La jerarquía católica sigue persiguiendo sin freno a quienes, como el Pare Manel, se salen de la ortodoxia. El 15 de julio de 1834, España abolió oficialmente el Tribunal de la Inquisición. Atrás quedaban más de 350 años de persecuciones a judíos, moriscos, luteranos, científicos, literatos y humanistas por parte de un Estado vinculado por lazos férreos a la Iglesia católica. La historia, por fortuna, ha cambiado bastante desde entonces. ¿O no tanto? Casos como el del pare Manel Pousa, figura conocida y respetada en toda Catalunya por su trabajo social y que probablemente acabe siendo excomulgado tras confesar en un libro que había pagado un aborto a una joven, recuerdan cómo la jerarquía católica española no ha sabido recorrer el camino de la modernidad.
José Antonio Pagola, José Arregi, los curas de Entrevías, José Mantero, José María Castillo En los últimos años, son docenas los casos de sacerdotes que han sido perseguidos, de una u otra manera, por la jerarquía eclesiástica española, especialmente desde que la conduce, con mano de hierro, el cardenal de Madrid, Antonio María Rouco Varela.
«La Iglesia también es mi casa, no sólo la de la jerarquía», dice un cura de Entrevías.
El control de la ortodoxia
Algunos fueron separados de sus cátedras, otros “reducidos” (sic) al estado laical, y varios más suspendidos a divinis o forzados a abandonar la Iglesia. El caso de Manel Pousa es, desde el punto de vista del Derecho Canónico, el de más grave sanción. Sin embargo, las persecuciones a todo aquel que se salga del control de la ortodoxia son una constante.
“La obediencia es a la conciencia. Y la conciencia sólo es de Dios”. Javier Baeza es el responsable del “centro pastoral” San Carlos Borromeo, más conocida como la “iglesia roja” de Entrevías (Madrid), que desde hace tres décadas trabaja con inmigrantes, drogodependientes y jóvenes en riesgo de exclusión social. Hace cuatro años, Rouco Varela decidió cerrar la parroquia, aduciendo “graves errores” en la liturgia. Los tres curas, Javier Baeza, Enrique de Castro y José Díaz no siempre oficiaban con el alba, las absoluciones eran colectivas y, en ocasiones, se sustituía la hostia consagrada por una galleta o una rosquilla. Rouco se encontró con la oposición de todo el barrio y de buena parte de la Iglesia de base. No claudicaron y, para variar,lograron torcer la voluntad del cardenal de Madrid.
Decenas de curas han sido sancionados en los últimos años
Cuatro años después, el “centro pastoral” sigue funcionando igual que antes de la persecución. “A nivel eclesial, no hay ninguna relación, aunque hace poco nos visitó el nuevo vicario”, apunta Baeza. Los domingos, a la una, se sigue celebrando misa, hay grupos de oración “donde se comparten los problemas” y, por supuesto, continúa la obra social en San Carlos Borromeo. Incluso se siguen celebrando bodas y bautizos, con el permiso implícito de la jerarquía, que tras intentar acabar con la “iglesia roja” tuvo que echar marcha atrás y permitir que los tres curas permanecieran junto a sus feligreses.
“Todavía no sé por qué pasó lo que pasó”, cuenta el sacerdote, que no oculta que son “ignorados” por la “Iglesia institución”. “Nos admite bien si salimos censurando a los políticos o hablando de la pobreza, pero no acepta que seamos críticos con el funcionamiento de la institución”. Pese a las presiones, los curas de Entrevías no se han planteado abandonar. “Hay muchas cosas que no comparto de la Iglesia, pero no me voy, como tampoco me voy de mi familia aunque me enfade con mi padre. La Iglesia también es mi casa, no sólo la de la jerarquía”, concluye Javier Baeza.
El caso de Mantero
Rouco tuvo que ceder en su intento de cerrar la ‘iglesia roja’ de Vallecas.
