Jesús que es lo contrario del inmovilismo.

    Bueno, no tengo una visión tan negativa de Vidal, la verdad, creo que en ocasiones tiene reflexiones interesantes, sin perder el estilo periodístico y también la conexión con la realidad, tan necesiaria en los discursos para no "volarse" demasiado.

    un abrazo
    José Antonio

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Este Blog quiere ser un lugar de encuentro para todos aquellos que queremos ayudar a transformar la sociedad para convertirla en un lugar más fraterno, más libre, más justo y, a la vez, somos conscientes de que todo cambio social sólo es posible si hay un cambio personal e interno y no se olvida lo que nos enseña la Tradición Espiritual de la Humanidad, intentándo actualizarla creativamente en cada época.


Mi camino...

el camino que sigo es el camino de la mística del amor, no un amor sentimental, sino un amor inteligente o consciente (amor iluminado decían los antiguos) y solidario, que no olvida el sufrimiento y la injusticia.
Guiado de la mano de de la mística monástica cisterciense (la primera mística moderna del amor), el esoterismo cristiano, la mística de san juan de la cruz y el zen... y animado por ideales progresistas y solidarios os invito a caminar juntos hacia un mundo y unos hombres y mujeres nuevos.