Quien sí tuvo que dejar el sacerdocio, y la Iglesia, fue José Mantero, el cura de Valverde del Camino (Huelva) que fue suspendido a divinis tras admitir públicamente su homosexualidad en la revista Zero. Junto al ex carmelita Antonio Roig, Mantero es uno de los dos sacerdotes españoles “cesados” por Roma tras revelar su orientación sexual. Ambos conjuntamente, denunciaron que “la Iglesia ha perdido la vergüenza y la ética” al haber convertido a los homosexuales en “su nuevo enemigo”.
Mantero trató de seguir luchando, desde dentro, por la inclusión de los colectivos homosexuales cristianos en la Iglesia, pero la presión de los grupos ultraconservadores y la cerrazón de la jerarquía a cualquier acercamiento al mundo gay, acabaron por minar sus esperanzas.
Una persecución de 20 años
José María Castillo es uno de los más prestigiosos teólogos de nuestro país. El próximo 13 de mayo la Universidad pública de Granada le concederá el Doctorado Honoris Causa. La sociedad reconoce así el valor de este profesor, que en 2007 abandonó la Compañía de Jesús después de una dura persecución que se prolongó durante más de 20 años.
En 1988, fue castigado junto a Juan Antonio Estrada con la retirada del plácet de la jerarquía como catedrático de Teología de la Universidad de Granada, según Joseph Ratzinger, actual papa, por sus opiniones sobre el dogma de la Trinidad. José Arregi también tuvo que solicitar su salida, en este caso de la orden franciscana, tras enfrentarse al nuevo obispo de San Sebastián, el ultraconservador José Ignacio Munilla. El teólogo vasco acusó al prelado de llevar a cabo una “purga” entre el clero más progresista.
Pensar de forma diferente
“Sólo pido que haya lugar en la Iglesia para poder pensar, enseñar y actuar de manera diferente, y que las opiniones que se consideran erradas se combatan únicamente con argumentos de razón”, afirma el exfranciscano. “Si el cristianismo no quiere convertirse en una pieza de museo o en una secta, deben darse unas enormes transformaciones de fondo: democratización de todas las instituciones, lectura crítica de la Biblia y del dogma, una espiritualidad mística y transformadora más allá de todo dogmatismo y moralismo, aceptación del principio de la laicidad”. Algo que no entra en la cabeza de Munilla, Rouco y compañía.
El último caso conocido es la investigación abierta en el Vaticano contra el teólogo vasco José Antonio Pagola y su libro Jesús, una aproximación histórica (PPC). Los sectores más reaccionarios de la Conferencia Episcopal lograron que la editorial retirara el volumen (tras venderse más de 80.000 ejemplares) y destruyera los ejemplares. Pagola, que sigue siendo sacerdote, se enfrenta a una posible sanción de sus obras, e incluso a la retirada de la venia docendi, lo más parecido a la “excomunión” para un profesor. Y es que, 350 años después de que fuera derogada, la Inquisición en la Iglesia española parece revivir con más fuerza que nunca.
La doble vara de medir de la Iglesia
En mayo de 2006, un año antes de la muerte de Marcial Maciel, Benedicto XVI le conminó a llevar una vida retirada, prohibiéndole celebrar misa en público. Entonces la Santa Sede ya conocía los desmanes del pederasta fundador de los Legionarios de Cristo. Sin embargo, la única medida contra él en vida fue la suspensión de su vida pública. No se le suspendió ni se le excomulgó, como podría suceder con el padre Manel Pousa.
La doble vara de medir ha sido una constante en la historia de la Iglesia. Así, durante siglos pervivieron pontífices que tenían mujer, hijos y amantes con clérigos que eran duramente sancionados -incluso hasta acabar en la hoguera- si rompían el celibato.
La excomunión de Pousa podría sobrevenir por “colaboración” con un aborto, pese a las explicaciones del sacerdote aduciendo a un “mal menor” y corroborada en su lucha a favor de la vida. Roma parece decidida a condenarle. Sin embargo, ningún sacerdotes condenado por abusos sexuales a menores ha sido excomulgado.
La Iglesia católica estructuralmente hablando y en acción es un reflejo simbólico de los que la componen, como podría ser de otra forma. Los cambios por tanto se producirán en la medida que las mentes que la soportan evolucionen, tambien cuando desaparezcan y nueva salvia entre a formar parte de la misma familia, en el fondo es una lucha Darviniana de Poder. Tu hermano Rouco Varela es un inquisidor, pero es tu hermano....hermanos que no son mas que transmisores de la cultura que mamaron, aqui no cuentan los nombres propios, es una lucha cultural donde el ser humano solo juega el papel con lo que le ha sido impregnado, no es suyo el conservadurismo si no el de un siglo que los vio nacer, no es un enfrentamiento entre individuos si no cultural, ahora solo espero que los nuevos paradigmas culturales tengan la amplitud de miras de entender que la disputa no es de índole personal, si no meramente de valores, cultura e ideas que anidan y viven en la inmortalidad pues usan al ser humano como vehículo para sobrevivir, evolucionar y transformarse según necesidades, tu y yo dentro de cien años estaremos muertos, la idea sobre la homosexualidad o la ley del tabaco a saber por donde andarán.......
ResponderEliminarIgual que el anterior comentarista (Juan), espero que los nuevos paradigmas se impongan... pero mis nuevos paradigmas son diferentes a los suyos.
ResponderEliminarYo vivo un una iglesia progre-modernista desde que nací y me gustaría dejar atrás esos paradigmas obsoletos. Él seguramente viva en una iglesia tradicionalista-conservadora desde que nació y desea dejar atrás los paradigmas obsoletos.
Al final, no será mi entendimiento ni el suyo los que venzan, ya que la voluntad de Dios es tenernos reunidos en una Iglesia que no es ni la suya no la mía... sino la de Cristo. Si creemos que podemos cambiar algo vamos apañados, haríamos una pareja de pelagianos estupenda :-)))
Así pues, tendremos que fastidiarnos (negarnos a nosotros mismos y seguir a Cristo dentro de una Iglesia que no es nuestra) y aceptar que la voluntad de Dios es superior a la de cada uno.
A Rouco y a Bastante les pasa lo mismo. Cada cual con su inquisición particular y sus poderes respectivos.
Al final todo son peleas estériles basadas en el miedo que produce la ignorancia mutua. Tal para cual.
Saludos fraternos :)
Hola Juan:
ResponderEliminarBueno yo creo que las personas también son importantes y por eso estoy de acuerdo que no basta un cambio de paradigmas sino un cambio personal como dices al principio, si bien luego aprece que te enfocas más en el cambio estructual o cultural. Desde luego creo que lo de la lucha por el poder que dices tiene su influencia pero creo que al final el sustento de la realidad es más que la lucha por el poder, y que la relaidad está sustentada en el amor en último término, si bien muchas veces no somos conscientes de ello y nos hacemos daño buscando el poder. Cuanto más se luche por el poder más daño nos haremos.
Hola miserere:
Totalmente de acuerdo en que las peleas inútiles se basan en la ignorancia del otro y en el miedo, eso no quiere decir que todos actúen de igual manera, creo que es diferente expresar una opinión a perseguir al que es diferente a ti, no es lo mismo admitir la pluralidad o negarla. El camino pasa por el diálogo y el pluralismo legítimo, y por poder tener diversidad de sensibilidades y enfoques sin que eso rompa la unidad básica, pienso.
un abrazo.
Existe una idea primigenia que es la que se ha inmortalizado a través de los hombre, es la obediencia a la voluntad de Dios mediante la palabra que actúa como revelación de sus designios "Biblia", luego tenemos a los individuos que representan esta idea que por causas biológicas es temporal. Este monoteísmo y su implantación siempre se ha caracterizado por el nivel de conciencia de los que sostienen dicha idea/creencia o revelación, que como la historia apunta siempre es interpretable bajo las alas del espíritu de la época "Cultura". Existe por tanto una relación de amor entre el creador y el creado a su imagen y semejanza, que también da lugar al castigo, llámese diluvio universal o ex_comunión por sus representantes. Pero tu José que eres un conocedor de la filosofía espiritual de Oriente sabes que ese paradigma no existe en las raíces del hinduismo y todas sus ramas, en tanto que Atman es todo y el es todo lo que hay desplegándose simplemente un juego cósmico, prevaleciendo la idea del Karma, pero todo de manera impersonal, vacío, sin responsabilidad personal, en donde incluso los dioses son meros funcionarios del transcurrir de la vida.
ResponderEliminarEs la "Idea" inicial José la que crea a través de la cultura una imposición obligada en las estructuras sustentadas por lo menos importante "El Hombre" lo temporal, y pasaran 2000 años y seguirá imponiéndose la "Idea" envuelta en la "Cultura" de la época, por siglos de los siglos y sin fin.
revelación/Interpretación amor y castigo bajo los designios de la Cultura de la época que es la que implanta el modelo de comportamiento donde el Hombre individualmente ejecuta sin cuestionarse nada, por que las ideas y la cultura han pasado a ser un apéndice del cuerpo y la mente del individuo que no sabe separar lo que es de la información que contiene y transmite por generaciones, es el intermediario, la caja desechable que transporta lo que realmente se inmortaliza, una "Idea".
Moraleja no hay personas disidentes, si no ideas disidentes en relacion a una interpretacion, y cada cual carga el fardo de ideas que le ha tocado mamar y vivir, por si hubiera nacido en Calcuta ahora estaria en otros menesteres.
Por lo que dices suscribes "la idea" de que el individuo carece de demasiada importancia, sólo "la idea" es inmortal. Parece que esto sería lo que vendría a decir el advaita de Shankara, si bien no todos lo interpretan así.
ResponderEliminarPersonalmente diferencio la persona y el individuo, creo que lo absoluto y lo concreto son dos misterios inefables, cada ser humano para mí es único e inefable en su dimensión de persona y limitado en su dimensión de individuo, por ello no lo puedo ver como un mero instrumento de una "idea", "una conciencia" etc...
Creo que la esencia de la advaita no es tanto el monismo como la unidad en la puralidad,no sé si se debe a mi inconsciencia, pero asi lo veo ahora.
Creo que reducir al ser humano a un mero instrumento no hace justicia al misterio infable y único que cada uno somos.
Ciertamente no todos actúan igual, pero juzgar cómo lo hacen unos y otros, es otra vuelta a la misma tortilla.
ResponderEliminarPodría dar razones de peso por las que el Sr. Bastante es mucho más inquisidor que el Sr. Rouco. Pero sé que con otra vara de medir sale con contrario.
¿Qué hacer entonces? Tirarnos piedras o entender qué sucede lejos de los gustos de cada cual. Tal vez, si dejamos atrás la iglesia que nos gustaría, encontremos la Iglesia que existe.
Saludos :)
Totalmente de acuerdo que la Iglesia debe avanzar, abrirse a nuestro tiempo, ser realmente solidaria y menos cerrada en sus dogmas e intereses, más flexible, comprensiva y abierta.
ResponderEliminarMe solidarizo con esos sacerdotes que han manifestado su criterio cristiano, vivo, de fondo y auténtico.
Gracias, querido José Antonio.
Hola Miserere:
ResponderEliminarNo sé trata de perseguir a nadie ni de juzgarlo, si bien es verdad que necesitamos criterios en la Iglesia y en la sociedad, si todo es igual llegaríamos a situaciones absurdas (daría igual matar que cuidar por poner una situación extrema). Pienso que hemos de perder ese temor reverenciar al mundo eclesial queriendo sacralizarlo por encima de cualquier crítica, haciendo así que se puedan comenter excesos y que nos callemos (no quiero sacar aquí actuaciones recientes que debían haber sido denunciadas con más diligencia).
No sé a que te refieres respecto a Bastante, incluso cuando nos equivocamso o excedemos hay diferencias, te cuento que en lugares como infocatólica te borran los cometarios si mencionas educadamente tu opinión y haces alusión a teólogos católicos que ellos rechazan (no así la Iglesia) como Burgaleta por ejemplo. Ya te digo que para mí sí hay diferencias, pudiendo todos equivocarnos. No sé si Bastante habrá llegado a la cerrazón de infocatólica por ejemplo.
Creo que vivir plenamente en la iglesia real supone no renunciar a mejorarla, forma parte de vivir de verdad en la Iglesia real.La iglesia actual vive con tensiones que también hemos de aceptar, creo.
un saludo fraterno.
Hola Carmen:
Es un gusto vertepor aquí y te agradezco tu comentario y tú presencia.
un abrazo.
Magnifico, los comentarios, de todos, pero sigo coincidiendo mas con juan.
ResponderEliminarSi partimos, de ideas, culpabilizantes, coincidiremos con los que piensan en premios o castigos.
Si partimos de la idea de que Dios y nosotros, somos lo mismo,(Dios es Uno, nada hay fuera de El) como muy bien decia cristo, veremos enseñanza en donde otros ven castigos o premios.
Si vemos a Dios integrado en nosotros, nuestro analisis es uno:Dios se hace hombre ignorante y curioso y debe de aprender de sus errores o aciertos hasta llegar al conocimiento total:Dios. Alfa y omega.
Si vemos a Dios apartado de nosotros, buscamos el religare, y nos consideramos culpables de nuestros actos, con lo cual, si acertamos vamos a El y si no acertamos vamos al infierno.....con lo cual no se cumple el Alfa y Omega, pues todo sale de Dios y no todos llegan a El.
Un abrazo a todos Jose Antonio.
Hola Miguel:
ResponderEliminarYa sabes que no comparto esa idea de que Dios y nosotros somos lo mismo ya que me parece que diferenciar no supone separar, me parece que fusionar al final lleva al monismo y el monismo puede llevar a no valorar en sí mismo lo humano, viendolo como una mera ilusión o un instrumento de lo Absoluto.En el fondo el monismo considera la pluralidad como una ilusión en vez de como una estructura última d ela realidad que debe ser protegida, creo en la unidad en la pluralidad, ambas dimensiones son necesarias.
un abrazo.
Personalmente la única teología de la liberación "Monismo" que conozco se llama manifestación de "Dios", y lo pongo entre comillas lo de "Dios" por que a la postre el corazón y el amor aunque son también palabras ellos no hablan. Luego puedo hablar y decir, sentido, conexión, belleza, amor, corazón, todo, nada, dios..es igual son solo conceptos..ideas vacías que intentan señalar que mas allá de mis pocas luces, miedos, esperanzas, soltitud, lagrimas/risas, intelecto, horror, esperanza,cansancio, perdida/ganancia, placer o felicidad algo misterioso nos envuelve...., algo que reconcilia y se marcha, volviendo a poner cara de tonto..., y me pongo a jugar con la play station a saber que se algo cuando no se nada....
ResponderEliminarAsí se me va la vida...., no se hacerlo mejor,....y por lo que observo la mayoría nos vamos y morimos con la misma cara de tontos.
Hola Juan:
ResponderEliminarNuestras visiones son siempre parciales como bien dices, vemos la totalidad desde la parte y siempre desde nuestra perspectiva, eso no quiere decir, creo, que la parte no exista, sólo que es limitada y es sostenida en ese Misterio que dices nos envuelve, sin perder su identidad.
Como nuestro conocimiento es limitado siempre podemos aprender de lso demas y debemos estar abiertos al diálogo, sin absolutizar nuestras visiones ni creer que no es posible vivir la verdad, auque sea desde nuestra limitada visión.
No sé si esto nos hace sentir tontos o nos da paz y capacidad de compatir y cooperar con lso otros sin necesidad de que nuestra mente tenga todas las verdades.
Digamos que de todo un poco, cara de tontos, a veces paz, otras compartir, a la postre seguir....mientras las fuerzas aguanten....A mi como que saber me da lo mismo, sentir tiene sentido..aunque sea oscuridad...
ResponderEliminarSomos un sentir....